La cuerda en un sector de las oposiciones la están estirando con posibilidades ciertas de llegar al ahorcamiento. Apuntan a destruir lo mucho o poco de la credibilidad que aún permanece en los ciudadanos hacia la clase dirigente, o en términos llanos, la clase política del país. Sucede porque un pequeño sector sembró la idea de que, para restituir el sistema de libertades en suelo venezolano, solo es posible si ellos son quienes la direccionan. Incapaces de reconocer, al contrario, siguen apuntando y estimulando los errores cometidos. Empujan por apetencia fuera de contexto, el cascaron vacío de lo que ayer fue un vehículo con todas sus partes. Han cambiado de nombre en la conformación de ese grupito, que parece se estuvieran cambiando la indumentaria interior. Con eso sienten ellos que vuelven a tener el control de los ciudadanos.
La mentalidad de creerse imprescindibles los llevó a la tozudez de desprestigiar a quienes atrevidamente señalaron, adentro y afuera, algunos errores cometidos, siendo esto a su vez, el traspié de los osados. El debate proactivo, propositivo, encontró el desprecio de la élite política. El uso del lenguaje soez y discriminativo, se patentaron en el discurso y la acción de los indefectibles, llenando de desesperanza a los ciudadanos ansiosos de cambio político-económico-social. Cada acción ejercida por esa cúpula, desviada desde hace años de los intereses del país, ha generado resultados a favor del régimen, atornillándolos en el poder. La ruta que están intentando nuevamente marcar, a fuerza de la desgracia, es para que en el 2024 permanezcan en el poder los actuales gobernantes.
El tiempo cambia y con ello los apoyos de factores internacionales. Monómeros paso a ser la caja chica de los imprescindibles (es lo hasta el momento denunciado). Mientras millones de venezolanos salen del país para buscar sobrevivir y ayudar a sus familias, representantes de esa cúpula fermentada, lo hicieron para disfrutar de las mieles de lo que les pertenece a todos los venezolanos. El barranco por venir se torna nauseabundo. El Ministerio Público dictó orden de captura en contra de los primeros 23 responsables del desfalco a la nación, pero sin duda que la lista a ser anunciada en los próximos días será larga, y desalentadora. Los rumores de la existencia de listas de dirigentes medios en los Estados y Municipios que recibían migajas ya recorren los pasillos de los tribunales, y precisan sus lugares para imputarlos.
Los imprescindibles nadaron en la abundancia de la torpeza y se graduaron de repartidores de la miseria. La desdicha ronda en quienes creyeron en sus engaños. La ausencia de transparencia en sus actuaciones, y la burla a los ciudadanos, aparece con denuncias como las que realizó en su momento la profesional del periodismo Nitu Pérez Osuna. Tan bajo se ha caído, que da igual llamar ladrón o mentarle la madre a cualquiera, y posteriormente dibujar una sonrisa en la mejilla para demostrar que reina la impunidad y la porquería. Ante ese logro superior en la condición de vida, esa cúpula perversa, vuela con la demencia que produce la prepotencia.
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