El llamado a clases no encontró eco las escuelas estaban vacías

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Planteles educativos en el estado Sucre permanecieron solos este 10 de enero

Maestros explicaron que se mantiene el esquema de atención a los niños: dos días a la semana para evitar aglomeraciones y posibles contagios de COVID-19. En Maturín, padres reportaron la inmunización de niños con la vacuna Abdala 2

El regreso a clases en el oriente de Venezuela estuvo marcado por el ausentismo de alumnos. Maestros y directores dijeron a El Pitazo este 10 de enero que previeron una situación como esta, pues es recurrente después de un asueto. Hasta el momento de esta publicación, 3:00 pm, no había reportes oficiales sobre la asistencia en los colegios.

En un recorrido realizado por el equipo reporteril de El Pitazo en Anzoátegui, Monagas y Sucre se constató que los pasillos de los colegios estaban vacíos y que la mayor incorporación estuvo entre el personal docente y administrativo, así como de obreros.

Blanca Rodríguez, docente en Monagas, explicó que el ausentismo se nota más porque los grupos de atención están divididos. Rodríguez trabaja en una escuela de Boquerón, al norte de Maturín, y dijo que de 20 niños que debían asistir este lunes solo acudieron cinco. “Algunos no vinieron porque estaban de viaje y otros porque sus padres no los enviaron por temor al virus”, argumentó.

En el recorrido realizado por el equipo de El Pitazo en el oriente venezolano se conoció que el esquema de trabajo en las escuelas se mantiene igual: dos veces a la semana para cada grupo, pues la idea es evitar aglomeraciones y posibles contagios de COVID-19.

Las autoridades de educación en los cuatro estados coincidieron en pedirles a los padres y representantes que cumplan con las medidas de bioseguridad al llevar y recoger a los niños en los planteles. “Los padres no pueden ingresar a las escuelas sino esperar a sus hijos afuera”, reiteró la jefa de la Zona Educativa del estado Sucre, Amanda Jiménez. Su llamado se replicó en Maturín, Cumaná, Carúpano, Barcelona y El Tigre.

Solo en Maturín se conoció que en una escuela de Boquerón se comenzó a vacunar a los niños con la vacuna Abdala 2. “La maestra me llamó y me pidió autorización para vacunar a mi niño, pero yo no se la di porque no confío en esa dosis”, señaló Delia Cedeño, representante de un estudiante de primer grado.

En algunas escuelas privadas de Sucre se solicitó el carnet de vacunación de los alumnos, pero solo para saber quiénes habían iniciado el esquema de inmunización contra el COVID-19. En las escuelas se pegaron carteles informativos con los puntos de aplicación de dosis a los que pueden acudir los representantes.

El Pitazo

 

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