Rafael Ramírez: La cándida Eréndira y su abuela desalmada; De Pdvsa al Sambil

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En días pasados se filtró en las redes sociales, la noticia de que el gobierno devolvió al Grupo Cohen el Centro Comercial Sambil de La Candelaria, el cual fue expropiado por el Presidente Chávez hace 14 años. Recuerdo que en aquellos tiempos el ahora todopoderoso Jorge Rodríguez era el Alcalde del Municipio Libertador con una pésima gestión y, a pesar del masivo apoyo por parte del gobierno y de PDVSA, era muy dado a pedirle al Presidente Chávez un conjunto de acciones que lejos de ser efectivas, eran efectistas. Es en ese marco en que se expropia El Sambil y el edificio La Francia, entre otras edificaciones emblemáticas de la ciudad. Los solicitantes de esta acción presidencial nunca fueron capaces de concretar ninguno de los proyectos que prometieron desarrollar cuando solicitaron las expropiaciones. Ahora, el madurismo, es decir los mismos actores que pidieron esas acciones  revierten, en el más absoluto silencio, las decisiones del Presidente Chávez. No hay una explicación, no hay un argumento. Chávez queda cada vez más solo, asumiendo las culpas tanto de la incapacidad de ejecución como del desastre causado por el gobierno de maduro.

Nadie del gobierno dirá nada, no veremos argumentos, en el programa de Diosdado Cabello –que abusa groseramente de la figura de Chávez y edita sus discursos a conveniencia–, tampoco los dará nicolás maduro y, mucho menos, Jorge Rodríguez, responsable directo de lo que pasó hace 14 años. Lo único que sí se ve en las redes es la comprensible algarabía y felicidad de los privados, que convierten un edificio en un símbolo de un proceso que no sólo es vital sino que también es lesivo para los intereses del país, como es el de la desnacionalización y entrega de los activos del Estado.

En realidad, la devolución del Sambil no es lo importante –más allá de que el gobierno deje a Chávez como un loco–, lo relevante y grave es la entrega que viene haciendo el gobierno de activos adquiridos con recursos del Estado, activos de todo el pueblo, en los cuales el estado invirtió miles de millones de dólares con el único fin de conquistar nuestra soberanía económica y fortalecer las capacidades productivas del Estado, para ponerlas al servicio del pueblo, y construir el socialismo.

Desde antes de 2018, cuando maduro se destapó con su verdadero programa político al anunciar, en agosto de ese año, su paquetazo económico, el madurismo ha venido entregando TODOS los activos del Estado a sus familiares y amigos, aliados políticos, agentes como Álex Saab y a toda una fauna de militares, dirigentes políticos, aventureros, empresarios de Fedecámaras y la “burguesía revolucionaria”, quienes se reparten los pedazos el país a cambio de apoyar política y económicamente a maduro para mantenerlo en el poder. Es decir, toda la economía del Estado Venezolano, aquello que Chávez llamó en algún momento Los Pilares de Nuestra Soberanía Económica y que él lo consideraba –antes de imaginar siquiera que sería traicionado– como el mayor logro de la Revolución Bolivariana: PDVSA, las empresas básicas, las Misiones Sociales, empresas de servicio público, empresas de distribución de alimentos, empresas agropecuarias, fábricas, complejos industriales, empresas de propiedad social, y un largo etcétera, fue entregado por el madurismo.

Ha sido una verdadera rebatiña muy efectiva, para enriquecer y comprar el silencio de los sectores políticos y económicos que hacían una oposición insensata, a muerte, en contra del Presidente Chávez y el Plan de la Patria, pues veían con claridad que Chávez estaba haciendo una Revolución y estaba construyendo el Socialismo.

Hoy día, estos sectores siempre oportunistas que, como bien lo identificaba nuestro querido Joselo, “lo que quieren es que los pongan donde haiga”, dejan atrás cualquier consideración ética o política –o tan siquiera nacional– y están dispuestos a pactar con los mismos que destruyen el país, con tal de hacer pingües negocios y obtener una zona de confort, en medio de la tragedia que sufre el pueblo venezolano. Quedarán para la historia política venezolana las infames declaraciones de políticos –que anteriormente llamaron a incendiar al país– y de empresarios –que participaron de forma sucesiva en todo tipo de conspiraciones–, llamando hoy a congraciarse, convivir y apoyar al gobierno de maduro.

Durante el anuncio del paquetazo de agosto de 2018 maduro, en su desenfreno, o para decirlo en su argot, con el “autobús en retroceso y sin freno”, acusó a Chávez y su gobierno de haber hecho “falsos positivos del socialismo”, por lo que él y su nuevo gobierno entregarían las empresas del Estado al sector privado, en lo que ahora se llaman “alianzas estratégicas”, para que ese sector les “enseñara” cómo gestionar las empresas del Estado.

Ni el PSUV, ni los que estuvieron al lado de Chávez –que han usufructuado de su figura y de su nombre en el poder–, levantaron la voz para decir NADA en contra de lo que se decía o venía. Solo lo hicimos unos pocos, leales al pueblo venezolano, y nuestra posición desencadenó una feroz persecución política y una brutal campaña de desprestigio en contra nuestra, basadas en falsas acusaciones e infamias de todo tipo.

A partir de la entrada en vigencia del paquetazo de maduro, no solo se han arrebatado todas las conquistas sociales de los trabajadores venezolanos, convirtiéndolos  en mano de obra esclava, sino que maduro, siempre en secreto, de manera irregular y violando la Constitución y la ley, ha venido transfiriendo los bienes y empresas del Estado a sus amigos y relacionados, sean estos ¡civiles o militares, políticos o “empresarios”!

Así, Toda la cadena de bodegones y los negocios de tráfico de alimentos de Álex Saab se montaron con base en la cadena de Abastos Bicentenario, PDVAL y Mercal, la misma que antes, durante el gobierno del Presidente Chávez, garantizaba el suministro de alimentos a todos los venezolanos. Como una verdadera bofetada a los más pobres, los Bodegones, el icono más notable del madurismo y su desprecio por el pueblo, fueron montados sobre grandes abastos y espacios de propiedad del Estado Venezolano.

A éstas siguieron las empresas del sector agropecuario, tierras y productoras de alimentos, que fueron entregadas, de manera secreta e inconstitucional, a los “socios” de la “burguesía revolucionaria”; lo mismo hicieron con las empresas del sector industrial o manufacturero y, por supuesto, con la gallina de los huevos de oro: PDVSA.

Para arremeter y entregar PDVSA, primero tuvieron que perseguir y encarcelar a los gerentes y trabajadores que acompañamos a Chávez durante la derrota del sabotaje petrolero y por más de 12 años en la conducción de nuestra querida empresa petrolera.

Una vez que nicolás y Diosdado se pusieron de acuerdo para sacarme de PDVSA y del país, lo que se produjo contra la empresa fue  una rapiña. Se estaba ejecutando un Plan que ya estaba en desarrollo, desde el mismo momento en que el Presidente Chávez anunció al país sus graves problemas de salud. Un plan a espaldas de Chávez, quien creía que viviría. 

Cuando maduro coloca a su sobrino Erick Malpica y a su incondicional Simón Zerpa, ambos tan incapaces como ambiciosos, al frente de PDVSA, la tesorería del país, en Bandes, FONDEN y en el Ministerio de Finanzas, lo primero que hizo fue VACIAR LAS ARCAS DE PDVSA. 

NO LES BASTÓ dilapidar LOS 40 MIL MILLONES DE DÓLARES EXTRA  QUE ENTREGAMOS AL FISCO NACIONAL EN 2014, sino que arrasaron con todos los Fondos de PDVSA. 

Desviaron los recursos presupuestados por PDVSA necesarios para sostener costos y gastos de las operaciones petroleras e inversiones en la empresa: una cantidad INMENSA DE RECURSOS. En mi último año de gestión 2013, invertimos 40 mil millones de dólares en costos y gastos de las operaciones y 22 mil millones de dólares en inversiones, para mantener una producción de 3 millones de barriles día, abastecer nuestro mercado interno y obtener ingresos por exportaciones petroleras de 120 mil millones de dólares. 

El gobierno, ARRASÓ, incluso, con el Fondo de Pensiones de los Trabajadores de PDVSA. Luego, haría lo mismo con CITGO, a la cual endeudaron para repatriar el dinero (esta fue la razón fundamental por la que dejaron morir en prisión al exministro  Nelson Martínez). Luego saquearon el FONDEN y el BANDES, vendieron las RESERVAS DE ORO DEL BANCO CENTRAL DE VENEZUELA, y duplicaron el endeudamiento con los chinos, llegando éste a 70 mil millones de dólares del Fondo Chino, hasta que China “le puso un parao a maduro”. 

Todo fue INCONSTITUCIONAL, ilegal, premeditado y significó una puñalada que destruyó a la economía nacional. No sólo colapsaron la capacidad de producción de PDVSA, que ha perdido 2,4 millones de barriles día de petróleo entre 2014 y 2022 (de acuerdo con el último Reporte de la OPEP, PDVSA produce solo 680 mil barriles día de petróleo MEZCLADO con diluente iraní),  sino que en este período (2014-2022) la economía presenta una caída acumulada de 83%.

Al ceder el control de la economía al mercado, se desataron los demonios del capitalismo especulador: hiperinflación, mega devaluación, dolarización y una pobreza extendida en el país de más del 90%, con el salario mínimo mensual más bajo de TODO el hemisferio Occidental y un éxodo doloroso, sin precedentes en nuestra historia, de 6 millones de venezolanos.

Venezuela es un país en ruinas y el único responsable de ello es nicolás maduro y su gobierno. Cualquier neoliberal puede estar sacando las cuentas de que un dictador como maduro ha sido necesario para revertir los logros alcanzados por el Presidente Chávez y frenar el camino para que Venezuela sea un país verdaderamente independiente y soberano. Es la visión de la tierra arrasada, con un terrible costo económico, social y espiritual para nuestro país.

Como lo he sostenido siempre, dadas las complejidades y características de nuestro país –un país petrolero–, la única manera de salir de la crisis  a la que nos ha llevado el madurismo, para reconstruir el país y sostener una economía capaz de garantizar el vivir bien de todos los venezolanos, construir una sociedad basada en la justicia social y el trabajo, es volviendo a los objetivos estratégicos del Plan de la Patria 2013–2019, el original.

Todo lo que ha sido cedido a los privados, incluyendo las áreas y operaciones de PDVSA, ha sido un estruendoso fracaso.

Cuando maduro puso a Quevedo como presidente de PDVSA, fue para que este general de la Guardia Nacional –actuando como si estuviera en un cuartel o un país ocupado–, no sólo arrasara con los beneficios laborales de los trabajadores petroleros, persiguiera y encarcelara a cientos de gerentes y trabajadores, imponiendo el miedo y el silencio (han salido más de 30 mil trabajadores petroleros de PDVSA), sino para entregar los activos de la empresa a sus socios privados, militares incluidos, y otorgaran a dedo a las transnacionales y a grupos privados (violando la Ley Orgánica de Hidrocarburos), las actividades reservadas por el Estado a PDVSA.

De acuerdo con los Estados Financieros de PDVSA al cierre de 2013 (PDVSA no ha vuelto a emitir estados financieros auditados a partir de 2016), nuestra empresa tenía 231 mil millones de dólares en activos, es decir en plantas y equipos (activos operacionales): taladros, buques, plataformas, embarcaciones, remolcadores, lanchas, equipos de servicio petrolero y un largo etcétera, que están perfectamente registrados como ACTIVOS DEL ESTADO.

Quevedo no solamente hizo caer la producción hasta 700 mil barriles día de petróleo, sino que dejó perder estos bienes y los cedió al privado, en lo que ha sido EL DESFALCO MÁS GRANDE DE NUESTRA HISTORIA.

Después, maduro y el Tribunal Supremo de Justicia emitieron el Decreto 3.368, de fecha 12 de abril de 2018, y las sentencias del TSJ número 155 y 156, de fechas 27 y 28 de marzo de 2017 respectivamente, para REVERTIR la Plena Soberanía Petrolera conquistada por Chávez en nuestro periodo, entregando a los privados campos de petróleo y gas, otorgarles el control operacional de las MEJORES ÁREAS DE PETRÓLEO en la Faja Petrolífera del Orinoco, y hasta la comercialización y venta de nuestro petróleo, vendiendo nuestro crudo con descuentos hasta del 40% y enriqueciendo al  entorno económico del madurismo.

PERO TODA ESTA ENTREGA HA FRACASADO. Al momento de las sanciones norteamericanas contra PDVSA –las cuales han sido la gran excusa del madurismo para tapar su incapacidad–, la producción de petróleo en el país se ubicaba apenas en 750 mil barriles día; hoy se mantiene por debajo de los 700 mil barriles día, a pesar de que en estos volúmenes hay petróleo mezclado con agua y diluente iraní que PDVSA no tiene la capacidad de separar, debido al colapso del sistema de procesamiento de crudo.

Lo mismo ha sucedido en el sector alimentación, en el agrícola, en el industrial. Los únicos éxitos de su paquetazo económico que puede mostrar maduro  son los bodegones, los casinos, las casas en los parques nacionales, las fiestas en los Tepuyes, los edificios en Las Mercedes donde la economía ILEGAL está enterrando los extraordinarios beneficios obtenidos por el saqueo del oro y del petróleo.

Con la dolarización de la economía se le dio el golpe de gracia al sector productivo nacional. Venezuela es hoy, más que nunca, dependiente de la extracción minera y de las importaciones.

Pero la dolarización también ha sumido al país en una terrible DESIGUALDAD nunca vista, ni siquiera durante la IV República. Ahora en Venezuela existe una minoría, vinculada al gobierno, que obtiene dólares y se beneficia de la grave situación del país y, por otro lado, una inmensa mayoría que recibe sus pagos de salarios y pensiones en bolívares u obtiene, por cualquier vía, algunos dólares, ya sea porque cobran servicios en dólares, reciben remesas o ayudas que mandan familiares o amigos desde el exterior, o los que se han convertido en mano de obra esclava, en cualquier actividad, y viven en la pobreza y sometidos a carencias y abusos de todo tipo.

La mayoría de la población, que son los que solo reciben bolívares o “petros”, donde se encuentran los obreros, profesores universitarios,  maestros, enfermeras, jubilados, militares, trabajadores y empleados de la Administración Pública, están sumidos en una pobreza extrema.

El país está extremadamente debilitado, fracturado y a merced de fuerzas destructivas y profundamente anti nacionales . Este gobierno, de continuar en el poder, seguirá entregando lo que queda, con la siempre incumplida promesa de que habrá un puñado de dólares más para repartir.
La actitud de nicolás maduro con Venezuela me recuerda mucho el cuento de “La Increíble y Triste Historia de la Candida Eréndira y su abuela desalmada”, de nuestro gigante Gabriel García Márquez, donde la niña huérfana fue dejada por su padre a cuidado de la abuela desalmada,  quien luego de explotar a su nieta, quitarle sus bienes y provocar el incendio que destruyó toda la casa, prostituyó a su hermosa nieta por toda La Guajira, para pagar la casa destruida. maduro tiene a nuestra patria, extraordinaria y plena de recursos, sometida y asustada, mientras la entrega a cualquiera que quiera participar del saqueo y del ultraje.  ¡A maduro, hay que detenerlo, debe salir del poder para impedir que siga entregando al país!

 

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