Einstein Millán Arcia: La nueva mentira del Ministro de Petróleo

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Toda empresa petrolera respetable y reconocida, se distingue por la concordancia y rigidez entre lo que dice que va a hacer y lo que realmente hace o entrega. Es una de las características fundamentales que denota la seriedad y confiabilidad de una corporación. Ello se logra con la madurez y el conocimiento a cerca del negocio, de su directiva, aparte de una buena planificación tanto corporativa, como operacional.

Planificar no es algo que puedan hacer aprendices, paracaidistas, ni improvisados, como los que ha impuesto el “madurismo” desde 2016. Para planificar se requiere madurez, conocimiento, experiencia, experticia y visión integral del negocio. Se requiere información en tiempo real, histórica y también analógica. Una buena planificación se logra con la alineación de pautas gubernamentales de alto nivel, con los recursos disponibles y con la satisfacción de las necesidades inherentes a la actividad requerida, vista desde distintos escenarios en tiempo y espacio. No es el deseo lo que se planifica, son escenarios sustentados en visiones realizables de distinto alcance.

El saber planificar no pareciera ser una de las cualidades de las directivas de PDVSA desde particularmente el 2017 en adelante. De allí que a partir de entonces no se han presentado los estados financieros, ni operacionales de PDVSA y no ha habido una sola oferta o pronóstico de producción, refinación o exportación, que se haya cumplido; ni con M. Quevedo, ni con T. Aissami y A. Chávez.

Entre Falsos Juramentos y Ofertas Fallidas

Para inicios de 2020 antes de la incorporación de la comisión presidencial integrada por T. Aissami y A. Chávez, la producción de PDVSA rondaba 882.000 BPD, habiéndose precipitado en manos de M. Quevedo, desde 1.955.000 BPD al cierre de Octubre’2017. Venezuela en manos del mal general deja de producir 1.073.000 BPD en 26 meses de pésima gestión y aun así lo premian con una silla en la AN.

El mayor error que cometió N. Maduro con PDVSA fue el haber abortado a N. Martínez [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1487839834471383040?s=21 ] en el peor momento posible, en medio de sanciones y una coyuntura interna que demandaba conocimiento del negocio. Quevedo resultó ser el mayor destructor en la historia de PDVSA, porque ni el, ni su equipo supieron que hacer, aparte de cuidar y satisfacer sus intereses personales.

Hacia Febrero’2020 aparecen Aissami y Asdrubal para encargarse de la industria, en la figura de una comisión presidencial. Hay que reconocerlo, eran tiempos complejos, con sanciones y la pandemia. Tiempos de muy bajos precios del barril donde incluso el WTI llegó a cotizarse en terreno negativo hacia Abril’2020.

Eran tiempos en donde colapsaron los inventarios internos y existían cuellos de botella para las exportaciones e importaciones. Pero eran tiempos donde se requería conocimiento del negocio y eso, no abundaba entonces, ni abunda hoy en PDVSA. Trump apretaba las tuercas a Venezuela con las sanciones y en consecuencia, la producción nacional colapsó hasta 393.000 BPD hacia Junio-Julio’2020.

Mas adelante, en medio de un ambiente de relajamiento de las sanciones promovido por el arribo de las elecciones en los Estados Unidos, en Octubre’2020 cuando lograron remontar cierta producción hacia 650.000 BPD (OPEP directo) producto de dicha relajación, Aissami y Asdrúbal se aventuraron a fijar como meta de producción 1.829.000 BPD para el cierre de 2021 [ https://www.descifrado.com/2020/10/21/pdvsa-proyecta-elevar-la-produccion-petrolera-en-2021-a-mil-barriles-diarios/ ]. Una oferta que resultó ser inocua e irresponsable, ya que no tenían, ni tienen aún acceso al necesario nivel de actividad, ni financiamiento alguno. Una oferta propagandística que presentaba un objetivo de producción a todas luces engañoso e inalcanzable.

No pasaron 4 meses cuando en Febrero 2021, Aissami jura (literalmente) a N. Maduro, que la estatal Petróleos de Venezuela cerrará el año 2021 con una producción de 1.508.000 BPD de crudo y 6.000 millones de pies cúbicos de gas por día [ https://gweb.globovision.com/article/ministro-del-petroleo-estima-producir-un-millon-y-medio-de-barriles-crudos-diarios ].

Viéndose con el agua al cuello con una meta que era imposible de honrar, en Noviembre 2021; faltando apenas días para el cierre del año, el ministro y el presidente de PDVSA reducen nuevamente su objetivo de producción hacia 1.000.000 BPD [ https://costadelsolfm.org/2021/11/07/pdvsa-recorto-sus-proyecciones-de-produccion/ ].

Al igual que las otras ofertas, el millón de T. Aissami y A. Chávez resultó ser otra mentira más [ El millón del ministro Aissami resultó ser otra mentira más – Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan (aporrea.org) ] y la producción de cierre de Diciembre fue de solo 871.000/681.000 BPD, con una producción promedio-año 2021 de 636.000/554.000 BPD según fuentes OPEP directo/secundario.

En cualquier país o corporación petrolera del mundo, estos dos “funcionarios”; Aissami y Asdrúbal, ya hubieran sido conminados a poner sus cargos a la orden, pero en Venezuela, los premian.

La Nueva Mentira de Aissami

Apenas entrado 2022, el mismo ministro fallido ofrece producir 2.000.000 BPD para el cierre del año en curso [Aspiran 2 millones de barriles de crudo diarios a finales del 2022 (nuevodia.com.ve)]. Una oferta verdaderamente descabellada.

Para Diciembre’2020 Venezuela reportaba a la OPEP los mismos 25 taladros activos que hoy reporta, aunque según el seguimiento de Baker Hughes en realidad no existía, ni existe en la actualidad ningún taladro de perforación activo en Venezuela.

Con una mejor infraestructura que la actual y bajo el mismo nivel de actividad, durante 2019 la producción se precipitó desde 1.013.000/792.000 BPD promedio, hacia 882.000/733.000 BPD en Enero’2020 según fuentes OPEP directas/secundarias. No por casualidad, un nivel de producción muy parecido al máximo nivel logrado durante 2021 de 871.000/681.000 BPD. A nuestro juicio, en el entorno de ese volumen de 882.000/733.000 BPD (+/- 35.000 BPD), está el nivel de equilibrio de la producción de PDVSA, bajo   las condiciones reinantes de ausente inversión y actividad de perforación.

Un cambio sustancial en la producción solo será posible, cuando se logre un viraje completo en la estrategia (si es que tienen alguna) de negocios y se articule un plan de acción exigente, pero realizable en nuestra industria petrolera.

Einstein Millán Arcia: Asesor Petróleo y Gas “Upstream”/Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979. Ha publicado y presentado en diversas revistas y conferencias internacionales más de 12 trabajos especializados en materia de Petróleo y Gas. Ha escrito más de 300 artículos de opinión y sido citado en materia de petróleo y gas en: spglobal.com, aporrea.org, NoticiasVenezuela.org, Plattsblog, Oilpro.com, las armas de coronel, El Nacional, Vanguardia de España, segurosybanca.com, The Slush Pit (Oklahoma Oil & Gas News), Energy Economist, Kaieteur-news & Stabroeknews Guyana, Sputnik-news y Los Ángeles Times.

 

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