La fantasía es más robusta cuanto más débil es el razonamiento. Giambattista Vico.
Luego de cuatro días de que Rusia materializase su acción militar sobre Ucrania, la cual no solo se circunscribe a los territorios del Donbas, sino que pretende derrocar al gobierno ucraniano y mostrar su hegemonía sobre Europa Oriental, aumentando así las amenazas sobre las otras ex repúblicas soviéticas, además de retar a la OTAN (Organización del tratado del Atlántico Norte), la cual, según la lógica de Moscú, ha expandido su control sobre territorios que anteriormente estaban bajo el dominio de la ex URSS y constituye una agresión a los intereses rusos, demostrando como la debilidad de Occidente se hace cada vez más obvia frente a la creciente importancia rusa por una parte, y china por la otra, pues del resultado y consecuencias que se deriven de este conflicto, se estaría permitiendo que las pretensiones expansionistas se llevaran a cabo sin esperar ninguna consecuencia directa, se puede entender que esta acción sin precedentes desde 1945 de una invasión en territorio europeo, es la demostración fiel de la debilidad occidental y de la manera indolente con la cual han tratado a regímenes autoritarios como Rusia y China.
Los ataques y la violencia del ejército ruso, dejan al mundo occidental sin capacidad de respuesta, la “Putin war”, (guerra de Putin en español) es la demostración visible de una abierta debilidad occidental, los planes expansionistas de Vladimir Putin y su desprecio por la democracia y la libertad, han coexistido con una postura de cohabitación por parte de Occidente, donde no falta quien además lo considera un proveedor seguro de materias primas, gas y petróleo, sin tomar en cuenta su talante poco democrático y el riesgo que supone para el mundo libre, la democracia y desde luego los valores preconizados por la OTAN, en su zona de influencia.
Sin más ambages, la causa de este conflicto reside en los ideales de libertad y democracia que se expanden en los territorios próximos a Rusia, es decir, sus anteriores republicas satélites. para Vladimir Putin hasta la idea del retorno hacia la URSS resulta chocante, el sueña con una Rusia imperial, una suerte de retorno a la era de los zares, con ello la tesis del corsi e ricorsi storici, “ciclos circulares de la historia” de Giambattista Vico, asume especial interés: la historia repite sus ciclos en círculos, las apetencias de Putin obedecen a la pretensión totalitaria que aún no se ha logrado extirpar del mundo y que de nuevo, nos exponen a la horrida realidad del siglo XX y sus atavismos, ahora agravados por la posibilidad de aniquilación total de la humanidad.
Desde luego, Occidente cada vez más debilitado ha optado por aplicar sanciones, hasta que impelidos por la brutalidad del ejército ruso y luego de una semana de horror, optaron por aplicar una drástica sanción en materia financiera, misma que ha recibido el calificativo de la acción financiera nuclear, término con el cual no estoy de acuerdo pues genera desasosiego e incertidumbre, en un escenario incierto como el que vivimos, la sanción a la cual hago referencia es la eliminación de algunos bancos rusos del sistema de transacciones financieras internacionales SWIFT, el cual es un mecanismo o canal casi insustituible para las transacciones de los sistemas financieros dentro y fuera de Rusia. Quiero explicar que la suspensión de Rusia del SWIFT, es únicamente sobre algunos de sus bancos, sus tres principales bancos no fueron excluidos, sin embargo la medida tiene un costo que asciende a 46 mil millones de dólares, 80% de las divisas manejadas por Rusia.
Esta medida que aun deja un radio de acción para los tres principales bancos rusos, se complementa con lo anunciado por Úrsula Von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, quien el sábado 26 de febrero anunciare que se paralizan los activos del Banco Central de Rusia, congelando sus transacciones e imposibilitando la liquidación de sus activos, aunque Rusia cuenta con un sistema de transacciones paralelo al Swift, SPFS, este solo abarca 400 instituciones y no las 11.000 que incorpora el SWIFT, solo permite al Banco Central de ese país transar el 20% de sus transacciones internas, por ende la acción de bloquear a ciertos bancos rusos de este sistema global de transacciones seguras golpea a la economía de este país, esta acción al complementarse con el bloqueo del Banco Central y la imposibilidad de liquidar activos, hace inviable o al menos muy complejo el proceso de financiamiento de una operación militar, sin contar con el concurso de la autoridad monetaria rusa.
Se mantienen libres los tres bancos principales de Rusia, pues es una acción más que coactiva, disuasoria, complementada con el bloqueo de los activos del Banco Central de Rusia, reitero que se dificulta el financiamiento de una operación militar, que en el ámbito de popularidad y apoyo político le resta mucho a la administración de Vladimir Putin, claro está que Rusia cuenta con el sistema de pagos trasfronterizos ofrecido por China, el CIPS, pero este opera en yuanes y no en dólares, lo cual dejaría a Rusia frente a la opción de las criptomonedas que al ser un activo de riesgo, descentralizados no representan una opción atractiva para el país, la desconexión parcial de Rusia al SWIFT, constituye una respuesta contundente a la arremetida militar de Rusia, un país cuya economía cayó en 10% durante el 2020 y tuvo crecimiento cero en 2021.
Es menester aclarar que lo que viene ocurriendo es el cumplimiento de una agenda que se inició en 2014, con la anexión de la Península de Crimea y desde luego el control de la salida al Mar Negro y su conexión con el mediterráneo, controlando la base naval de Sebastopol, hecho que cumplió Rusia a cabalidad y le valieron una trama de sanciones que bien tuvo en vadear; las apetencias totalitarias de Vladimir Putin no han cesado, pues sus motivaciones se orientan al restablecimiento de las otroras repúblicas soviéticas, las intenciones de Putin, de no ser contenidas o revertidas se orientarán hacia las repúblicas bálticas de Letonia, Estonia y Lituania, quienes detentan convenios de cooperación con la OTAN y desde luego entorpecen las pretensiones de Putin por controlar el mar báltico, intentando restablecer las fronteras de la antigua URSS, frente a la expansión de la OTAN.
Los enclaves de Georgia, han sido promovidos por la federación rusa de manera factual, pero buscando la hegemonía en Europa Oriental, la crisis de Ucrania puede desde luego de acuerdo a su desarrollo, avivar las propensiones expansionistas de China y buscar la anexión de Taiwán, desde luego demostrando la limitación de Occidente y el empleo de sanciones financieras que hay que evaluar, en materia de teoría de juegos, asumiendo posturas suma ceros o suma variable, la estimación de la eliminación de Rusia del SWIFT, supondría una contracción del 5% del PIB en la economía rusa, cuyas cifras no son nada halagüeñas pero demuestran que existe por parte de Rusia la posibilidad de tolerar estas sanciones, Rusia ha atesorado y acumulado capital en detrimento del crecimiento económico del país y de la precariedad de su economía, consiguiendo acumular la cantidad de 600 mil millones de dólares en reservas Internacionales, se tendría que evaluar si las sanciones y el bloqueo del Banco Central de Rusia, impiden el empleo de esta astronómica cifra de Reservas Internacionales, en detrimento del bienestar social y económico. A pesar de las sanciones aplicadas desde 2014, Rusia ha recalificado la composición de Reservas Internacionales hacia Euros, se tendrá que evaluar si las sanciones contra el banco Central logran persuadir a Rusia, pues toda Europa Occidental es rehén energético de Rusia, así pues el 40% de los conductores de gas pasan por Ucrania y el 38% del petróleo proviene de Rusia y el 42% del gas también provienen de la Federación Rusa.
El corolario definitivo es que la pasividad de Occidente, se debe a la dependencia de Rusia como proveedor, Rusia cuanta con reservas de dólares que le permiten vadear la invasión a Ucrania, la evolución de este conflicto condicionaría las propensiones militares de China, la consecuencia para la economía local se pueden evidenciar en el aumento de los precios del petróleo, aunque la cantidad producida es ínfima, la postura de Venezuela frente a este conflicto podría suponer la ralentización de la moderación de sanciones, evaluaremos el desarrollo de este conflicto y sus futuras implicaciones.
La verdad en sí misma está hecha. Giambattista Vico.