Distinguidos lectores, hoy domingo 10 de abril como es sabido se efectúa la primera vuelta de las elecciones para elegir el presidente de la República francesa, elecciones que según los institutos medidores de la opinión pública nos dicen que vendrá acompañada de importantes constataciones. Me refiero a aquellos históricamente primeros partidos franceses y que han gobernado durante 70 años esa nación y los cuales están a punto de convertirse en discretos partidos que no reciben más de 7 u 8 por ciento del favor del electorado, lo cual los convertirá en poco o nada en la toma de decisiones de esa nación.
Veamos en primer lugar ese movimiento político que inició su actividad con el nombre de Sección Francesa de la Internacional Obrera, la SFIO por sus iniciales, en el muy lejano año 1905 hasta el 1969, cuando ante el empuje de Francois Mitterand pasó a llamarse Partido Socialista de Francia y que según el Instituto Francés de Opinión Pública, el IFOP en la última encuesta hecha pública el día 8 de abril aparece Anne Hidalgo, la candidata con un modesto, bueno mejor dicho con un muy pobre 2 % de intención del pueblo francés de votar por esta andaluza de nacimiento, pero francesa de toda la vida. ¿Las causas? muchas y muy variadas.
Veamos, el diputado de La Francia Insumisa, partido de extrema izquierda y del cual se ha especulado que recibió financiamiento de Chavez inicialmente y después de Maduro, Eric Coquerel ha asegurado que Hidalgo “no puede reparar la máquina de derrotas que se inició en 2017 cuando el candidato socialista a la presidencia de la república, Benoît Hamon obtuvo en esas elecciones presidenciales menos del 7% de los votos como consecuencia de una muy negativa opinión del electorado vis a vis del gobierno del socialista Francois Hollande, quien como un hecho insólito en la V república no se presentó en busca de su reelección, dando como razón lo siguiente: “asumo toda la responsabilidad por los errores cometidos en los últimos cinco años” agregando “como Presidente, tengo que dirigir el Estado pero como socialista, no puedo contribuir a la dispersión de la izquierda”.
Este aparente sacrificio de Hollande no sirvió. El proceso de deterioro del partido socialista no se destapa con el 2 % de la actual candidata señora Hidalgo, quien para muchos, esta francesa nacida en la Andalucía española es una excelente candidata y de demostrada capacidad administrativa. El partido socialista ha tenido en estos 62 años de la V república dos presidentes socialistas: Francois Mitterrand por dos mandatos y el de Francois Hollande.
A esto debemos sumar la gestión durante 5 años de Lionel Jospin como Primer Ministro bajo la presidencia de Jacques Chirac, en lo que se conoce como la Cohabitation. Esta es una de las particularidades del sistema semipresidencial francés, que cuenta con un presidente (jefe de estado) y un primer ministro (jefe de gobierno). Considero que el pase de esta factura tan alta a los socialistas franceses es desproporcionada, ya que tanto los dos periodos de Mitterand como la gestión de Jospin como primer ministro fueron consideradas como muy positivas.
Me parece que podremos entender el nivel político electoral de estas dos grandes formaciones con el resultado de las próximas elecciones regionales, y así saber en forma definitiva si estas dos grandes agrupaciones políticas son cosa del pasado. Además de las políticas aplicadas por Macron a fin de erosionar los grandes partidos, lo que ha ocurrido durante los últimos años en el del Partido Socialista es un desastre, “estamos en un callejón sin salida” sostiene el actual secretario socialista Olivier Faure. Además pudiera ser que Macron sea un excelente candidato y un buen presidente y que para completar el cuadro la estructura organizativa del partido socialista vive una profunda crisis y ese factor ha sido determinante en la profunda crisis que observamos en estos dos grandes partidos los cuales hoy nos ocupa y la cual se sella el día 11 con el pírrico resultado obtenido por la candidata socialista.
Ahora propongo entrar en el otro vía crucis de la política francesa, el de la derecha heredada del general De Gaulle. Los dirigentes del partido Republicano, quienes tratan de mantener vigentes las enseñanzas del héroe de la segunda guerra mundial, así como mantener la unidad, al menos de cara a la militancia y a los posibles electores con la candidatura de una mujer, quien ha demostrado ser una buena administradora en su rol de presidente de la Región Ile de France, región en la cual se encuentra París y su extensa área sub urbana.
Se trata de Valérie Pécresse, primera mujer del partido republicano que se presenta como candidata a las elecciones presidenciales y quien según algunos analistas no cuenta con el carisma de Macron. Mme Pecresse “ha conseguido hacerse un lugar en un partido muy masculino, aunque también es verdad que es la líder de la derecha desde hace poco tiempo y no ha tenido el tiempo de convertirse en un líder que manifieste una forma de ascendencia simbólica como la tuvo Nicolas Sarkozy”, explica Emilien Houard-Vidal, politólogo y especialista de la derecha francesa.
Ante las pocas posibilidades que tiene Valerie Pécresse, cuya candidatura no ha despegado y está inerme en alrededor del 8 % de simpatías, la tentación de los líderes de ese partido de centro derecha de aliarse con el actual presidente es muy grande. Si en 2017 el partido de De Gaulle comenzó a agrietarse, en esta ocasión parece que se ha desatado el pánico entre sus filas. La situación es tan compleja en esa formación que para muchos dirigentes plantean: “Es como si estuviéramos en el segundo acto de un plan para desintegrar y dar por terminado el movimiento que inspiró el líder más importante de Francia en los últimos 100 años”, concluye el profesor Houard-Vidal.
Otra de las razones por las cuales se desprende que el final electoral de los republicanos está muy cerca es que el último líder, digamos importante de ese partido, el ex presidente Nikolas Sarkosy no ha expresado su apoyo a la candidata Valerie Pecresse.
Sobre las causas de este proceso en la opinión de la profesora Frédérique Matonti de la Universidad de París, Panthéon Sorbonne nos dice que, “el retroceso histórico que están experimentando los partidos tradicionales en las presidenciales está completamente desfasado con la implantación que tienen a nivel local y regional. De las trece regiones, los socialistas gobiernan en cinco y el centro derecha en siete; un centrista completa el cuadro. El partido de Macron, La República en Marcha no gobierna en ninguna y la ultraderecha de Marine Le Pen, tampoco; y son los dos favoritos para enfrentarse en la segunda vuelta de estas elecciones presidenciales”, lo cual para tirar una conclusión definitiva debemos esperar el resultado de las próximas elecciones regionales.
Estas son algunos ejemplos de la profunda crisis que por la cual están atravesando estas dos formaciones, estos dos históricos partidos que articularon la política francesa durante casi un siglo. En cuanto al centro derecha hoy corre el riesgo de volverse insignificante o incluso, si las ideas de Macron logran golpear a los conservadores por completo, el centro desaparecerá como alternativa de gobierno.
Hace unos cuatro o cinco años decíamos que la socialdemocracia alemana estaba muerta, que no conseguiría restituirse y ahora el canciller alemán Olaf Scholz es un socialdemócrata. Decía la profesora Metonti. Concluyo recordando a un gran tribuno venezolano, el Dr. Jovito Villalba, cuando afirmó que en la oscuridad de la noche caminaban cadáveres insepultos.
Raúl Ochoa Cuenca en Anfi del Mar el 10 de abril del año 2022.