La invasión a Ucrania, va para largo. No es el paseo que el afán imperial quería. No se esperaba la reacción adversa de una parte del pueblo ruso, tampoco la tenaz resistencia Ucraniana. Abre una nueva temporada de precios altísimos para la energía fósil. Parece mentira que después de tanto denigrar de él, que el petróleo sea oro negro otra vez. También es de destacar que el mercado de la energía tiene muy poco de ideología solidaria, es lo que indica lo que parece ser un hecho incontrovertible: Que Rusia se benefició del antiimperialismo petrolero de Chávez.
En nuestro país tampoco va a ser fácil que la élite que gobierna saque mucho provecho de tan terrible calamidad, como es la invasión a Ucrania, pues para explotar el tipo de petróleo que tenemos se necesita gran cantidad y calidad de capital, y hace falta, sobre todo mucho conocimiento especializado, cosas que escasean en estos momentos. Además los apresurados compromisos adquiridos con clientes que no pagan muy bien que digamos, restringen la posibilidad de reanudar el negocio con clientes que históricamente han sido buenos pagadores. De modo que es muy posible que la onda expansiva de ingreso fiscal no sea tan alta ni larga como la ocurrida con Chávez, si es que la hay. Además la malversación y la corrupción que acompañan los buenos negocios del Estado están hoy más fuertes que nunca, a juzgar por lo que dicen los sistemas judiciales del mundo respecto al enriquecimiento obsceno de funcionarios y familiares.
En ese marco, el trabajo en Educación tendrá que hacer un enorme esfuerzo para conquistar sus derechos constitucionales a una vida mejor que la que hoy se le ofrece. No por aquello de que el que no llora no mama, sino por indignidad que significa lo que se invierte en Educación, después de la monserga que hemos tenido con la Revolución Educativa. Porque no se trata solo de salarios también se trata de la necesidad de recapitalizar la institucionalidad toda, física y conceptualmente. La reconstrucción de un sistema devastado por el abandono y la sobresaturación de irresponsabilidades que ha caracterizado la Gestión y la Política Pública de la Educación desde 1999. Principalmente desde el 2002, cuando se impuso un diseño político que instrumentalizó la acción educativa del Estado en función de la antidemocrática intención de gobernar para siempre, sea como sea.
891 Memoria Educativa Venezolana, paso a paso
