Maryclen Stelling: Fatiga política

Compartir

 

Hoy traigo a colación un tema importante surgido a raíz de las reacciones y comentarios a mis últimos artículos.  En consecuencia, abordamos la fatiga y el desaliento político que acusan ciertos sectores de la sociedad, suerte de desesperanza relacionada con graves señalamientos de una  desgastante confrontación política institucionalizada.

Surgen quejas y denuncias en relación al desempeño de ambos bloques políticos,   Gobierno y oposición, centrados y concentrados en su rivalidad político-partidista y, en consecuencia,  olvidados de la situación real del país y de la ciudadanía,  en desmedro de la “salida a la crisis”. Aun cuando impera la desesperanza, lentamente se fortalecen las  posiciones que tímidamente denuncian “la inútil confrontación política” y, además,  demandan a los actores políticos y a la institucionalidad tanto diálogo como  acuerdos, con miras a la convivencia y a la  solución de la crisis multidimensional. Por supuesto, tal cuadro político se agrava por el contexto pandémico, lo que desembocaría en una suerte de peligrosa fatiga político-pandémica.

Un cambio político-afectivo importante en “los tiempos políticos”,  que parece no haber sido comprendido y menos aún atendido por el liderazgo, devenido en prisionero político de la cárcel “confrontacional”, producto de un perverso proceso político de autoconstrucción.  Un liderazgo impulsor y, a su vez,  víctima de la rivalidad político-partidista,  indiferente a aquellas voces que acusan una suerte de capitulación, declarándose sometidas y vencidas por  la desesperanza. Un liderazgo centrado en la confrontación y que “sin querer queriendo”,  en tanto estrategia, impone la inacción y la pasividad, suerte de supuesta normalidad. Un liderazgo hasta el momento sordo a la interpelación de una ciudadanía mucho más vigilante y activa que la de otrora. En consecuencia,   un liderazgo sin iniciativa, indiferente a las demandas de poner fin a la confrontación y centrarse en una urgente salida concertada e integral a la crisis.

En resumen, un liderazgo que,  traspapelado del tiempo político, va detrás de una ciudadanía vigilante y activa,  enrumbada a  tomar las riendas del proceso, aportar iniciativas para acciones concertadas e integradas y conducir la salida a la crisis.

@maryclens

 

Traducción »