Perú sufrió en 2021 la mayor fuga de capitales de los últimos 50 años, al haber salido del país fondos equivalentes al 7,4 % del Producto Interno Bruto (PIB), según anunció el presidente del Banco Central de la Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde.
En su reporte de la inflación, Velarde reconoció que «es una cifra histórica», la mayor desde que Perú tiene cuentas nacionales oficiales, algo que comenzó a darse a partir de 1970.
En total fueron «un poco más de 15.000 millones» de dólares que se fueron al exterior, la mayoría de ellos en coincidencia con la campaña electoral para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que enfrentó a la derechista Keiko Fujimori con el izquierdista Pedro Castillo, quien resultó vencedor.
«El dinero más nervioso se fue entre abril y junio. (…) La salida más grande fue en mayor, con casi 4.000 millones», precisó Velarde.
«El dinero más nervioso sale antes. Felizmente ya se han calmado y el ritmo de salida es bastante menor», apuntó.
Fruto de esta situación se acentuó la depreciación del sol, que llevó al Banco Central a hacer la mayor intervención de su historia con la venta de 17.600 millones de dólares para frenar la subida del tipo de cambio, una tendencia marcada también por la inflación.
Pese a ese dato, Velarde aseguró que la fortaleza macroeconómica de Perú sigue vigente ya que cuenta con 78.500 millones de dólares de reservas internacionales, equivalentes al 35 % del PIB.
«A pesar de esta fuga de capitales y la intervención cambiaria, nuestras reservas son 10.000 millones de dólares más que antes de la pandemia. Es más, tenemos 4.000 millones más de lo que había a finales del año pasado», destacó Velarde.
En ese sentido, el presidente del Banco Central descartó enfáticamente que en Perú se decretasen medidas como límites al retiro de dinero de los bancos o control de cambios.
«Esto no es Argentina. La Constitución dice que cualquier peruano puede ahorrar en la moneda que crea conveniente y hay plena libertad para sacar capitales», manifestó Velarde.
«En Perú no hay ese riesgo, primero porque es anticonstitucional, y segundo porque tenemos reservas que superan a cualquier país de América Latina salvo a México y Brasil», añadió.
Respecto a la inversión privada, que en este 2021 se ha recuperado y presenta un incremento del 36 % respecto a 2020, el Banco Central prevé que se quedará congelada con 0 % en 2022, sin que aumente ni descienda.
«Esperamos un crecimiento de cero para el próximo año. Algunos se han creído que el Banco Central está diciendo que la inversión será cero, lo cual es un absurdo», aclaró Velarde.
Así, la inversión privada para 2022 se proyecta en 46.400 millones de dólares, mientras que en 2023 aumentará hasta alcanzar aproximadamente los 50.000 millones de dólares.
Sin embargo, el balance de la inversión experimentará cambios para entonces, ya que perderá peso la inversión minera por la finalización del proyecto minero Quellaveco, de la compañía británica Anglo American, y la ausencia de nuevos grandes proyectos mineros para estos periodos.
En la misma conferencia, Velarde presentó las nuevas proyecciones del Banco Central sobre el crecimiento de la economía peruana, en un informe que mejoró la previsión para 2021, de 11,9 % a 13,2 %, la segunda mayor tasa de Latinoamérica, solo superado por Panamá.
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