Un estudio de T&E pone nota a las compañías que más viajan en avión. En España destacan, para mal, ACS y Skunkfunk. En el mundo, grandes multinacionales como Google, Disney, Volkswagen o Facebook.
La aviación es uno de los mayores símbolos de la crisis climática y las desigualdades globales. Aunque solo representa en torno a un 2% de las emisiones de gases de efecto invernadero, la contribución de este sector es mayor cada año, y se limita a confiar en tecnologías futuras que aún no existen a gran escala. Además, esas emisiones son causadas por una minoría de la población global. Si bien son las personas más ricas las que hacen un uso desproporcionado de este medio de transporte, muchas de las que leerán este artículo también se sentirán concernidas.
Una solución, a priori, fácil y rápida para reducir las emisiones derivadas de la aviación consiste en eliminar vuelos que son totalmente prescindibles, sobre todo cuando se toman por motivos de trabajo. En 2019, los viajes de negocios representaban entre el 15 y el 20% de los viajes aéreos, lo que se traduce en unos 154 millones de toneladas de CO2. Con la pandemia, la actividad del sector cayó drásticamente, y el gasto en viajes de este tipo se redujo un 52% en 2020, pasando de 1,4 billones de dólares en 2019 a 694.000 millones de dólares en el año del confinamiento global.
Precisamente, el confinamiento evidenció que es posible sustituir muchas reuniones o encuentros presenciales por videollamadas u otros métodos que brinda la tecnología en el siglo XXI. Sin embargo, muchas empresas siguen siendo adictas a surcar los cielos. Lo corrobora un nuevo análisis elaborado por la organización europea Transport & Environment (T&E), de la que forman parte muchas de las ONG más importantes del continente. En el marco de la campaña Travel Smart (Viaja con Inteligencia, en castellano), han elaborado un ranking en el que analizan a 230 compañías de Estados Unidos y Europa según su compromiso con los viajes aéreos corporativos.
Las multinacionales analizadas reciben diferentes calificaciones según nueve indicadores relacionados con los objetivos que tienen en materia de reducción de emisiones, la presentación de informes al respecto, y las emisiones que generan durante los viajes de negocios. La calificación va de la A (la mejor) a la D (la peor). La máxima puntuación a la que podían aspirar es 12,5 puntos, y la peor es -1.
Ninguna española está a la altura
En el listado aparecen hasta 12 empresas españolas. Todas las elegidas obtienen una valoración de C menos dos de ellas, que reciben una D. Estas compañías señaladas son el Grupo ACS, de Florentino Pérez, y Skunkfunk, una marca de ropa dirigida a mujeres que se define como ética y sostenible. La primera recibe un 2 y la segunda un 0,5. En el caso de ambas, el análisis recoge que no ha sido posible conseguir información suficiente sobre sus vuelos y las emisiones que generan.
El resto de multinacionales españolas se mueven entre una valoración de 3 y 4. Banco Santander, continuamente señalado por financiar a empresas de combustibles fósiles, es el que más emisiones generó en 2019 por sus viajes de negocios, con 53.445 toneladas de dióxido de carbono. Al ser preguntado por Climática, sus responsables de comunicación defienden que la entidad “alcanzó su objetivo de ser 100% neutro en carbono en su propia actividad en 2020”, lo que incluye la aviación. No obstante, esto no quiere decir que no emitan gases de efecto invernadero, porque eso sí lo siguen haciendo. La clave está en que esas emisiones que producen con sus actividades las compensan, sostienen, “a través de la compra de créditos de carbono generados por proyectos que, o bien evitan emisiones a la atmósfera, o bien captan gases ya emitidos”.
Le sigue en la clasificación Telefónica, con 47.486 toneladas de CO2 ese mismo año. Aunque no entran a valorar el ranking porque desconocen su contenido, dejan claro que su objetivo es lograr emisiones netas en 2040 y reducir las emisiones un 39% para 2025 en las conocidas como alcance 3 (es decir, emisiones indirectas que generas con una actividad que no es tuya, como es la aviación). Defienden, además, que priorizan el tren al avión, y que optan por coches híbridos cuando son viajes por carreteras, si bien estos últimos contaminan a un nivel similar a los coches puramente de combustión.
Completa el podio el imperio de Amancio Ortega: Inditex generó el año previo a la pandemia un total de 34.219 toneladas de CO2. También figura, con casi 11.000 toneladas, Mapfre, que dice no saber de dónde sale esa cifra “porque no publicamos el dato de emisiones de forma desagregada por medio de transporte”. La reconocida aseguradora cuenta que trabajan para adaptar sus viajes a la realidad pospandemia, y se han marcado dos objetivos, a priori poco ambiciosos: reducir un 8% la huella de carbono de los viajes de negocios (avión, tren y autobús) para 2024 y reducir al menos un 20% las emisiones totales para 2030. Asimismo, dicen haberse comprometido a disminuir no solo los vuelos corporativos sino también los traslados de los empleados del trabajo a casa un 14% para 2024 y un 34% para finales de esta década.
El resto de integrantes españoles de la lista son las energéticas Repsol, Naturgy e Iberdrola; los bancos Caixabank y BBVA; y la consultora Indra. Salvo Caixabank, que ha declinado expresamente hacer comentarios, ninguna de las otras ha respondido a nuestras cuestiones.
Al no desglosar las emisiones por modo de transporte (avión, tren o coche), las cifras ofrecidas son una estimación elaborada por la propia T&E en base a una metodología propia.
Si bien las empresas españolas establecen objetivos de reducción de emisiones en el conjunto de su actividad, el análisis destaca que no se comprometen a reducir las emisiones de los viajes aéreos corporativos, los cuales “representan el 30% de las emisiones totales de la aviación en 2019”. “Aunque informan de las emisiones de sus viajes de negocios, no especifican las de los viajes aéreos ni establecen objetivos de reducción”, denuncia T&E.
“La pandemia ha demostrado que las empresas pueden ser igual de eficaces e incluso más eficientes volando menos y reduciendo al mismo tiempo sus emisiones. Mientras que algunas empresas europeas demuestran que es posible reducir las emisiones de los vuelos de negocios, las empresas españolas analizadas dan largas”, señala Pablo Muñoz Nieto, responsable de la campaña de aviación de Ecologistas en Acción, una de las organizaciones que forma parte de Transport & Environment.
De Disney a Facebook
Para elegir las empresas se optó por diferentes criterios. En primer lugar, se seleccionó a las 50 mejores empresas de la lista de Business Travel News (BTN) del Top 100 Corporate Flyers de 2021. Después, explican desde la organización, se eligieron las 5-10 mejores compañías de Austria, Países Bajos, Bélgica, Francia, Irlanda, Italia, Alemania, Países Bajos, Polonia, Portugal, España y Reino Unido. Además de esto, se incluyó a cualquier empresa ubicada en Europa y Norteamérica que tuviera una mención de «viajes de negocios» en su compromiso de la Iniciativa de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés). Finalmente, para completar la muestra, se añadieron las principales empresas de cada país por capitalización bursátil, así como las empresas de los sectores que más tienden a viajar (es decir, el farmacéutico y el de consultoría).
De las 230 analizadas, ocho empresas (el 3% de la clasificación) obtuvieron una calificación A, por lo que sirven de referencia para el resto; 30 una B (13%); 142 una C (62%); y 50 una D (22%). Un 75% son empresas europeas y un 25% estadounidenses.
La que mejor parada sale de todas es la farmacéutica danesa Novo Nordisk, con 11 puntos. A pesar de ser una gran emisora (63.050 toneladas de CO2 en 2019), valoran positivamente su objetivo de reducir un 50% sus viajes aéreos para 2025. En el segundo puesto está la reaseguradora Swiss Re. Destaca el tercer puesto de la financiera británica Legal & General, que se comprometió hace unos años a reducir para 2030 el 100% sus viajes de negocio (lo que incluye cualquier medio de transporte, no solo avión).
Grandes conglomerados como Google, Johnson & Johnson, Disney, Facebook, Volkswagen, BP, ExxonMobil, Unilever y Microsoft reciben la peor valoración posible (D) al no haber dado ningún paso para reducir la cantidad de viajes de negocios.
Lo que se propone para reducir los vuelos
Tras poner el foco sobre las empresas y sus acciones en materia de transporte aéreo, T&E insiste en que una reducción de los viajes corporativos es la forma más eficaz de reducir las emisiones de la aviación a corto plazo. Según sus cálculos, si se reducen los viajes de negocios un 50% disminuirían las emisiones en 32.600 toneladas de CO2 para 2030 en Europa, lo que equivale –explican– a retirar de la circulación 16 millones de coches contaminantes.
Por tanto, instan tanto a las empresas que figuran en el ranking como a las que no lo hacen a que se comprometan públicamente a reducir a la mitad los vuelos respecto a los niveles de 2019 para 2025 o antes. En este sentido, animan a emplear otros modos de conexión y transporte, y piden que informen sobre los progresos realizados para reducir las emisiones. La intención, avisan desde las organizaciones, es que esta primera clasificación sea solo el inicio; esperan seguir utilizándola de manera constante e incluyendo en ella a más multinacionales.