Cerca de 500 familias trabajan en las minas de carbón Lobatera, ubicadas en estado Táchira, para poder obtener recursos y sobrevivir.
Sin embargo, las condiciones insalubres y la falta de implementos para realizar el trabajo complican las labores que realizan las personas en el lugar.
Cabe destacar que la minería ilegal en el país se ha convertido en una especie de «esclavitud moderna», catalogada así por los expertos.
Cristina Burelli, Fundadora de SOS Orinoco, manifestó que «es una minería básicamente caótica, criminal, en manos de grupos armados, organizados en su mayoría y que no tienen ningún cuidado».
«No les importa para nada los derechos humanos de las personas, no les importa la salud de las personas, no les importa las condiciones de trabajo de las personas», agregó.
Destacó que están «viendo condiciones infrahumana, de esclavitud moderna, abusos de derechos humanos en todos los sentidos».
Henry Alviárez, uno de los mineros que trabaja en el lugar, acotó que ha tenido que ir a ese lugar para poder mantener a su familia.
Su única preocupación es trabajar, pues tiene que hacerles el mercado a sus hijos para que puedan alimentarse.
Las 500 familias que trabajan en esa mina andina no ganan ni si quiera US120 mensuales. Cada minero puede extraer una tonelada de carbón, que posteriormente es entregada al director del yacimiento para ser vendida en US$50 a los camiones.
De la misma forma, estos trabajadores están expuestos a enfermedades respiratorias que pueden causar el polvo del carbón, reseñó la Voz de América (VOA).