Desde hace 20 años se decretó un Día de la Zulianidad. Creo que somos el único estado, o región del país, que lo ha hecho. En la mejor tradición de nuestro particularismo histórico tan propio de nuestra manera de ser y pensar. Nos gusta sentir que somos diferentes, sin poner en duda nuestra venezolanidad.
El tema identitario es bastante complejo porque envuelve muchas facetas, desde las geográficas-históricas hasta las antropológicas-culturales y psicológicas que implica usos, costumbres, creencias, hablas y manera de ser. De acuerdo al acercamiento que hagamos al tema se desarrollará el razonamiento correspondiente.
La identidad colectiva se desarrolla en un territorio determinado y en un proceso histórico de siglos.
Ser-Siendo podríamos decir y en nuestro caso cabe la pregunta desde cuándo nos identificamos como zulianos.
Los ancestros indígenas no se auto-identificaban como zulianos, todavía hoy se asumen como wayúu, yukpa y Bari. Todos los demás, desde el siglo 16 en adelante somos grupos migratorios de diversos orígenes “avecindados” en tierras zulianas, desde hace mucho o poco tiempo.
La zulianidad, como identidad racionalizada. Como toda identidad histórica de cualquier pueblo o sociedad del mundo, expresa un fecundo mestizaje y un poderoso sincretismo y “mezclaje” creador.
En este sentido lo zuliano lleva siglos “definiéndose” en sus particularidades locales, rurales y urbanas en dónde Maracaibo sobresale por simple estadística. Esta ciudad ha sido el centro de atracción demográfico por razones económicas, sociales, políticas y culturales y ello le ha permitido posicionarse como la segunda ciudad del país.
El Zulia, bastante aislado por mucho tiempo del resto del país, desarrolló una temprana vocación mercantil y exportadora: tabaco/cacao/café/petróleo/etcétera. Y una vinculación propia con la economía capitalista mundial que ayudó a su carácter de ciudad progresista y de vanguardia, y en términos culturales nos dio mayores posibilidades de avanzar y tener una pequeña élite ilustrada.
Después está el habla tan particular y una psicología muy expresiva y abierta y de fuertes costumbres y arraigo sentimental que se resume en la frase “Chinita, lago y sol”.