Nació en la población de Queniquea del estado Táchira, el 5 de mayo de 1883.
A los dieciséis años, se alistó en la Revolución Liberal Restauradora, o invasión de los Sesenta, dirigida por Cipriano Castro, salida de Cucuta el 23 mayo de 1899.
Llegaron triunfantes a Caracas el 22 de octubre, derrocando al gobierno de Ignacio Andrade, quien salió desterrado a Puerto Rico.
Andrade regresó luego al país y ocupó importantes cargos con Castro y Gómez.
A raíz de la salida del presidente Castro en 1908 hacia Alemania por problemas de salud, su compadre Juan Vicente Gómez, se mantuvo en el poder hasta su muerte el 17 de diciembre de 1935.
López Contreras ocupó varios cargos en la administración pública.
En diciembre de 1924, presidió la Comisión Militar que asistió a Lima, con motivo de la celebracion del primer centenario de la Batalla de Ayacucho, “Cumbre de la gloria americana”.
Del Perú trajo una pequeña urna, con cenizas de algún soldado venezolano desconocido fallecido en la gloriosa acción.
Esas cenizas fueron colocadas debajo del Arco de Triunfo del Campo de Carabobo en diciembre de 1930.
Una Guardia de Honor y un pebetero encendido, evocan a nuestros héroes anónimos.
Entre 1928 y 1929 se desempeñó como jefe de la Guarnición de Caracas. No estaba de acuerdo con las medidas represivas del régimen de Gómez.
En 1930, como Jefe del Estado Mayor del Ejército, dirigió todas las actividades referentes a la digna conmemoración del primer centenario de la muerte del Padre de la Patria.
Designado Ministro de la Defensa en 1931, cargo ejercido hasta la muerte de Gómez el 17 de diciembre de 1935.
Realizó importantes actividades relacionadas con el mejoramiento de la operatividad y profesionalización del Ejército.
A la muerte del caudillo, fue encargado por el Consejo de Ministros, de la presidencia hasta el 19 de abril de 1936, cuando lo designaron Presidente hasta el 5 de mayo de 1941, al entregar el poder al señor general Isaías Medina Angarita.
Como Presidente en un periodo de transición, después de veintisiete años de férrea dictadura, le correspondió ser el primer Presidente en dirigirse al pueblo por la radio, invocando a la concordia, paz, paciencia sin derramamiento de sangre y unión mediante sus famosas palabras de: Calma y cordura
En 1936 promulgó la Constitución.
Redujo el periodo gubernamental de siete a cinco años.
Prohibió la reelección inmediata.
Decretó la Libertad de Prensa, Liberación de los Presos Políticos, permitió el Regreso de los exiliados.
Facilitó el ingreso de los judíos errantes.
López Contreras actuó con prudencia durante el primer Paro Petrolero desde diciembre de 1936, hasta enero de 1937.
Diez mil obreros fueron beneficiados.
Había enviado de comisión a Panamá al general Rafael Nogales Méndez, para conocer el funcionamiento del Ejército Nacional de la hermana nación.
Lamentablemente falleció en julio de 1936, sin concluir la comisión.
Lopez Contreras, admirador de la Guardia Civil de España y motivado por el escritor Rufino Blanco Fombona, fundó según el Decreto 19.330, el 4 de agosto de 1937, a las Fuerzas Armadas de Cooperación, hoy Guardia Nacional Bolivariana, contando con el apoyo inicial de instructores españoles.
Las promociones de oficiales llevan nombre de las diferentes batallas emancipadoras.
Su Patrona es la Virgen de la Chiquinquirá.
Escribió entre tantas obras:
El Callao Histórico.
Bolívar conductor de tropas.
Vida Militar de Sucre, e Historia Militar de Venezuela.
Promovió el estudio de nuestra ejemplar e incomparable historia.
En septiembre de 1939, creó el Banco Central de Venezuela.
El 5 de abril de 1941, aunque varios diputados se opusieron, el general López Contreras, firmó en Cúcuta con el presidente de Colombia, un “Tratado de Delimitación de Límites y de Navegacion fluvial”, donde se perdieron 108.000 kilómetros cuadrados.
El general Marcos Pérez Jiménez, tenía entre sus planes la recuperación territorial.
Derrocado el Gobierno del presidente Medina en octubre de 1945, Lopez Contreras salió exiliado a EE.U.U.
A la caída del Gobierno del general Marcos Pérez Jimenez en enero de1958, regresó al pais.
El Congreso lo designó Senador Vitalicio.
Falleció en Caracas el 2 de enero de 1973. Como último deseo: Pidió qué durante su sepelio, el féretro lo cargaran cuatro guardias nacionales.