Anabel Hernández: Omar García Harfuch en los crímenes de la noche de Iguala II

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La jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum, quien defiende a su secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch (OGH), de las imputaciones hechas por la comisión de la Verdad y la Fiscalía General de la República (FGR) en su involucramiento para manipular el caso Ayotzinapa, comete el mismo error que cometió el presidente Felipe Calderón al defender a Genaro García Luna.

La Fiscalía General de la República acusa que Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, participó en el cónclave llevado a cabo el 7 de octubre de 2014 en Iguala, Guerrero, encabezado por el entonces procurador Jesús Murillo Karam, para fraguar la creación de la falsa verdad histórica sobre el ataque y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

Y la Comisión de la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa afirma que el jefe poilciaco fue enlace operativo para implementar dicha estrategia que manipuló la realidad e impidió la justicia.

En el contexto de la reunión en la que la FGR afirma se planeó la fabricación de la “verdad histórica”, un día después García Harfuch se transfirió de Acapulco, Guerrero -donde estaba adscrito en la Coordinación Estatal Guerrero de la PF- a Iguala, para realizar operaciones en esa ciudad del 8 de octubre al 22 de 2014, según consta en el “oficio de comisión” fechado el 24 de octubre de 2014, que forma parte del Registro Único de Comisiones al Personal de la PF, del cual nadie ha hablado hasta ahora.

“En cumplimiento a instrucciones superiores vía telefónica del comisionado general Enrique Francisco Galindo Ceballos, deberá presentarse en Iguala, Guerrero, en el periodo del 08 al 22 de octubre de la presente anualidad”, señala el oficio de comisión firmado directamente por García Harfuch en Acapulco Guerrero.

(Ver al pie de este artículo: documentos 1 y 2 en PDF)

La presencia de OGH en la reunión denunciada por la FGR es relevante porque durante el 26, 27 y 28 de septiembre de 2014 García Harfuch, como coordinador estatal de la PF en Guerrero, fue informado puntalmente de todo lo que ocurría en la Base de la PF en Iguala, incluyendo los ataques contra los estudiantes. Esto consta fehacientemente en varios oficios que le fueron enviados por el entonces jefe de la PF en esa ciudad, Luis Antonio Dorantes Macías, arrestado en enero de 2021 por su involucramiento en la desaparición de los 43 estudiantes.

Sin dar explicaciones en un muy breve mensaje en Twitter el 22 de agosto, tres días después de que la FGR y la Comisión de la Verdad lo involucraron  en el caso Ayotzinapa, OHG dijo: “Rechazo la versión absurda de haber participado en una reunión para ‘fraguar la verdad histórica’…”

Ahora el funcionario no solo debe explicar a fondo su participación en la reunión del 7 de octubre, cuya existencia no negó, sino también las acciones que realizó en Iguala como comisario de la PF del 8 al 22 de octubre, de las cuales no habló en la única declaración ministerial rendida hasta ahora, de fecha 25 de abril de 2016, ni ha dado explicación pública de exactamente qué fue lo que hizo en Iguala en ese periodo.

Según el propio expediente judicial de Ayotzinapa en esas fechas, cuando OHG estuvo operando en Iguala, la PF, la Secretaría de Marina y la Agencia de Investigación Criminal (AIC) hicieron detenciones de personas con cuyos testimonios, hechos bajo tortura, fabricaron la llamada “verdad histórica”.

El 10 de octubre se llevó a cabo el primer encuentro entre Miguel Ángel Osorio Chong y los padres de los normalistas en la CDMX. Y a mediados de ese mes, sin que hubiera algún dato o declaración en los expedientes de la PGR, de los cuales tengo copia, se comenzó a decir que los normalistas “al parecer fueron quemados hasta su total calcinación…”.

Para noviembre de 2014, con las detenciones de otros cuatro supuestos miembros de Guerreros Unidos (GU) se concretó la falsa versión oficial, y bajo tortura dijeron que en los hechos solo había participado la Policía municipal, el presidente municipal, José Luis Abarca, y un puñado de pequeños miembros de GU, ocultando la participación del Ejército y la PF. También afirmaron que todos los estudiantes habían sido asesinados esa misma noche del 26 de septiembre en el basurero de Cocula, hecho que está varias veces comprobado que nunca ocurrió.

El interés que habría podido tener OGH en colaborar para crear una falsa versión de los hechos -como afirma la FGR- es que desde 2013 era oficialmente el coordinador estatal Guerrero de la PF y legalmente ocupó ese cargo hasta al menos el 28 de septiembre de 2014, con todas las responsabilidades operativas y jurídicas que eso implica. De eso no hay duda, hay documentos que constan en el expediente laboral del policía y el expediente judicial de Ayotzinapa, algunos firmados por él mismo.

Sheinbaum defiende a OGH como Calderón defendió a GGL

El jefe de la Policía capitalina es uno de los graduados con ‘honores’ de la ‘escuela’ de García Luna y Cárdenas Palomino acusados en EE. UU. por tráfico de drogas y complicidad con el Cártel de Sinaloa y el Cártel Beltrán Leyva.

La intensa campaña de propaganda mediática de OGH para defenderse de las pruebas sobre su negro historial y su papel en los hechos de Iguala, me hacen recordar de manera instantánea los tiempos de García Luna y Luis Cárdenas Palomino, cuando usaban a medios de comunicación y voceros dóciles para ocultar sus fechorías. No es casual. Como ya lo he mencionado, OGH es miembro de esa cofradía de policías, y su jefe, amigo y mentor hasta ahora sigue siendo Cárdenas Palomino, quien está encarcelado.

Actualmente hay quienes como en aquella oscura época, se prestan a propagar la información falsa para proteger a OGH y limpiarle la cara ante la opinión pública. De esa forma se cobija a policías que no deberían ocupar ese cargo ,como ocurrió en el sexenio de Calderón.

La jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, salió en defensa de su secretario de Seguridad Ciudadana y afirmó que este iba a permanecer en el cargo pese a la gravedad de los señalamientos de la Comisión de la Verdad y la FGR en su involucramiento para manipuylar el caso Ayotzinapa. La aspirante presidencial comete el mismo error que cometió el presidente Felipe Calderón al defender a García Luna cuando, como periodista, di a conocer de 2008 a 2012 su negro historial, enriquecimiento inexplicable y nexos con el crimen organizado.

Hoy García Luna está preso y Calderón tiene que andar con la cabeza gacha por haberlo protegido. A ver si Sheinbaum no termina igual de desprestigiada que Calderón, solo que sin estar sentada en la presidencia de México.

Ejercicio indebido del servicio público y uso indebido de atribuciones

Es inquietante que en diversas entrevistas OGH ha llegado a decir que, desde inicios de septiembre de 2014, él ni siquiera ya era miembro de la PF, sino que estaba adscrito a Gendarmería.

“No solo estaba asignado en Michoacán, estaba asignado a otra área, estaba asignado a Gendarmería”, dijo en entrevista con el medio SinEmbargo, en julio pasado. Afirmó que cientos de elementos fueron testigos de que él estaba ahí.

Uno de sus voceros es César Gutiérrez Priego, hijo del defenestrado general Jesús Gutiérrez Rebollo, sentenciado a más de 30 años de cárcel por corrupción, tráfico de drogas y complicidad con el Cártel de Juárez. El 22 de agosto afirmó con vehemencia que hay informes oficiales que señalan que OGH estaba en Michoacán todos los días y sin pausa desde el 8 de septiembre hasta el 30 de septiembre de 2014.

Si esto fuera así, García Harfuch no habría incurrido en una simple simulación o faltas administrativas como abandono de trabajo, sino en delitos como ejercicio indebido del servicio público y uso abusivo de atribuciones y facultades según el reglamento entonces vigente de la PF, que ameritaría una sanción que podría llegar a la inhabilitación en el servicio público, o incluso cárcel.

La realidad es que OGH nunca dejó de estar adscrito a la PF y nunca dejó de ser titular de la PF en Guerrero. El 23 de septiembre de 2014, cuando los documentos oficiales citados por el hijo del general narco señalan que él estaba en Michoacán, en realidad se encontraba en Acapulco, Guerrero. Así lo prueba el documento fechado el 23 de septiembre de 2014 en Acapulco, Guerrero, y firmado por el propio García Harfuch como Coordinador Estatal Guerrero de la PF, en papel oficial membretado de la Policía Federal, no de Gendarmería.

(Ver al pie de este artículo: documentos 2 y 4 en PDF)

En dicho documento se ordenó así mismo trasladarse ese día de Acapulco a Michoacán del 23 de septiembre al 7 de octubre de 2014. Y ni siquiera ese oficio tiene validez para haber dejado Guerrero, porque, según el reglamento, un oficio de comisión solo puede ser firmado por un superior jerárquico con copia al mando nacional de la PF.

Esto aclara de manera contundente la trama de mentiras y de excusas de García Harfuch para evadir dar explicación verdadera de su actuación y órdenes giradas durante la desaparición de los normalistas y en los días posteriores.

Habrá que recordar que, de acuerdo al expediente de la Unidad de Asuntos Internos UAI/DGII/5518/12, no es la primera vez que el jefe de la Policía de la CDMX incurriría en mentiras, abusos e ineficiencia. En la PF reprobó sus exámenes de control de confianza que por ley debía cumplir, y debería estar fuera del servicio de Policía desde al menos el 2012. Se le acusó de hacer cateos y detenciones arbitrarias, pero su jefe y amigo Cárdenas Palomino siempre lo protegió, igual que lo protege ahora Sheinbaum.

Jefe de la PF en Iguala preso pidió instrucciones a OGH el día que desaparecieron normalistas

En enero de 2021 di a conocer en Contracorriente! la única declaración ministerial rendida por OGH hasta ese momento sobre el caso Ayotzinapa. La declaración fue rendida el 25 de abril de 2016, un año y meses después de los hechos en Iguala. Entonces, el titular de la PGR era Murillo Karam quien ahora está en prisión por el caso de los normalistas.

“…Con motivo de la superior instrucción dada al de la voz, notifiqué el siete de septiembre de dos mil catorce al inspector José Antonio Cabrera Méndez para que se desempeñara como suplente de la Coordinación Estatal Guerrero de la Policía Federal, por lo que a partir de esa fecha el de la voz comencé a desempeñar las nuevas funciones asignadas dejando a cargo la Coordinación Estatal Guerrero al Inspector José Antonio Cabrera Méndez, en virtud de lo anterior, no tengo mayores elementos o conocimiento de los hechos que investiga esta autoridad”.

Garcia Harfuch incurrió en falsedad de declaraciones ante el MP. Como ya se documentó, no dejó el cargo de coordinador. Pero además en una serie de documentos que forman parte del expediente laboral de OGH y del expediente de Ayotzinapa, los cuales obtuve a través de la Ley Federal de Transparencia, el jefe policiaco sí recibió oficios de lo que ocurría en Iguala en días previos al 26 de septiembre, así como el día del ataque contra los normalistas, y los días 27 y 28 de septiembre.

Existen oficios enviados al mando superior inmediato de OHG, quien era el comisario general Antonio Garza García, titular de la División de Seguridad Regional, fechados el 26 de septiembre de 2014, donde se hace referencia a las órdenes giradas por García Harfuch como Coordinador Estatal Guerrero de la PF, y en el que se afirma que Cabrera era solo un supervisor.

“El día de hoy acudí a darle cumplimiento a la reunión convocada por C. Comisario Omar Hamid García Harfuch, Coordinador Estatal en Guerrero de la Policía Federal, presidida por el C. Inspector General Antonio Cabrera Méndez Supervisor Operativo de la Coordinación Estatal en Guerrero de la Policía Federal, la cual se llevó a cabo en la base vértice en Acapulco, Guerrero, con representantes de diferentes Cámaras de Transporte, así como diferentes Autoridades Ministeriales y Administrativas…”, señala la Tarjeta Informativa Num. 1358/2014.

Eso significa que la cadena de mando en Guerrero era: García Harfuch, Cebrera Méndez y Dorantes. Incluso si físicamente no hubiera estado en la entidad, OGH tenía que ser informado de todo. Por eso, ese mismo día, 26 de septiembre, Dorantes informa a OGH de diferentes actividades en la Base de la PF, acerca del movimiento de personal, rol de guardias y problemas con las unidades de transporte de la PF: tarjetas informativas 1357/2014,  1365/2014 y 1371/2014, entre otras, que se ven en el expediente del caso Ayotzinapa. En todas ellas Dorante pidió instrucciones a OGH porque era su mando superior.

“Lo que comunico a usted para su superior conocimiento y lo que a bien tenga ordenar”, señalan dichas tarjetas enviadas a García Harfuch. Dorantes llevaba más de 15 años como policía, no era un improvisado en la elaboración de oficios y tarjetas informativas.

(Ver al pie de este artículo: documentos 5, 6 y 7 en PDF)

Informe de todo al Coordinador Estatal: Dorantes

La noche del 26 de septiembre, Dorantes también informó a OGH respecto a los eventos ocurridos la noche en que desaparecieron los normalistas en tiempo real. Por ejemplo, en la ficha código PF/DSR/CEG/EI/T.1/1362/2014, titulada “Asunto: Disturbios por estudiantes de Ayotzinapa en la ciudad”. En otras tarjetas, como la PF/DSR/CEG/EI/T.1/1364/2014 y la terminación 1367/2014 y 1369/2014 , informó sobre los disparos, estudiantes muertos y heridos. Igual le envió el 27 de septiembre copia de la puesta a disposición 050/2014 hecha ante el MP de Iguala, en la que reporta la balacera y ejecución en la carretera Iguala-Chilpancingo, donde fueron asesinadas tres personas como parte de la cacería hecha contra los estudiantes.

De manera irregular, en el primer interrogatorio hecho a Dorantes en la PGR hasta  septiembre de 2015-un año después de los hechos- nunca le preguntaron sobre OGH ni las ordenes que recibió de él, pese a los oficios que la propia PGR tenía, cuando en la cadena de mando era el superior jerárquico de Dorantes y de Cabrera Méndez.

Pero Dorantes sí declaró que informó de “todo acontecimiento o hecho relevante a la Dirección de Operaciones de Seguridad Regional, al titular del área de información, al encargado de la Dirección General adjunto a la región centro, al titular de la Coordinación Estatal de la Policía Federal en Guerrero, al Centro de Mando Iztapalapa en México DF o contel…”. Y especifica que además de informar a OGH también reenvió la información a Cabrera Méndez, supervisor operativo quien estaba también bajo las órdenes de García Harfuch y llegó esa noche a Iguala.

Como García Harfuch ha escondido su responsabilidad como mando de la PF en Guerrero antes, durante y después de la desaparición de los normalistas, se desconoce hasta ahora cuáles fueron las ordenes giradas por él a Cabrera Méndez y Dorantes Macías.

Curiosamente, cuando García Harfuch fue nombrado titular de la Agencia de Investigación Criminal en 2016 en sustitución de Tomás Zerón -quien también forma parte del grupo de García Luna y Cárdenas Palomino- se llevó a trabajar con él a Cabrera Méndez y lo ascendió notablemente de cargo nombrándolo delegado regional de la AIC en la CDMX, según la base de datos del Gobierno Federal.

De acuerdo a testimonios judiciales dados por estudiantes sobrevivientes, videos, un informe de la CNDH, un expediente interno de Unidad Asuntos Internos de la PF, los federales esa noche atacaron a los estudiantes, los amedrentaron, bloquearon calles para permitir las agresiones contra los jóvenes y participaron activamente en su desaparición. Los días posteriores participaron en detenciones y tortura contra detenidos, con los que se creó la falsa “verdad histórica” sobre el caso.

El derecho a la verdad es un derecho fundamental irrenunciable por el que hay que luchar todos los días. Creo en esto como periodista y seguiré informando de este y otros casos..

Descargas: Documentos Anabel Hernández 24.8.2022.pdf

 

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