Mi mayor desgracia sería morir antes de que termine la dictadura de Maduro y compañía, dijo Paulina Gamus

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Se arrepiente de no haber escrito lo vivido de adulta. Es crítica con los que quiere. Sus respuestas traen anécdotas de lo vivido, los gustos, los placeres, lo aprendido. Le hubiese gustado poder tocar un instrumento musical. Su sonrisa expresa templanza y buen humor. Y sobre Caracas dice: “Creo que uno pertenece es al lugar donde están enterrados sus seres queridos”.

-¿Cuál es el rasgo que más define su carácter?

-Creo que es el sentido del humor, siempre estoy, o trato de estar, de buen humor.

-¿Qué es lo que más valora de sus amigos?

-La constancia, a pesar del tiempo sin vernos y la distancia que nos separe.

-¿Cuál es su principal defecto?

-La impulsividad. Aunque con los años he ido mejorando, y ya no tomo decisiones tan repentinas.

-¿Qué cualidad aprecia más en una pareja?

-Lo que aspiro de una pareja es la lealtad.

¿Cuál es su ideal de felicidad?

-Estar en paz conmigo misma, es mi manera de sentirme feliz.

–¿Cuál sería su mayor desgracia?

-Mi mayor desgracia sería morir antes de que termine la dictadura de Maduro y compañía. Tengo 85 años y no sé cuantos más voy a vivir o estar lúcida; y no quiero ser pesimista, pero no veo la salida de este régimen a la vuelta de la esquina, pero sería muy feliz si eso ocurrirá antes de que yo muera.

-¿Quién es su autor favorito?

-Esta pregunta es muy difícil, porque soy muy heterogénea en mis lecturas, pero te diré que Alejandro Dumas, que fue el primero que leí y Fiódor Dostoyevski, que siempre me ha  impactado y me gusta releerlo.

-¿Cuál es su héroe o heroína de ficción?

-Ana Karenina, personaje y novela muy importantes del escritor ruso, León Tolstói. Creo que fue una mujer muy valiente, que se atrevió, por amor, a desafiar todos los prejuicios de su época. Desgraciadamente tuvo un final muy triste, pero les abrió camino a otras mujeres para tomar decisiones y arriesgarse a romper con todos esos frenos sociales que había en su tiempo.

-¿Quién es su músico favorito?

-Gustav Mahler, su música me emociona porque refleja en ella su vida tormentosa. Eso me causa un sentimiento muy especial.

-¿Y su pintor preferido?

-Salvador Dalí me gusta mucho, porque trato siempre de interpretar sus pinturas, Además, una vez estaba en París cenando con mi esposo en un restaurant, y él llegó con Gala. Cargaba puesta una capa de piel de leopardo y se sentaron en una mesa, que nosotros podíamos ver a través de una columna de espejos; pidieron una sopa, no pagaron absolutamente nada, se levantaron y se fueron. Las únicas personas en el lugar éramos mi esposo y yo y Salvador Dalí y Gala. Lo admiraba mucho antes de verlo en persona.

-¿Qué es lo que más detesta?

-La traición.

-¿Su héroe o heroína de la vida real?

-Todas las mujeres venezolanas que son madres solteras y levantan a sus hijos con gran esfuerzo. Esas que padecen la hambruna que ha provocado este Gobierno. Ellas son mis heroínas, las mujeres comunes y corrientes de Venezuela, que son grandiosas.

-¿Un hecho militar que valore?

-La lucha de la Fuerza Armada Venezolana contra la guerrilla castrocomunista en los años ‘60.

-¿Qué virtud desearía poseer?

-Me hubiese gustado poder tocar algún instrumento musical, mi predilecto, la guitarra española. Lamentablemente nunca me empeñé en hacerlo.

-¿Cuál ha sido su mayor frustración?

-No haber sido cantante de ópera, porque eso es lo que yo aspiraba ser en mi juventud.

-¿Una reforma que admire?

-El Pacto de Puntofijo, porque reformó la política venezolana y reformó al país.

-¿Cómo le gustaría morir?

-En el sueño.

-¿Cuál es el estado más común de su ánimo?

-Tranquila en mi casa, sin agitación. Yo tengo una vista muy hermosa de El Ávila desde mi estudio y habitación, entonces verlo cambiar de color a diferentes horas del día para mí es muy importante. Vivo sin presiones de nada ni nadie, paso el tiempo dedicada a mi computadora o leyendo, o viendo cosas que me gustan en la televisión.

-¿Qué defectos en la gente le inspiran indulgencia?

-La ignorancia de quienes no tuvieron la oportunidad de estudiar; es decir, respeto la ignorancia de quien no tuvo oportunidad de estudiar.

-¿Tiene un lema o una máxima?

-Viene del judío-español que hablaban mis antepasados y dice así: Veremos la luna y tomaremos el bairam. El bairam es la cena de los musulmanes cuando termina el Ramadán. Esto no quiere decir otra cosa que tener paciencia y esperar a que las cosas maduren.

-Si tuviera la oportunidad de viajar en el tiempo y traer de vuelta a una persona, ¿a quién escogería?

-A mi hermana Victoria, que murió a los 43 años y era una gran amiga y compañera. Quisiera que estuviera otra vez conmigo.

-¿Qué palabra eliminaría del diccionario?

-Ninguna, porque creo que sería un acto de censura y estoy en contra de la censura.

-¿Un ídolo?

-Nunca tuve ídolos, porque creo que nunca fui apasionada en nada, ni siquiera en el amor. Siempre fui lo suficientemente racional para encontrarles defectos a las personas que quiero, al partido al que pertenecí y en general a quienes me rodean.

-¿Cuál es su placer culposo?

-Comer dulce.

-¿De qué se arrepiente?

-Me arrepiento de muchísimas cosas, tantas que no podría enumerarlas aquí. Quizá lo que más lamento es no haber llevado nunca un diario de mi vida adulta.

-¿Un sabor que le recuerde a su infancia?

-La comida de mi mamá, que era deliciosa. El plato que más recuerdo es uno que en turco se llama Imán Bayaldí, y significa cuando el imán se desmayó. Se trata de unos calabacines rellenos de arroz y carne, pero que nadie en el mundo puede hacerlos como mi mamá.

-¿Una ciudad por la que sienta afecto?

-Mi Caracas natal. Nunca he vivido en otro lugar, he viajado por muchos lugares del mundo, pero siempre regreso con mucha alegría a mi ciudad. Aquí están enterrados mis padres y abuelos; y creo que uno pertenece es al lugar donde están enterrados sus seres queridos.

La Gran Aldea

 

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