He observado, como venezolana, que los venezolanos somos corruptos por naturaleza (o tal vez por modelaje y aprendizaje desde que nacemos).
No sólo es un asunto que se presenta con las personas que han detentado y detenta el poder.
También hay “micro corrupción” a nivel individual y como sociedad civil, esta última, que permite sin cuestionar ni denunciar, sobretodo si quien comete el acto corrupto es una persona cercana a nuestro entorno. Tal vez por eso se nos hace tan difícil luchar contra este flagelo.
Corrupción, a mi parecer, es también cuando nos ponemos de acuerdo con el militar que custodia la bomba de gasolina, le ofrecemos $20 para que nos pase sin hacer la cola.
Cuando le solicitamos a un servidor público sacar dinero de las arcas públicas, para que un familiar o amigo pueda operarse de una grave enfermedad. Es dinero público, aunque sea usado para una noble causa, que está destinado a obras que no podrán llevarse a cabo, porque ese funcionario público lo regaló a un particular
¿Qué son los gestores?
Son personas a las que les pagamos para saltarnos las reglas al realizar cualquier trámite, aún sido este sencillo.
Cuando usamos una “palanca” para conseguir algo estamos siendo corruptos, igual estamos evadiendo las normas.
Hay alguien en nuestra sociedad, que tanto nos quejamos de la corrupción, que teniendo un cargo con cierto poder no aprovecharía de “meter la mano” a los dineros públicos teniendo la oportunidad para hacerlo?
Todos en algún momento de nuestra vida como ciudadanos hemos cometido algún acto de “micro corrupción”.
Tendremos un país sin corrupción y como lo merecemos cuando empecemos a cambiar nosotros como individuos y ciudadanos.
