Desde que en Irán se impuso la revolución islámica en 1979, dedica el último viernes de cada Ramadán a Jerusalén, llamándolo Día de Al Quds, por el nombre de la capital israelí en árabe. Esa fecha siempre sirvió para que los líderes iraníes dieran rienda suelta a sus furiosos odios a través de discursos y actividades antisemitas. Sin embargo, este último viernes de Ramadán, las arengas de los mandos iraníes fueron aún más duras, con amenazas más fuertes si es que fuera posible y sobre todo, más directas sobre la destrucción del Estado judío.
Durante el mes de la festividad islámica que coincidió con Pésaj, la Pascua judía, jóvenes palestinos ondeaban banderas de Hamas y lanzaban piedras desde la mezquita de Al Aqsa hacia el Muro de los Lamentos, mientras miles de musulmanes se congregaban en el Monte del Templo para rezar. Y, ese último viernes constituyó la cúspide de unos cuantos días de enfrentamientos causados por estos revoltosos violentos, y de ataques terroristas contra israelíes, así como otros tantos ataques frustrados.
Tales incidentes muestran que este año hubo una especial organización, mayor coordinación, similitud de mensajes y por numerosos indicios, un financiamiento iraní. Previamente a los días finales de la festividad islámica, la agencia noticiosa iraní, Tasnim, afirmó que Irán planea “una operación notable en una zona sensible cerca de al-Aqsa”, en lo que absurdamente llaman “Jerusalén ocupada”. Los medios iraníes han comentado que esa “nueva operación en Jerusalén”, puede generar mayores problemas y provocar las reacciones de Hamas y Yihad Islámica, obviamente apertrechadas por Irán.
Entre otros asuntos, Irán no disimula su disgusto por los Acuerdos de Abraham y la reciente Cumbre del Neguev que reunió a cancilleres árabes en Israel. Además de observar que el conflicto va perdiendo trascendencia, por lo que necesita aumentar el protagonismo palestino y su propio perfil.
Lo indignante es que, a decir de Jamenei: “Toda Palestina, desde el río hasta el mar”, o sea el territorio israelí completo; o el reiterado lema de Hamas: “Muerte a los judíos”, no haya generado reacciones de los organismos internacionales como la ONU y sus agencias, mediante condenas al régimen de los ayatolas, promotor del terrorismo en el mundo.
bea.rwz@gmail.com
