Mas cuentos que memoria fue la intervención de Nicolás Maduro el viernes 14 de Enero 2022, en la sede de lo que en alguna oportunidad se llamó el Palacio Legislativo. Entre el amasijo de cuentos dijo esto: “Venezuela ha recuperado el camino del crecimiento económico”, pero sin dar cifras claras. Igualmente aseguró que entregó la vivienda cinco millones construida por un mamotreto de organismo que él llama la Gran Misión Vivienda Venezuela. Sin embargo, entre ese chorizo de cuentos tan largo, que no los nombramos todos porque no quedaría espacio para tratar el caso de los pensionados y jubilados por el Seguro Social.
En ese maratónico discurso de Maduro los grandes ausentes fueron pensionados y jubilados, pero después de terminar el discurso de presentación de cuentos sin memorias, seguramente alguien del equipo le dijo a Maduro que no le había tirado nadita a “sus jubilados y pensionados”, entonces el obrero presidente inmediatamente ordenó aumentar el 40% pero no en la pensión como tal porque eso es salario, sino en el bono contra la guerra económica. Fue entonces cuando a partir del lunes 17 de Enero 2022 comenzó a llegar mensaje de texto a los teléfonos de pensionados y jubilados avisándoles de un complemento de tres bolívares (Bs. 3,oo) por concepto de ese reajuste. Esto en cristiano significa que el fulano bono contra la guerra económica será ahora de diez bolívares (Bs. 10,oo) que de acuerdo a la tasa del BCV son dos dólares con diez centavos.
En varias oportunidades Nicolás Maduro ha dicho para justificar los bajos salarios en Venezuela, que gracias a sus bonos complementarios que otorga su “gobierno obrerista”, han servido para enfrentar lo que él llama la guerra económica decretada por el imperio gringo. Sin embargo, los ingresos que reciben los pensionados y jubilados del Seguro Social, es de siete bolívares por pensión y ahora diez bolívares de bono contra la guerra económica, que en total serían diecisiete bolívares (Bs. 17,oo) que a la tasa de cambio del BCV equivalen a tres dólares con 60 centavos.
Habría que preguntar al obrero presidente y sus empleados en el Seguro Social, si con ese bono que con tanto orgullo promocionan, los indefensos pensionados puedan combatir no la guerra económica desatada por los gringos, sino la escalada inflacionaria promovida desde el régimen madurista y apoyada por el Banco Central de Venezuela al permitir la circulación de dólares de dudosa procedencia. ¿Y por qué de dudosa procedencia? Porque para que un país diferente a EEUU utilice el dólar como moneda de libre compra y venta, debe estar autorizado por la Reserva Federal de USA, mediante firma de acuerdos entre ambos países, y de esa forma los dólares llegan al Banco Central que después distribuye a la banca comercial.
La otra forma de poner a circular dólares en una economía es a través de lo que llaman las lavanderías especializadas en blanquear capitales de la corrupción depositados en bancos de paraisos fiscales ubicados en países cómplices del crimen organizado. Igualmente esas lavanderías se encargan de poner en circulación en algunos países donde la complicidad es política de estado, los millones de dólares recaudados por la venta de drogas, espacialmente cocaína, que tanto daño ha ocasionado y sigue causando a la juventud mundial, donde la venezolana no está fuera de su alcance.
En esto es importante recordar que hace aproximadamente tres años cuando el dólar comenzaba a enseñar la nariz en el comercio venezolano y algunos “privilegiados” llegaban con fajos de dólares a los supermercados a comprar alimentos y bodegones donde venden solo en divisas, los de la cúpula de Fedecámaras y algunos economistas que solo miraban a través de los verdes, además de frotarse las manos, comenzaron a decir que la economía se estaba recuperando. Luego cambiaron el discurso y comenzaron a decir que Venezuela se estaba normalizando. Fue cuando Maduro le declaró a José Vicente Rangel Vale en Televén que él “no veía mal la circulación de dólares porque eso ayudaría a la economía de los venezolanos.
Será que los “genios de los números”, como se autocalifican algunos economistas, especialmente los que dicen que Venezuela está normalizada, pudieran explicar sin dar muchos rodeos técnicos, en que consiste la normalización de la economía para tres millones de pensionados y jubilados que solo reciben siete bolívares de pensión y diez bolívares de bono contra la guerra económica, que en total son 17 bolívares que al cambio del Banco Central son tres dólares con 60 centavos. Igualmente esos mismos genios de los números, también deben explicar si cuando una niñita venezolana de apenas siete añitos de edad, muere ahogada en el rio Bravo entre EEUU y México, huyendo de la crisis humanitaria tal como informaron los medios de comunicación el 19 de Enero 2022, es una situación para ellos de normalización.
@lodicetodo