Y una espada atravesará tu corazón. Los evangelios.
Por estos días, hace más de dos mil años, un hombre fue sometido a varios juicios entre gallos y medianoche, en todos hubo ambigüedad, más que ambigüedad, subterfugios dirigidos a darle muerte, un propósito que coadyuvaron a materializar autoridades religiosas, imperiales y hasta el mismo pueblo, dando a entender que la Diosa Tenis la ha tenido difícil desde tiempos inmemoriales.
La figura de Jesucristo, juzgado y condenado a muerte por un pseudo sistema judicial opaco, viene como anillo al dedo motivado a los llamados días santos, que comienzan con el Viernes del Concilio o de la Virgen de los Dolores, también a propósito de la parodia en que convirtieron la designación de los magistrados del TSJ, sobre todo después del show escenificado por el paisano Pedro Carreño valiéndose de un militar puesto al frente del Comité de Postulaciones, que no supo, ante el maruyero de Carreño, (https://www.youtube.com/watch?v=N384wG7umOw) estar a la altura de las circunstancias, demostrando con ello su impericia en política, crasso error que tal vez paguemos todos los venezolanos.
Sí la credibilidad del Poder Judicial venezolano venía cuesta abajo la rodada, con esta parodia posiblemente llegue al llegadero, términos que, no por ser coloquiales, ilustran las preocupantes circunstancias en las que se encuentra envuelta la Dama Ciega en nuestro país en el aquí y ahora, escenario en el cual a más de un ciudadano, hombre o mujer, una espada pudiese atravesarle el corazón, como le ocurrió a la Virgen María, como resultado de decisiones judiciales viciadas.
Decirlo así, con simpleza, pero sin ingenuidad, pone sobre la mesa exigencias normativas echadas a un lado y con ello los riesgos de afectación a la sociedad venezolana, que, como es normal ya, mantiene en ascuas a más de uno, mientras a otros les garantiza un manto de impunidad, como al oficial policial que agredió y robó a una periodista en Yaracuy, a quien no sólo exculparon en el proceso penal que le siguieron sino que lo ascendieron con honores. Algo fácil de expresar, pero entraña un estado de vulnerabilidad para todos quiénes habitamos está tierra de gracia, condición indeseable vertida por igual sobre tirios y troyanos.
Fenómeno que en el plano cotidiano da lugar a la compra de acciones y decisiones de funcionarios judiciales, también de agentes policiales de esos cuerpos denominados órganos auxiliares en el sistema judicial venezolano. Sobrarían ejemplos, sin embargo, bastará una breve referencia a situaciones que se vienen sucediendo en la circunscripción judicial del estado Miranda, que con claridad meridiana ayudarán a comprender los efectos perniciosos de la parodia aludida, como expresión de la putrefacción del Poder Judicial y de todos los poderes públicos.
Un tribunal facilitó a dos árabes, hermanos de sangre, Tarek Farhat Zeid y Bilal Farhat Zeid, realizar una Inspección Judicial en casa de sus padres aprovechando que no se encontraban en su residencia y sin su autorización, algo que pudiese interpretarse como violación al precepto constitucional de la inviolabilidad del hogar. Dicha inspección, por no decir intrusión judicial, forma parte de una estrategia fraterna de esos dos ciudadanos de ascendencia libanesa y sus consortes, ejecutada para terminar de despojar del patrimonio familiar a sus padres, Ali Farhat y Ahlam de Farhat, del cual, ellos, Tarek y Bilal, se apropiaron indebidamente (https://www.youtube.com/watch?v=UZlIn6y_7W4).
La estrategia de estos dos árabes o libaneses, además de representar una afrenta, el desconocimiento de las buenas costumbres y trasgresión de preceptos religiosos, refleja la poca humanidad de estos seres, si eso le hacen a los padres que quedará para los demás, al punto de ocasionarle un infarto a la madre, Ahlam, por hacerle creer que le suministraban lo mínimo necesario para vivir, cuando sólo lo simulaban, y someterla a violencia psicológica para causarle un estado de inestabilidad emocional que les permita declararla incapacitada mental, lo mismo pretenden hacer con el padre, Alí, y su única hermana, Rima Farhat Abou, y para lograrlo vienen desplegando actos de acoso u hostigamiento, intimidación, a diario, con agresión verbal y amenazas de agresión física, conformando un cuadro de violencia por demás manifiesto e innegable.
En la escalada de violencia psicológica, patrimonial y económica, ejercida sobre sus padres y hermana, Tarek y Bilal han añadido acciones policiales, es el caso de una citación a su hermana y la pareja de ésta a declarar ante un organismo policial en calidad de investigados, con el detalle de que ese organismo policial omitió el procedimiento de ley previsto para estos casos, dando a entender que todo se trata de una patraña orientada a que la madre, Ahlam, y la hermana, Rima, desistan de iniciar acciones judiciales que anticiparían graves consecuencias penales para ellos dos dada la notoriedad de sus faltas en el manejo del patrimonio familiar, del cual, como dije antes, se apropiaron indebidamente.
Hechos reprochables como esos aumentarán en número y consecuencias perniciosas, por el sólo hecho de producirse la designación de magistrados que desde ya luce inconstitucional. Aunque usted no lo crea, decía Óscar Yánez, que Dios lo tenga en su gloria.
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