César Guillen: Líderes laborales a los puestos de representación popular.

Compartir

 

En marzo, el presidente obrero había prometido el rescate de la industria petrolera de la mano de los trabajadores, pero en cambio lo que ordenó fue el despido de 600 de ellos. Este insólito giro de actitud lo que demuestra es la entrega de PDVSA al capital extranjero, bajo el disfraz del “interés nacional, ante las sanciones”. Esta decisión les indica claramente a todos los trabajadores revolucionarios, que son prescindibles sin ninguna explicación cuando así lo requieran los intereses del alto gobierno.

Mientras los sindicatos del gobierno guardan un silencio cómplice, existen empresas privadas que demuestran mayor respeto y solidaridad con sus trabajadores, lo que constituye una importante lección para aquellos que, en su ignorancia y ambición, intentan destruirlas. Ante ese panorama, se hace obligatorio que los líderes laborales deban ir preparándose para acceder a la asamblea nacional.

Definitivamente los trabajadores del sector público y de las empresas estratégicas, son el sector más golpeado en este gobierno socialista. La inmensa capacidad de protesta de los sectores laborales no tiene una expresión política contundente en las instituciones, es por ello que se hace necesaria una representación sin intermediarios, comprometida con la defensa del trabajo y del trabajador. Es ya urgente el reemplazo del tradicional representante sindical de un partido, o peor, la de una ideología.

El conflicto es tan grave que llegó a la máxima instancia que es la OIT, gracias a que un grupo de empresarios llevaron la denuncia en el 2015. Las protestas laborales recogidas por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, indican claramente que, de las casi 50 mil protestas nacionales acaecidas, un 60% provienen del sector de los trabajadores. El rol de los trabajadores no ha sido valorado, y tan solo tomados en consideración para la reseña mediática y los intereses electorales.

No es una posición anti-partido, todo lo contrario, es la fuerza del trabajo expresada en términos políticos, para así garantizar que se cumplan los derechos consagrados en la constitución. Un espacio que permita luchar directamente por los intereses del trabajador organizado, sea público o privado, y que estén alineados con el empleo estable y productivo.

Los espacios que no se ocupan son llenados por aventureros o estructuras políticas, sean del gobierno o de la oposición. Respetamos la decisión personal, pero los dirigentes sindicales y gremiales deben conciliar sus creencias religiosas, políticas e ideológicas con el deber de defender los derechos de sus agremiados como primera responsabilidad.

Fedepetrol Carabobo

 

Traducción »