El crédito en Venezuela debería superar los 12.000 millones de dólares y apenas llega a 500 millones de dólares

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Para el economista, profesor universitario y exjefe de la Mesa de Cambio del Banco Central de Venezuela (BCV), Hermes Pérez, un encaje legal «por encima de 50 % es exageradamente peligroso para la Banca, porque se pone en riesgo la actividad esencial de un sistema financiero, que es apalancar con créditos a la economía, con graves impactos sobre la salud de las instituciones».

De manera que, aunque juzga como positiva la rebaja de 85 % a 73 % del encaje legal, señala que la situación de base no ha cambiado. «Un encaje de esa magnitud, de 73 %, sigue siendo por mucho el más elevado del mundo. Yo he revisado las cifras de los 197 países que están en el Fondo Monetario Internacional y casi todos han rebajado los requerimientos de encaje a raíz de la pandemia, y los rebajaron a niveles mínimos e incluso a cero, como República Dominicana, porque ya un encaje de 30 % es elevado en las actuales condiciones. En promedio, los requerimientos de nuestros vecinos de Suramérica están en encajes de entre 0 % y 5 %».

Pérez recuerda que, en términos históricos, el encaje legal aplicado a la Banca venezolana se ubicaba entre 10 % y 18 % como máximo.

Antes de los anuncios, el economista había calculado que el encaje legal efectivo sobre el saldo consolidado en cuenta corriente de las entidades financieras en el ente emisor llegó a ser de 200 %.  «Eso no tiene ninguna explicación lógica, monetaria o económica», dijo a Banca y Negocios.

Hablan los números

Conocedor de primera mano de los intersticios de la política monetaria, el economista Hermes Pérez dice que esperaba una reducción a 60 % o 50 %, por lo que no entiende por qué la rebaja es tan tímida, aunque aspira que se produzcan ajustes posteriores.

Consultado sobre si la razón podría estar en posibles impactos negativos de alzas de la inflación y el tipo de cambio, Pérez acude a los datos de la Base Monetaria para explicar que, es tan limitado el ajuste del encaje legal así como la autorización para intermediar contra 10 % de los depósitos en moneda extranjera, que no hay manera de que se produzca alteración alguna, sobre todo si se considera que el monto del financiamiento monetario a PDVSA es 640 veces superior a la mejor estimación de crecimiento de la cartera de créditos.

«Al cierre de la última semana de diciembre, por cada bolívar que el Banco Central inyectó a la economía, le dio 64 bolívares a PDVSA. El hecho de aumentar la liquidez en una cifra equivalente a 200 millones de dólares, no tiene ningún impacto», zanja la duda.

Según sus cálculos, Pérez estima que la liberación de 12 puntos de encaje legal aportaría entre 70 y 127 millones de dólares equivalentes a la cartera de crédito, con base en las más recientes cifras oficiales publicadas por la Superintendencia Nacional de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) al cierre de noviembre pasado, cuando la cartera de crédito se situó en 316 millones de dólares.

De acuerdo con los datos recopilados por la consultora Aristimuño Herrera & Asociados, a diciembre pasado la cartera de créditos ascendió a 341 millones de dólares equivalentes al tipo de cambio oficial de final de año, un aumento de 7,91 % en comparación con la más reciente cifra de la Sudeban.

Cuando el economista Hermes Pérez añade los 10 millones de dólares del nuevo fondo para emprendedores y los 74 millones de dólares que, según la estimación oficial, sería el volumen de préstamos contra 10 % de las cuentas en divisas, el incremento de la cartera de créditos sería de solo 217 millones de dólares, por lo que el monto total se ubicaría en 533 millones, como escenario probable, el equivalente a apenas 1 % del PIB.

«Cuando Venezuela tenía una economía saludable, el crédito bancario era equivalente a entre 25 % y 35 % del Producto Interno Bruto. Esa debería la proporción adecuada. Esto significa que los requerimientos de financiamiento actuales de la economía venezolana deben estar entre 12.000 y 17.000 millones de dólares, y tenemos una cartera que apenas supera los 300 millones», explica Hermes Pérez.

Encontrar un pocito

Cuando se le pregunta al economista y exjefe de la Mesa de Cambio del BCV, Hermes Pérez, cómo queda la Banca en términos de liquidez con estas nuevas disposiciones, acude a una metáfora: «queda como un hombre sediento que camina por el desierto y encuentra un pocito de agua».

Y añade: «No resuelve el problema, pero ayuda. Hay una liberación, pero, veamos el caso de nuestro vecino, Colombia, que tenía una cartera de crédito de 128.000 millones de dólares, al cierre del primer trimestre del año pasado. Estamos hablando de una economía que supera los 300.000 millones de dólares -por cierto, es menor al tamaño que nuestra economía llegó a tener- . Nosotros con la liberación, si acaso, llegamos a 533 millones».

«A veces las medidas económicas carecen de sentido común. Es insólito que los créditos a todo el sector manufacturero, en noviembre pasado, alcanzaron a solo 927.000 bolívares reexpresados. Eso es nada, por un encaje ominoso para el país en general», insiste.

¿Financiamiento en divisas?–

Prácticamente sin duda alguna, el economista Hermes Pérez tiene claro que los créditos a ser otorgados contra cuentas en moneda extranjera se liquidarán en bolívares. Para que ocurra una cosa distinta habría que hacer reformas legales, sostiene.

«Formalmente, las cuentas que existen en Venezuela abiertas con divisas, sean las del Convenio Cambiario N° 20 o las actuales, son instrumentos denominados en moneda extranjera, porque el bolívar es la moneda de curso legal en Venezuela, independientemente de si las personas depositan o retiran dólares o cualquier otra moneda», precisa.

«El valor del crédito se referenciaría al tipo de cambio, pero se otorga en bolívares. Si sube el tipo de cambio, el prestatario tendrá que pagar el diferencial más la tasa de interés y las comisiones. De todas maneras hay que esperar la resolución del Banco Central, pero no tengo la menor duda de que serán créditos en bolívares referenciados al tipo de cambio oficial».

Además, el economista Hermes Pérez hace una precisión: si se decidiera otorgar préstamos efectuados directamente en moneda extranjera, los bancos correrían el riesgo de sufrir un descalce financiero, que desaparece con los créditos indexados en moneda nacional, «porque el banco tiene un pasivo que son los montos en moneda extranjera que los clientes compran en operaciones de menudeo, pero también existe un activo que son los préstamos, por los cuales el cliente tiene que pagar la equivalencia cambiaria en dólares. Además, tampoco se corre el riesgo de que se agoten los dólares, porque se presta en bolívares».

Banca y Negocios

 

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