En rechazo a las jubilaciones forzosas y las desactivaciones de fichas de trabajo que se han llevado a cabo en la Siderúrgica “Alfredo Maneiro” mejor conocida como Sidor, el trabajador y dirigente sindical con 33 años de servicio, Carlos Rosas se encadenó este 10 de enero en el portón 1 de la industria.
El pasado 3 enero, él y siete compañeros más, todos dirigentes sindicales de la estatal, fueron informado sobre sus jubilaciones pese a, de acuerdo con los afectados, no tener ni la edad ni los años de servicio para hacerlo.
Esta situación provocó el inició de una huelga pacífica por parte de Rosas quien aseguró a través de un video que está cansado de que el patrono viole los derechos contractuales y constitucionales de los trabajadores.
“Ya basta de violaciones contractuales, constitucionales. Estoy aquí en representación de todos los jubilados forzosamente y de todos los compañeros que han sido desactivados de sus puestos de trabajo por reclamar sus derechos”, sostuvo.
El caso de Rosas y sus demás compañeros no es aislado. De acuerdo a Luis Pinto, trabajador de Sidor, desde el 2020 empezó la arremetida de jubilaciones contra la dirigencia sindical.
“A mí me notificaron de la jubilación en 2020 junto a otros nueve compañeros luego de que protestáramos por unas bolsas de comida, en mi caso no he firmado porque no acepto este proceso, pero las jubilaciones forzosas continúan especialmente al comité ejecutivo del sindicato de Sidor, a delegados de prevención, todos los que reclaman sus derechos”, detalló.
Pinto destacó que entre las denuncias que se han hecho, están los actos de corrupción y el maltrato hacia el trabajador en torno a las violaciones a su derecho a un salario digno y a tener implementos de seguridad.
“El compañero Rosas es uno de los que ha denunciado las aberraciones que se cometen contra los trabajadores y por ello, pese a que no cumple los requisitos procesan su jubilación y pretender enviarlo a su casa con una pensión mensual pírrica que no alcanza para satisfacer las necesidades de su familia”, comentó.
Asimismo, alertó sobre las desactivaciones que se siguen dando a todo trabajador que reclame, por ejemplo, que tiene las botas de trabajo rotas. Sidor no da dotaciones de implementos de seguridad a los trabajadores desde hace, al menos, cinco años.
“Hay aproximadamente 4 mil trabajadores desactivados que cobran un 50 % de su salario real y cuyas utilidades fueron paupérrimas frente a los de los gerentes que cobraron en dólares porque tenemos pruebas”, dijo. En ese sentido, Pinto teme que las jubilaciones y desactivaciones sigan, así como despidos injustificados que también se han dado en el seno de la acería.
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