La expresión del autoritarismo encuentra puerta abierta en gobernantes que, a falta de formación, son carne fresca para esa tribu de facinerosos. La cultura de los dos minutos de odio, y de las telepantallas, hace su entrada al escenario para manipular la conciencia ciudadana, e imponer su sistema de vida, a través de la mezquindad. La oscuridad que los acompaña, pretenden transmitirla, a fuerza del control social, a los ciudadanos que transitan los caminos de la libertad, paz y justicia social.
Pretenden los radicales, la siembra de la semilla mala, en terreno bueno, con el único propósito de dañarlo, y hacer que el cultivo se parezca a sus acciones desnaturalizadas. Inducen al secuestro del pensamiento plural, para desaparecer el conocimiento, la opinión crítica, constructiva, que dan prioridad al debate fértil, y facilitar el tránsito hacia la dictadura del comunismo, sustentado en el pensamiento único, tutelado por la condición de las personas como objeto, en contraposición al de los seres humanos como sujetos.
Hacen caso omiso a las reglas de juego establecidas, y atropellan a quienes se atreven a indicarles el abuso. Así ha sido en el tiempo, porque quienes tenían la toma de decisiones en su momento y, evitar así la llegada de la barbarie al poder, se hicieron los sordos, mudos y ciegos, y permitieron la reproducción de esa semilla. Tal vez pensaron, para evadir responsabilidad, y tener la excusa, que esa desfachatez que actúa en contra de las personas, era un mal necesario. El monstruo se creció, y no fue suficiente con repartirse vulgarmente el mundo por partes, porque ahora se han convertido en pesadilla a nivel mundial. Y es que, en la propia organización del sistema comunista, les apareció uno que les ha cambiado sus propias reglas, y han anidado hacia adentro con el control social, como vía para la esclavitud y explotación de las personas, y hacia afuera, practican las reglas del mercado capitalista: Made in China
América Latina está movida por la llegada al poder de gobernantes que parecieran son del mismo establo ideológico, pero esa, pudiera ser una falsa percepción, que lleva a crear escenarios de inestabilidad política, económica y social. Lo cierto, es que entra en el juego el escenario del liderazgo, al sur del continente americano, y allí las actuaciones, tal vez, marquen la diferencia. El nuevo gobernante colombiano le envió píldoras de Alka-Seltzer al del lado venezolano, la respuesta pudiera surgir en privado.
Mientras que países desarrollados, y otros en vías de desarrollo, han mostrado hasta la saciedad que el conocimiento es la base de todo adelanto, y evidencia de ello es el avance a pasos agigantados en la tecnología, Venezuela es gobernada por representantes castradores de las ideas y el pensamiento plural, fomentando esquemas de control en todas las áreas del quehacer humano, con amplitud en la educación, ahora con las llamadas Brigadas Comunitarias-Militares (Bricomiles), (antes lo intentaron con las 360 horas de ideologización), las cuales deben hacerse con carácter obligatorio los días sábados, mostrando vídeos que enaltezcan el nombre del Presidente de la “República”, violentando el derecho al descanso de los profesionales de la educación, a quienes además de arrebatarles los beneficios que por Ley les corresponden, pretenden arrinconarlos con la opresión, negando el derecho a disentir del autoritarismo ejercido con esa, y otras decisiones de carácter partidista.
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