El director presidente de Foro Penal, Alfredo Romero, habló en una rueda de prensa sobre la situación de los presos políticos.
La ONG de Venezuela Foro Penal afirmó este viernes que 114 presos políticos, llevan más de tres años privados de libertad sin condena, pese a que la reciente reforma del Código Orgánico Procesal Penal establece que las medidas cautelares no pueden durar más de este período, por lo que considera que la modificación fue “cosmética”.
“En virtud de que se ha presentado y se ha tratado de establecer una impresión falsa de un supuesto alivio de la situación en cuanto a la represión, es importante notar que ha habido reformas cosméticas de leyes, como el Código Orgánico Procesal Penal, y digo cosméticas en el sentido de que no se han hecho efectivas, solo la letra escrita”, dijo el presidente de la ONG, Alfredo Romero.
En una conferencia de prensa, Romero señaló como ejemplo el artículo 230 de dicha norma, que “estableció un máximo, incluyendo extensiones, de tres años de prisión sin condena, y eso no se ha cumplido porque hay 114 presos políticos que han superado los tres años privados de libertad arbitrariamente y que no han tenido condena”.
“Muchos de ellos, la mayoría, ni siquiera han iniciado un proceso judicial. Tenemos el caso de personas que tienen más de siete años privados de libertad sin condena, sin proceso judicial, sin derecho a defenderse. (…) Están encarcelados sin ningún tipo de derecho a la defensa y sin conocer formalmente, incluso, de qué se les acusa”, aseveró.
Afirmó que, en este momento, hay “237 presos políticos”, entre ellos, 130 militares y 15 mujeres.
Por otra parte, Romero insistió en que “los presos políticos no pueden ser piezas ni fichas de negociación”.
“Para que haya realmente un diálogo político justo, equilibrado, honesto, se debe partir por la liberación de todos los presos políticos, por el cese de la persecución con fines políticos y porque exista un sistema de justicia justo que no sea utilizado para la persecución política. Al día de hoy, eso no existe”, agregó.
EFE