Rafael A. García: Joseph Conrad y una mirada al alma humana

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El libro El corazón de las tinieblas, publicado por primera vez en 1899, es la obra más famosa de Joseph Conrad. Incluida como una de las novelas más importantes de la literatura universal, el libro sufrió un renovado impulso en 1979, cuando el director de cine Francis Ford Coppola lo adaptó para el guión de su gran clásico bélico Apocalypse Now. La historia es narrada por el protagonista, Charlie Marlow, quien nos cuenta la travesía que realizó remontando un río tropical para localizar a un tal Kurtz, un escurridizo y legendario explorador que, según sus superiores, parece haberse atrincherado en lo más profundo de la selva. Pronto el viaje se convierte en una travesía con múltiples problemas, en los que el misterio y la degradación crece conforme la leyenda del Señor Kurtz se agranda y toma forma. “El corazón de las tinieblas”, de Joseph Conrad, publicado por Alianza Editorial, es una novela se basa en un hecho real de la vida de Conrad, quien remontó el río Congo como capitán de un barco en 1890, mientras trabajaba para la compañía SGB. Allí, en medio de la explotación y genocidio que los colonos llevaron a cabo en el Estado Libre del Congo coto privado del rey Leopoldo II de Bélgica, Conrad quedó verdaderamente traumatizado, queriendo relatar el horror de su experiencia en un libro en el que, por otra parte, y pese a los paralelismos entre autor y protagonista, no se citan lugares ni personajes reales. La obra es una de las mejores críticas al colonialismo europeo en África, así como un verdadero descenso a lo más profundo de la psique humana. Una mirada hacia el salvajismo ancestral en el que parece caer el hombre al alejarse de las reglas y el orden de la civilización, cuando esta no es más que un punto lejano en el horizonte. Ese es el mensaje de Conrad: nuestra tremenda fragilidad moral.

“La fuerza de uno es sólo un accidente que se deriva de la debilidad de los otros“ Aparte de los personajes, definidos en torno a virtudes y vicios (la inocencia,  la honestidad, la ambición, la locura, etc.), destaca el papel del paisaje y la ambientación, que cobran fuerza hasta convertirse en un actor más por sí mismo, marcando, además, el desarrollo estructural de los sucesos que ocurren en la trama: conforme Marlow y los suyos se adentran en la selva, el barniz de la civilización va desapareciendo, hasta materializarse situaciones que harán a Marlow replantarse buena parte de su vida, mientras crece su deseo por resolver el enigma que rodea la magnética e incomprensible figura de Kurtz. El corazón de las tinieblas gozó de renovado éxito a finales de los años 70, cuando se adaptó su historia para el guión de uno de los más grandes clásicos del celuloide: Apocalypse now. Sin embargo, la magnífica película de Coppola, protagonizada por Martin Sheen, traslada la trama a la guerra de Vietnam. Especialmente celebrado fue el papel de Marlon Brando, quien dio vida a un pavoroso Kurtz que está realmente a la altura de su personaje literario. Nacido como Józep Teodor Konrad Korzeniowski, en Berdyczów (antigua Polonia, hoy Ucrania), Joseph Conrad fue un escritor atípico. Desarrolló su talento a una edad bastante tardía y escribió toda su producción literaria en inglés, lengua que aprendió leyendo a Shakespeare. “¿Principios? Los principios no son suficientes. Son sólo vestidos, trapos que vuelan a la primera sacudida” Huérfano desde los 12 años, Conrad abandonó los estudios para marcharse a Marsella, donde se enroló como marinero. Sólo se sabe que viajó por el Caribe, trabajó como traficante de armas y estuvo a punto de suicidarse por amor. Poco más. Con el fin de escapar del servicio militar obligatorio, emigró a Inglaterra, donde continuó su labor como marinero en los años del apogeo del Imperio colonial inglés. Como tal acabo nacionalizándose, lo que le permitió alcanzar el rango de capitán de la marina mercante británica. Todas esas horas a bordo de barcos, las relaciones que sostuvo y las cosas que vio forman el pensamiento de Joseph Conrad, el cual se traslada a sus obras: Lord Jim, Nostromo, Con la soga al cuello, etc. Una filosofía que explota como pocas la vulnerabilidad moral del ser humano y en la que, bajo un profundo pesimismo, observamos la cruel lucha existente entre el individuo y el mundo que le rodea. Joseph Conrad. Aunque nacido en Polonia, toda la obra fue escrita en inglés. Se trata de un escritor al que cuesta clasificar, quizá por esa mezcla de realismo y romanticismo que desarrolló, o bien porque escribió su obra en un idioma distinto de su lengua natal, lo que le dio un uso singular del inglés. Considerado como uno de los principales escritores premodernistas, se entretejen en sus libros temas recurrentes como la soledad, el mar, la aventura y el vacío ético del ser humano. Autor de reconocido éxito, se relacionó en vida con figuras de la talla de Bertrand Russell, H. G. Wells, Henry James o Rudyard Kipling. A su afición al juego, que le causó graves problemas económicos, hubo que sumar sus continuas caídas en la depresión, y al final de su vida, su mala salud. Moriría de un ataque al corazón el 3 de agosto de 1924 en Bishopbourne, Inglaterra, poco después de rechazar el título nobiliario que la corona le ofreció. Hoy, el cuerpo de Conrad reposa en el cementerio de Canterbury, donde su lápida reza: “El sueño tras el esfuerzo, tras la tempestad el puerto, el reposo tras la guerra y la muerte tras la vida, harto complacen”

En boca de Marlow: fragmentos de “El corazón de las tinieblas”

“La conquista de la tierra en su mayor parte no consiste más que en arrebatársela a aquellos que tienen una piel distinta o la nariz ligeramente más achatada que nosotros.” “Hay un aire de muerte, una idea de mortalidad, en la mentira, que es de forma precisa lo que más odio y detesto en el mundo, lo que más me gustaría olvidar.” “El terror de mi situación no estaba en recibir un golpe en la cabeza aunque tenía una sensación muy viva de ese peligro también, sino en tener que hacer frente a un hombre ante el cual no podía apelar a nada, ni sagrado ni bajo… y yo lo sabía. Se había desprendido a sí mismo de la tierra. ¡Ese hombre la había pateado hasta romperla en pedazos!” “La vida es algo gracioso, un arreglo misterioso de lógica despiadada para un propósito fútil… una cosecha de pesares inextinguibles.” “Arrancarme de la lectura fue como separarme del refugio de una vieja y sólida amistad.” “Yo tuve que pasar también por el calvario de mirar dentro de mí mismo. Ningún ejercicio de elocuencia hubiera podido ser tan fulminante con la fe abstracta en la humanidad como su última explosión de sinceridad. Luchó consigo mismo. Yo lo vi., lo escuché. Yo vi. el inconcebible misterio de un alma que no conocía la moderación, ni la fe, ni el miedo, y que sin embargo había luchado a ciegas consigo misma.” “Vi sobre ese rostro de marfil la expresión de sombrío orgullo, de implacable poder, de pavoroso terror, de una intensa e irremediable desesperación. ¿Volvía a vivir su vida, cada detalle de deseo, tentación y entrega, durante ese momento supremo de total lucidez? Gritó en un susurro a alguna imagen, a alguna visión. Un grito que no era más que un suspiro: ¡Ah! ¡El horror! ¡El horror!” “El mar estaba cubierto por una densa faja de nubes negras, y la tranquila corriente que llevaba a los últimos confines de la tierra fluía sombríamente bajo el cielo cubierto. Parecía conducir directamente al corazón de las inmensas tinieblas.”

La música es la poesía, de las almas ulceradas.

rafag_0611@hotmail.com

 

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