Carlos Casanoval: 23 de enero de 1958; La lección

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Luego de 22 días de protestas como consecuencia del descontento por el resultado del plebiscito, considerado fraudulento, para continuar en el poder por parte del general Pérez Jiménez, toda vez que negaba al Congreso la posibilidad de convocar elecciones presidenciales, que debieron realizarse en el año 1957, fue el detonante de los sucesos que sacaron del poder a los militares.

En aquel tiempo, la articulación ciudadana, gremial, sindical, estudiantil, los partidos políticos y el clero, tuvieron una participación decisiva, sumada a la fractura militar, para ver los resultados de sus acciones.

“Para noviembre de 1957, la dictadura parecía consolidada sin remedio. Incapaz de ganar las elecciones, había desconocido los resultados cinco años antes y ahora apelaba a un subterfugio legal para evitarlas, sustituyéndolas con un plebiscito amañado”, señaló el historiador venezolano Tomás Straka, en un discurso pronunciado ante la Asamblea Nacional el 24 de enero de 2017.

Quiero resaltar estas afirmaciones del historiador para resaltar el valor que tienen los hechos políticos y sociales que, sin medir previamente resultados, generaron otros episodios que dieron al traste con la dictadura. La protesta no buscaba la caída de la dictadura, los sucesos y hechos como consecuencia del desconocimiento del resultado en una acción de protesta desencadenaron otros hechos que concluyeron con lo que al principio deseaban, pero no tenían previsto que así sucediera, la caída del dictador.

Importante reflexión, si no producimos hechos políticos, estos no podrán generar otros, nos acostumbramos al hecho final. ¿Cómo caerá? ¿Cómo saldrá?, pero si no creamos hechos políticos, cómo podemos esperar resultados.

La dictadura no tenía previsto salir por la vía electoral, pero salió como consecuencia del desconocimiento del resultado.

No existió el debate donde se afirmara que, si se participaba, se legitimaría a un militar en ejercicio del poder, nadie planteó el hecho de que la participación haría a la dictadura una versión de dictadura democrática. No, se propusieron usar el plebiscito como medio y no como un fin, y al final fue el medio que género la protesta primero, el debilitamiento interno, hasta su resquebrajamiento, y posteriormente el diálogo para conformar una junta de gobierno de transición que convocara elecciones posteriormente.

Se produce un diálogo para integrar esa junta de gobierno y para determinar las condiciones de salida del general, este episodio de los aviones, en la base aérea de La Carlota, me recuerda la poblada sobre esta base aérea tratando de evitar que Chávez huyera en el 2002, y la salida del general por la misma instalación.

En este episodio histórico convergen la organización de base, las organizaciones sindicales, gremiales, estudiantiles, un clero reclamando activamente y a los partidos políticos articulados; dicho de otra manera, presión interna sobre el gobernante, resquebrajamiento de la alianza gobernante, diálogo, gobierno de transición y elecciones libres.

Todo sucedió por una sola razón, toda acción frente a la dictadura hay que usarla, ya que nunca se sabrá qué resultados generarán esas acciones; los hechos van creando otros hechos. El “sale con esto” no está escrito, las condiciones se dan y los episodios evolucionan.

Nada, ninguna acción, ninguna declaración, podrá piso legal al gobierno que se deslegitimó en el ejercicio al cambiar el rumbo de los fines del Estado, que no son otros sino la prosperidad de todos los que en esta tierra vivimos.

Dios con nosotros.

 

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