El papa Francisco lamentó este domingo “los ríos de sangre y de lágrimas” que corren en Ucrania a causa de la invasión y los ataques de Rusia, pidió la instauración de corredores humanitarios para la población civil, y afirmó que la Santa Sede “está dispuesta a hacer de todo, a meterse en servicio por esta paz”.
Durante el Ángelus de este domingo, que encabezó en el Vaticano, el Sumo Pontífice imploró “que cesen los ataques armados”. “No se trata solo de una operación militar, sino de guerra, que disemina muerte, destrucción y miseria”, criticó, y lamentó que “las víctimas son cada vez más numerosas, así como las personas que huyen, especialmente madres y niños”.
En esta línea continuó su mensaje: En ese país martirizado crece la necesidad de asistencia humanitaria. Reitero mi llamado para que se aseguren los corredores humanitarios, que se garantice la ayuda a las zonas asediadas para ofrecer vital socorro a nuestros hermanos y hermanas.
A su vez, Francisco agradeció “a todos los que están acogiendo refugiados”, y pidió “que cesen los ataques armados y prevalezca la negociación y el buen sentido. Que se vuelva a respetar el derecho internacional”. Muchos los presentes en la Plaza San Pedro llevaban banderas de Ucrania.
El Papa agradeció también a los periodistas que cubren el conflicto a cuando “ponen en riesgo su propia vida” pero que ayudan a mostrar “la crueldad de una guerra”. En ese marco, tal como ya había anticipado el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin, el Papa planteó que “la Santa Sede está dispuesta a hacer de todo, a meterse en servicio por esta paz”, renovando su disposición a una facilitación del diálogo.
Infobae