La Asociación Venezolana de Cultivadores de Tabaco (Avenculta) atendió al llamado que realizaron los representantes de las distintas zonas tabacaleras del país, ante la preocupante situación que atraviesan los productores al ser coartados de sus derechos por parte de la agroindustria venezolana.
Los trabajadores del gremio señalan que tienen más de mes y medio de haber entregado sus producciones y aún no han sido canceladas. El motivo, es que no se ha establecido el precio de cierre de las cosechas 2021-2022 por las desventajosas soluciones que le pretende imponer la empresa al sector tabacalero.
Enrique Moreno, productor de Las Vegas, estado Cojedes, expresó que lo que se cultiva en Venezuela es menos del 0,01% de la superficie cultivable del país, es decir, menos de 2.000 hectáreas.
Estos cultivos generan el sustento a 12.000 familias y al fisco nacional un elevado número diario que deja ver lo productivo que es la agricultura para la nación.
Moreno añadió que el contrabando ha perjudicado tanto al sector que las empresas tabacaleras se han visto en la necesidad de reducir costos, y ofrecer un pago por las cosechas tan bajo que solo representan pérdidas para los trabajadores de las tierras, lo que también se traduce en desempleo para cada una de las miles de familias beneficiadas por este oficio.
Atropellos de la agroindustria venezolana
Los productores denunciaron que han recibido diferentes atropellos por parte de los delegados de la agroindustria venezolana, al punto de ser coaccionados para firmar un finiquito establecido a cambio de supuestos beneficios y que en caso de no ser firmado, son amenazados con eliminar sus cupos asignados anualmente.
Esta situación ilegal, ha llevado al gremio a exigir un diálogo entre su único ente representante como lo es la junta directiva de Avenculta, presidida por Rafael Russián Pinto, y la agroindustria, donde se pueda llegar a un acuerdo de precios justos.
“El diálogo siempre será nuestro primer y único recurso, nunca hemos abandonado la mesa, por el contrario, somos los primeros interesados en poder encontrar una solución para dar respuestas y soluciones a tiempo. Insistir, persistir y resistir para poder mantener vivo este sector de nuestro país”, manifestó Russián.
Por último, los directivos de la junta destacan con gran preocupación que en los 57 años que tiene la asociación, por primera vez en su historia el cierre del precio del tabaco está siendo impuesto a un porcentaje por debajo de la estructura de gastos establecida en el convenio mercantil de mutuo acuerdo, que el mismo no le permite al productor liquidar a sus trabajadores, pagar los pasivos laborales, ni cancelarle a los acreedores.
El Carabobeño