Un nuevo estudio conjunto del Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC) subraya la destacada función que desempeña el comercio en la reducción de la pobreza, pero asimismo indica que es necesario tomar más medidas para ayudar a los países en desarrollo a utilizar el comercio como herramienta de crecimiento.
“El comercio puede contribuir a una recuperación más rápida de la pandemia de Covid-19, pero solo si nos aseguramos de que todos podamos participar en el comercio y beneficiarnos de él plenamente,” dijo la Directora General Ngozi Okonjo-Iweala en sus observaciones preliminares.
Este estudio -«El papel del comercio en el camino hacia la recuperación de los países en desarrollo»-, analiza cómo el comercio internacional puede ayudar a los países en desarrollo a recuperarse de la pandemia de Covid-19, fortalecer la resiliencia económica a futuras crisis mundiales, reducir la pobreza, mitigar las emisiones de carbono y adaptarse al cambio climático.
Se estima que 100 millones de personas han sido empujadas a la pobreza extrema debido a la pandemia, señalan el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, y la Directora General de la OMC, Okonjo-Iweala, en un prólogo conjunto del estudio. El crecimiento actual del comercio es desigual, y las mujeres y otros grupos vulnerables se quedan atrás.
Si bien mantener el comercio abierto y el funcionamiento de las cadenas de valor mundiales está ayudando a impulsar la recuperación económica, impulsar la capacidad de los países en desarrollo para comerciar será esencial para distribuir los beneficios del comercio de manera más amplia y apoyar una transición a una economía verde, subraya el estudio presentado en línea el 24 de enero en el que participaron tres ministros de países en desarrollo,.
«Si bien recuperarse de la pandemia de Covid-19 es un gran desafío, también brinda una oportunidad para que los responsables políticos encuentren soluciones creativas e innovadoras», subrayó Okonjo-Iweala. «La nota de política ofrece un recurso claro y conciso para apoyar una recuperación que sea más resiliente, más equitativa e inclusiva en todos los países y comunidades, y que apoye más la transición justa y baja en carbono».
Mari Pangestu, Directora Gerente del Banco Mundial, dijo en su discurso de apertura: «A medida que salimos de la crisis económica, tenemos la oportunidad de remodelar la economía mundial en un sistema más verde, más resistente e inclusivo, y el comercio puede ser una herramienta poderosa para lograr este objetivo, con las políticas adecuadas».
Los participantes en el evento enfatizaron la necesidad de abordar las vulnerabilidades económicas y comerciales de los países en desarrollo para ayudarlos a desempeñar un papel más importante en el comercio internacional y recuperarse de la crisis de Covid-19.
Además de la diversificación económica y las reformas comerciales, subrayaron la necesidad de acelerar el acceso de los países en desarrollo a las vacunas contra la Covid-19, la financiación del comercio y las tecnologías digitales.
También discutieron la importancia de reducir las distorsiones del comercio, reducir los costos comerciales, minimizar las barreras no arancelarias y aumentar la cooperación en cuestiones comerciales que son críticas para la salud y la seguridad alimentaria.
Tipu Munshi, Ministro de Comercio de Bangladesh, señaló la contribución clave del comercio a la economía de su país. «Además de crear empleos y generar ingresos, el comercio también facilita el suministro y la disponibilidad de suministros médicos, equipos de protección personal y vacunas para combatir la pandemia», subrayó.
«El comercio mundial ha sido una característica central para hacer frente a la pandemia y apoyar la recuperación económica. Los acuerdos de la OMC proporcionan el marco para la formulación responsable de políticas», dijo la Ministra de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, María Ximena Lombana Villalba.
«Incluso en los momentos más difíciles, los Miembros generalmente acataron las normas multilaterales. Se respetaron los principios del comercio mundial y los Miembros demostraron moderación. … Aunque el sistema de comercio tiene fallas y defectos, ha proporcionado los elementos para hacer frente a este desafío único».
«El comercio desempeña un papel importante en el crecimiento y el desarrollo de los países a través de sus vínculos con todos los sectores de la economía», dijo Betty C. Maina, Secretaria del Gabinete del Ministerio de Industrialización, Comercio y Desarrollo Empresarial de Kenya. »
El comercio apoya a las industrias agrícola, manufacturera y de servicios mediante la creación de mercados a través de los cuales los bienes y servicios llegan al consumidor. Por lo tanto, proporciona un canal a través del cual los efectos del crecimiento económico son realizados por muchos actores de la economía».
Maina también subrayó la importancia de atraer inversiones, incluso a través de asociaciones público-privadas, para ayudar a mejorar la infraestructura de África, mejorar su conectividad digital y aumentar el comercio.
En los debates se destacó la importancia de aplicar medidas para fortalecer y diversificar la participación de los países en desarrollo en las cadenas de valor mundiales y se destacó el papel esencial que la OMC puede desempeñar a este respecto. La investigación muestra que las empresas que participan en las cadenas de valor globales tienden a ser más resistentes y a recuperarse antes de los choques externos.
Por su parte la Directora General Adjunta, Anabel González, quien moderó el evento, acogió con satisfacción el hecho de que la cooperación de la OMC con el Banco Mundial «vaya viento en popa».
«La OMC es la que más se preocupa por el comercio y el Banco Mundial es el que más se preocupa por la pobreza y el vínculo entre ambos es fuerte. … El comercio y la reducción de la pobreza son dos caras de la misma moneda. La moneda en sí es en realidad crecimiento económico», señaló.
La pobreza verde, resistente, inclusiva y resiliente del neoliberalismo
Tal vez haya sido facil reirse de la nocion de Francis Fukuyama del « fin de la historia», pero de una forma u otra la mayoria de las personas hoy en dia son fukuyamistas que aceptan el capitalismo democrático – liberal como la fórmula ideal de la mejor sociedad posible, de modo que todo lo que uno puede hacer es volverlo más justo, más tolerante, más amable, más equilibrado.
Pero no deberiamos olvidar que la inmensa mayoría de los países del mundo se vive y trabaja bajo un sistema capitalista, una evidencia que se suele olvidar con demasiada frecuencia, bien por ignorancia o por cinismo, en la vida pública y en los sesudos informes de los organismos internacionales.
La logica y la esencia del modo de producción capitalista es la acumulacion de capital con el fin de acumular más capital, lo que deviene, si se piensa con sensatez, en un sistema poco natural pese a lo piensen los apologetas neoliberales.
En este proceso de acumulación y reproduccion capitalista -que en el fondo busca la perpetuación de la estructura social vigente-, para que a unos pocos estén desbordados por la abundancia es necesario que existan legiones de desposeídos.
En cada informe se sustenta la resurrecion de las tesis más liberales. Para ello, estos organismos se centran en el progresivo desmantelamiento de los monopolios estatales, la eliminacion de aranceles y otras medidas proteccionistas, la persecución de las ayudas a la exportación, el fomento de las privatizaciones, el adelgazamiento del sector público, entre otros objetivos.
La OMC dicta las normas por la que deben regirse los intercambios de bienes y servicios en el mundo. Incluso puede declarar contrarias a la Libertad comercial las leyes que un Estado promulgue sobre derecho laboral, ambiental cultural o de asistencia sanitaria publica.
La verdad es que la pobreza ha sido una constante en el devenir de los tiempos, y que el advenimiento del capitalismo no sólo la ha mantenido sino que ha incrementado los niveles de la misma.
Dada la longevidad de la pobreza, es preciso ser cuidadoso. Los organismos internacionales arrastran una infinita cantidad de experiencias que han pretendido resolver los males del capitalismo mediante prácticas homeopáticas, esto es, recetando más y más capitalismo.
Ciertas nociones actúan como un barniz solidario y hace que los conceptos polivalentes medioambientales y de desarrollo sostenible, verde, resistente, e inclusivo, sean una especie de mantra, utilizados por los organismos internacionales. Dichas nociones se han magnificado de forma interesada al mismo tiempo que se integran en la engrasada maquinaria de la mercadotecnia y la publicidad.
La realidad es que los graves problemas sociales y ambientales de la actualidad no son inocentes ni naturales, pues aparecen como el resultado lógico de un tipo de desarrollo que no mide las consecuencias de sus actos sobre la naturaleza y las relaciones sociales.
Periodista uruguayo, acreditado en la ONU, Ginebra. Asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)