Manuel Barreto Hernaiz: Es tiempo de comprometernos con Venezuela

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No sólo hay que indignarse hace falta también comprometerse. Stèphane Hessel.

Stéphane Hessel (1917 -2013) fue un diplomático, escritor y militante político francés, miembro de las Fuerzas Francesas Libres, durante la II Guerra Mundial y debido también a su origen judío, fue capturado y torturado por la Gestapo y recluido en los campos de concentración de Buchenwald y Dora – Mittelbau.

En 1948 participó como diplomático en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero lo que realmente lo colocó en el tapete mundial fue la publicación, en 2010 de su libro ¡Indignaos! (Indignez-vous), un manifiesto de 32 páginas que llamaba a la rebeldía de la juventud.

Un año después publicó ¡Comprometeos! (Engagez-vous); una entrevista elaborada conjuntamente con Gilles Vanderpooten, en la cual Hessel muestra su preocupación por la diferencia inconmensurable entre las fuerzas políticas y los jóvenes.

Remarcaba en esta obra el autor, que cuando la dignidad se pone en cuestión es necesario reaccionar. La indignación viene del pisoteo de la dignidad que cada ser humano lleva consigo. Comprometerse significa para Hessel no resignarse. «El compromiso es la indignación puesta en acción. »

Un apretado concepto del término Compromiso nos dice es poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado y nuestra conciencia ha aceptado. Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado. La clave de nuestros logros radica en la capacidad que poseemos en comprometernos a crear algo, o como lo señalaba Abraham Lincoln al expresar que compromiso es lo que convierte una promesa en realidad.

Básicamente, por compromiso político se entiende la actividad regular y voluntaria de una persona, mediante la participación en cualquier agrupación, ONG´S o Partido Político que emplee su capacidad de cooperación y atención por los asuntos de la ciudadanía.

Cuando somos incapaces de comprometernos, somos incapaces para elegir, por miedo, por comodidad, por inconsciencia, por falta de formación e información o por desconfianza; y es entonces, cuando se nos pone más cuesta arriba lograr el objetivo trazado; pues solo desde el compromiso se podrá constituir un poder capaz de forzar la realidad a un cambio.

Consideramos que la única y valedera condición moral que se requiere para adversar a este perverso régimen es la del compromiso. Pero no el compromiso fácil con los artículos en los medios digitales, pues los físicos nos fueron arrebatados; tampoco el compromiso que puede conducirnos a masajearnos el ego con palabras al voleo en las redes sociales, sino con los valores que nos configuran como ciudadanos a cabalidad; comprometidos en la sempiterna lucha contra la tiranía y los tiranos… Pero también contra los amigos o conocidos que prefieren mirar hacia otro lado y disparar a sus pares, porque el temor o el prejuicio les impiden saber quiénes son los verdaderos enemigos.

Hay que tener el coraje de asumir el compromiso contra la injusticia y la ruindad de este régimen y asumir que debemos hacerlo aun cuando no estemos totalmente seguros de nada. Porque un hombre verdaderamente comprometido es ese que se atreve a arriesgarse por asuntos que considera cruciales, aun cuando tenga dudas sobre ellos.

Es tiempo de utilizar el conocimiento y la información necesarios no sólo para operar en la realidad sino para transformarla. Es tiempo de suscribir un irrenunciable compromiso que se centre en la búsqueda de un país mejor, tal como se lo merecen nuestros hijos.

Es tiempo de comprometernos con Venezuela

Sociólogo de la Universidad de Carabobo. Director de Relaciones Interinstitucionales de la Universidad de Carabobo.

 

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