Ante la crisis sociopolítica en la cual se debate Venezuela, que conlleva incertidumbre y nerviosismo, como es natural, por su destino políticoinstitucional, surgió la opción del recurso constitucional de “Referendo Popular”, previsto en el artículo 71 CRBV, tal y como fuese durante 2007. Pero, con organización y sin premura que, aun cuando ganó el “no” a la constitución y el régimen del presidente finado quedó objetado, sobremanera. Esta vez, la oposición intentó organizar un proceso de recolección de firmas para el logro de tal fin; intento que, por irse de bruces, acción muy peligrosa en política, no reunieron el porcentaje suficiente de firmas para la ejecución de tal recurso, por tratarse de un tema bastante complejo, sobre el que tenemos poca o nunguna experiencia, debería observarse mucha cautela.
Aristóteles en su criterio sobre los nervios y las ideas fundamentales manifestaba que: “el desafío de la educación escolar debería ser que los alumnos aprendan a leer y a escribir; es decir, a comprender y explicar”.
Como sabemos, estamos a manos de un régimen dictatorial y an’arquico, ante el cual se debería actuar con cautela. Pero, sin temor, y tacto, para no constituirnos en objeto de burla y regodeo de sus adláteres, agradecidos de estómago mediante las prebendas de bonos, en sumas irrisorias por celebración de cualquier acontecimniento, relevante o no, así como de cargos políticos, cada vez menores, para lo que se acude a la exigua renta petrolera.
El CNE, nido de arpías, quizá, “muy buenamente”, autorizó la recolección de unas 4,2 nillones de firmas a fin de activar un eventual referendo revocatorio contra el presidente NM, bajo condiciones adversas y poco propicias (para lograrse en poco menos de unas 12 horas) (¿?)
