Alfredo Monsalve López: La utopía de la economía miserable

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Escuchamos decir, algunos con bombos y platillos, que la situación de grave crisis que atraviesa Venezuela (desde hace años), ha “mejorado”. Solamente voy a centrar mi humilde idea en el sector económico (no necesito ser experto). Muchos saben, porque lo han vivido y están experimentando, que el sistema económico venezolano está andando en rieles totalmente separados y, además, corriendo el riesgo de que se desborde definitivamente. Para iniciar, todos estamos violentando la normativa legal, vigente respecto al tema. Nada más y nada menos, que nuestra Carta Magna en su artículo 318, párrafo primero. Vaya usted a cualquier comercio y se topará con precios en dólares, en pesos colombianos, euros, menos la nuestra que establece la mismísima Constitución. Claro, los amigos comerciantes al final nos dicen “puede pagar en bolívares, pero con tarjeta de débito, porque billetes no hay”.

Me pregunto: ¿de dónde obtengo esa moneda que para muchos ya es cuasi desconocida? La respuesta: como ya se dijo, con tarjeta de débito porque las de créditos igualmente desaparecieron o no las aceptan. Ahora, la vaina  no termina ahí (perdonen lo de vaina, que por cierto, no es una vulgaridad sino desahogo). Mire usted los costos de cualquier artículo o servicio. Usted va, por ejemplo, a una consulta de unos 10 o 15 minutos (con el respeto de los profesionales), y dicha consulta no baja de 30 dólares norteamericanos. Multipliquemos por el valor del dólar 5 millones setecientos treinta mil bolívares. Perdón. Corrijo Bs. 5.73. Claro mi error estuve porque le agregué los seis ceros que el Ejecutivo les quitó recientemente a la moneda. ¿Recuerdan? Claro, ya anteriormente le habían suprimido de otros tantos ceros. ¿Usted se imagina la cantidad de ceros que tendría hoy nuestra unidad monetaria? Una locura del tamaño de la Catedral de San Pedro. Y la cuestión económica venezolana no termina con la eliminación de ceros. Nos encontramos con “apodos” que les han indilgado como por ejemplo: Bolívar Soberano, Bolívar Fuerte, Bolívar digital y todo ello “…Debido a la hiperinflación que sufre el país y la consiguiente devaluación del Bolívar desde el 2007 al 2021 se han eliminado catorce ceros de su denominación. Es decir, su valor se dividió por cien billónes (1014 )…”. Como diría mi padre Andrés: “Una guará”.

Ahora, observe usted, amigo lector, ¿cómo se obtiene el bolívar digital?. Simple, estimado Watson: “El valor del Bolívar Digital se obtiene “eliminando seis ceros” (dividiendo el valor por un millón) al Bolívar Soberano.” ¿Así o más claro? Eso dicen los expertos en esta área. Me pregunto: ¿Y dónde encuentro un millón de bolívares si lo que tenemos son divisas extranjeras? Lo cierto del caso, haya o no billetes venezolanos para comprar o adquirir bienes y/o de consumo nos encontramos con los bien llamados especuladores que abundan por doquier, puesto que no hay control “para ponerlos en cintura”. Como decía el “Cabito” Cipriano Castro. Cada quien cobra de acuerdo a la personalidad y, claro, a la “paca” de billetes que tenga el consumidor o cliente. Así de sencillo. Por esta y otras muchas razones es que este artículo lo he denominado “La utopía de la economía miserable”. Y no me vengan con el cuento que los estoy llamando miserables. Siempre con el respeto por delante, Como acostumbraba decir mi abuela Candelaria González. Los miserables me imagino que saben de quienes se tratan.  Y culmino con unas palabras de Gervasio José Artigas: “Con la verdad ni ofendo ni temo”. Punto.

alfredo.monsalve10@hotmail.com – @monsalvel

 

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