El exrector del CNE Andrés Caleca denunció que el chavismo se sigue burlando de las leyes, cometiendo delitos electorales de cara a las nuevas elecciones de la gobernación de Barinas el próximo 9E y calificó de «vergonzante» que el CNE calle ante estos condenables actos.
A través de un hilo en Twitter, el analista electoral destacó que durante semanas previas a las elecciones regionales del 21N, denunció el «inmenso descaro del Psuv en el uso de los recursos públicos en campaña».
«Dije claramente que eso, aparte de ser un delito electoral claramente tipificado en las leyes y reglamentos, era ni más ni menos que un robo inaceptable de los recursos de la nación en beneficio privado. Señalé que el chavismo siempre lo había hecho desde que asumió el poder, pero que nunca había alcanzado los niveles que alcanzó en esa campaña».
«Esa denuncia cayó en saco roto: ningún recurso -que yo sepa- se ejerció ante el CNE o ante los tribunales de la República; muy pocos denunciaron o protestaron públicamente, ni siquiera los afectados directamente», rechazó.
Sin embargo, Caleca dijo que esto no es nada comparado con lo que está ocurriendo actualmente en Barinas, donde se repetirán las elecciones de gobernador, tras la inhabilitación de Freddy Superlano, candidato de la MUD, quien ganó los comicios al chavismo, según el propio TSJ.
«Lo que ocurrió entonces, palidece ante el desmadre de fechorías, abusos, chantaje y compra de votos que estamos presenciando en el estado Barinas. El clientelismo en su nivel máximo, con todo lo que supone como desprecio al electorado, corruptor de la población, delito electoral y peculado».
«El PSUV se burla de las leyes y reglamentos, se burla del CNE, de los tribunales y de sus contendientes en pugna; pero lo más importante, se burla y desprecia al pueblo llano que dice representar, los trata como verdaderos idiotas a los que puede chantajear y corromper».
En este sentido, Caleca subrayó que ahora el chavismo, a quien catalogó de «delincuentes», aumentan la gravedad de sus delitos ante el silencio cómplice de quienes deben ponerle coto, en especial el CNE, cuya indiferencia en torno a esto es verdaderamente vergonzante.
«No podemos normalizar estos delitos. Los delincuentes deben ser señalados, denunciados y castigados. Y si esto último no es posible en el actual estado de cosas, deben, por lo menos, ser repudiados por la sociedad y sometidos a la vindicta pública. No podemos callar», concluyó.
Noticiero Digital