Desde la antigüedad el significado de maestro es amplio en las diferentes artes, ciencias u oficios desempeñados por el ser humano. Veamos varias funciones realizadas por el mismo en la sociedad: empezamos por el perito que practica la oratoria sagrada, la persona que ejerce un oficio Manuel como: panadero, sastre, mecánico, carpintero, ebanista, el autor y compositor musical, el individuo encargado de comandar personal y la funciones de un servicio en las empresas, responsable y dedicado a enseñar un arte, una profesión manual, ciencia o actividades técnicas: maestro de armas, de pintura, docente en materia pedagógica, el encargado regentar el ceremonial en actos protocolares y solemnes: maestro de ceremonia, el que está a las directrices de un profesional universitario, el que dirige por su cuenta a los albañiles y obreros, el músico que conduce un coro en una capilla u otro lugar: maestro de ceremonia en la capilla y asimismo en forma solemne y respetuosa de apelativo familiar, utilizado para indicar, distinguir o respetar a las personas de la tercera edad o adultos mayores. Aparte de esas designaciones importantes de funciones cotidianas, se destaca y sobresale una de ellas de forma sobresaliente y apoteósica: el maestro de escuela destinado a la primera enseñanza de los niños.
A través de la historia en los diversos sectores de la sociedad el docente ha sido estimado como un excelente orientador, un guía, un formador inicial e integral del niño y adolescente. En algunas ocasiones lo catalogan como un líder natural de la comunidad y en colaboración con dirigentes de la misma, trataba de hallar soluciones a los problemas que la afectaba. De ahí, que los habitantes circunvecinos de los institutos educativos acudían ante el docente para pedirle ayuda, asesoría, colaboración y solidaridad para solucionar problemas acaecidos en su alrededor.
A culminar el periodo de la colonia en Venezuela y durante el proceso de emancipación existió un número notable de docentes. Iniciamos esa pléyade con Simón Rodríguez, educador de vocación, de profesión y de una excelente experiencia internacional. En 1974 en Caracas el destacado profesor elaboró e hizo llegar al Ayuntamiento capitalino, un novedoso proyecto de reforma del sistema educativo existente, con el fin de transformarlo y adaptarlo a los requerimientos de los últimos tiempos. Entre sus logros destacados tuvo el privilegio y honor de ser maestro del niño Simón Bolívar, quién sería el futuro Libertador de Venezuela y de varias repúblicas latinoamericanas. Además, existieron unos cuantos docentes que enaltecieron el gentilicio venezolano: Andrés Bello, desde muy joven practicó la enseñanza privada. A pesar de ser casi contemporáneo del líder de América, el Libertador Simón Bolívar, tuvo la prerrogativa de darle clases en varias materias. Luego de una permanencia exitosa en Europa, Andrés Bello se trasladó a Chile en 1829, donde tuvo una excelente actuación en la administración pública y privada en dicho país sureño.
Después del fallecimiento de Simón Bolívar en 1830, existieron unas celebridades de docentes que dieron brillantes al magisterio. Entre ellos sobresalieron Tulio Febres, Cordero, Mario Briceño Iragory, Vicente Lecuna Salboch, Miguel Pérez Carreño, José María Vargas, Luis Pastori, Emil Friedman, Fermín Toro, Pedro Bautista Bartolo, Fernando Paz Castillo, Luis Beltrán Prieto Figueroa, entre quienes conjuntamente con otros ilustres docentes le dieron brillo y prestigio a la educación venezolana.
En el gobierno del dictador Juan Vicente Gómez en 1932 un grupo de educadores formaron una asociación para la defensa de sus derechos gremiales. Luego de un periodo de altibajos el 15 de enero de este año constituyeron la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria (SVMIP). Tal institución luchó para lograr sus reivindicaciones, creó la revista pedagógica, dictó conferencias y seminarios referidos con las omisiones, deficiencias y adelantos del sistema educativo de Venezuela. Al fallecer el sátrapas despiadado en 1935 el gremio educativo se fortaleció y transformó. Al poco tiempo convocó a una asamblea general de afiliados. Así comenzó la Federación Venezolana de Maestros (FVM) en 1936.
Es la administración déspota de Marcos Pérez Jiménez los docentes mermaron su trabajo laboral y vigencia como consecuencia al clima hostil y difícil del poder ejecutivo que reinaba en el país. Al derrumbarse el régimen dictatorial arreciaron su combatividad por sus conquistas y el gremio ayudó a la reconquista del sistema democrático en 1958. Hoy en día ante la difícil situación que padecemos los venezolanos actualmente anhelamos y confiamos que los docentes vuelvan a desempeñar una lucha tenaz para recuperar y constituir la otrora patria grande y exitosa que disfrutamos en el pasado antes reciente.
Durante la gestión del general Isaías Medina Angarita la FVM, realizó enorme refuerzo para su modernización y mejoras de sus conquistas. Por tales motivos según decreto de esa administración se celebra el 15 de enero como el Día del Maestro.
Al conmemorarse esa fecha, el día del maestro junto a profesores como licenciados y catedráticos de las Casas de Estudios Superiores, nos complace y nos sentimos orgullosos, satisfechos y felices por haber sido docentes a ese honroso nivel. La opinión pública sostiene que los docentes fueron, son y serán siempre los motores, formadores, creadores y sembradores de conocimientos, destrezas, sabiduría y esperanzas en millones de niños, adolescentes y adultos en diversas etapas de la formación educativa. Al desempeñar los docentes una gestión encomiable tendremos excelente resultado y así lograremos una patria grande y con un desarrollo integral y armónico. Congratulaciones en el Día del Maestro.