En medio del auge de las loterías comunitarias en el estado Sucre, los habitantes de Chacopata, estado Sucre, cansados de esperar por el gobierno regional, decidieron organizar una para recaudar fondos y poder comprar una ambulancia
En el estado Sucre las loterías se convierten en una opción ante los embates de la inflación acelerada que se vive en Venezuela: son una manera de obtener desde ingresos en dólares hasta electrodomésticos, un carro o una casa.
Desde hace unos seis meses, vecinos de varios sectores en Cumaná organizaron estos juegos de azar: Venden cartones de madera o cartón piedra, pintados a mano con cuadros divisorios y en cada cuadro el dibujo de un objeto.
El día acordado, las personas se reúnen mientras un animador saca de una bolsa una ficha que representa a cada una de las figuras del cartón. El primero que logre una línea completa –un poco al estilo de un bingo- se lleva el premio.
El costo de cada cartón depender de los tipos de premios anunciados, que pueden ser varios en una noche. Si el premio mayor es de más de mil dólares, una moto, un carro o una casa, el cartón puede costar hasta cinco dólares. Si los premios son menores a mil dólares, el valor del cartón puede ser un dólar.
También ofrecen incentivos menores que van desde 30 hasta 200 dólares, un mercado de alimentos básicos, una cocina, nevera o un teléfono celular de gama media.
En Cumaná, cada fin de semana desde enero de este año, se hacen al menos diez loterías en diversas comunidades, todas situadas en estratos populares. Centenares de personas acudían a probar suerte y las restricciones por la pandemia importaron muy poco.
¿De dónde puede sacar uno hasta mil dólares si lo que tiene es un sueldo de 30 dólares? Uno va a las loterías a ver si la suerte nos acompaña y nos llevamos unos realitos para la casa, comentó Luisa Martínez, habitante del sector Brasil, al oeste de Cumaná y quien es una asidua jugadora en estos eventos públicos.
Para José Cardoza, organizador de una de las loterías que se realizan dos veces al mes en la parroquia Altagracia de Cumaná, estos eventos no sólo dejan ganancias a los involucrados y a los ganadores de premios, sino que también los considera una forma de fomentar el trabajo: «En una noche puede haber más de mil personas jugando, por eso hay vendedores de comida, refrescos y chucherías. Yo creo que ganamos todos», aseguró.
Y llegó la autoridad
No transcurrió mucho tiempo para que se presentaran inconvenientes en esto de las loterías. Peleas por presuntos fraudes, denuncias en redes sociales sobre estafas y hasta un posible control por parte de la Gobernación de Sucre.
En medio del auge de esta modalidad de hacer ingresos, el gobernador pesuvista de Sucre, Gilberto Pinto, anunció la creación de un instituto que regulará la situación y canalizará los recursos.
El 15 de agosto, a través del programa radial «Amor es lealtad por Sucre» moderado por el gobernador,la presidenta del Consejo Legislativo regional, la dirigente chavista Juzmary Mendoza, anunció la creación del Instituto “Lotería del Mar”.
A través de este organismo oficial, la administración de Pinto tiene el objetivo de regular estos juegos de azar. Al respecto, Mendoza refirió que pretenden otorgar licencias para su ejecución a las personas naturales o jurídicas que así lo soliciten.
“La gobernación podrá controlar estas actividades, en qué territorios se van a organizar y va a poder tener agencias y sucursales en todos los municipios de la entidad y los otros estados de Venezuela. Incluso en el extranjero”, dijo.
También aseguró que el dinero que obtengan a través de las regulaciones se destinará a la inversión en materia de salud, deporte y ciencias. Esa, se supone que es la intención, pero hasta ahora solo es un decreto y hay poblados en pobreza extrema que no parecen estar dispuestos a esperar por esa inversión pues sus necesidades son urgentes.
Salud al azar
Entre todas las carencias que hay en Chacopata, un pueblo costero en el municipio Cruz Salmerón Acosta, a dos horas y media de distancia de Cumaná; la necesidad de tener una ambulancia llevó a sus habitantes a tomar una drástica decisión.
Necesitan reunir 6.500 dólares para comprar una ambulancia nueva y así dejar de esperar a que el gobernador Gilberto Pinto algún día les resuelva el problema.
Ralph Vásquez, un habitante de la comunidad, contó que no contar con una ambulancia ha sumado penurias a muchas familias cuyos enfermos han muerto por no poder ser trasladados a hospitales situados en Cariaco, capital del vecino municipio Ribero o a Cumaná y Carúpano, las ciudades más cercanas que están, sin embargo, a más de dos horas de recorrido.
Explicó que durante cuatro años han estado a la espera de que se cumpla la promesa oficial. Mientras, los escombros de la ambulancia que tenían todavía aguardan por la reparación ofrecida y por la compra de piezas mecánicas que el alcalde del municipio, el dirigente chavista Daniel Ruíz, aseguró que realizaría.
La atención médica en Chacopata es casi inexistente. El único ambulatorio, una estructura sanitaria tipo III diseñada para atender los habitantes de tres poblados cercanos, no sólo carece de insumos médicos sino que también tiene notables fallas de infraestructura.
«El chofer de la ambulancia ahora es el vigilante. El alcalde nos venía a meter mentiras de que ya iban a buscar los repuestos a Carúpano, que estaban en camino y nunca más vino. Aquí nada funciona, ni rayos X, ni laboratorios… La residencia de los médicos no tiene ventilador, nevera o cocina. Aquí nos atienden las enfermeras y una doctora, pero no tienen nada”, aseguró Eugenio Bermúdez, un habitante del poblado, en medio de una protesta hecha el 4 de julio pasado.
De modo que la organización de una lotería es la salida más factible para poder tener atención sanitaria básica. Ralph Vásquez aseguró que tienen todo listo y que el 4 de septiembre es la fecha escogida. Los vecinos se congregarán a las 4 de la tarde en la sede del terminal de pasajeros y el premio dependerá de lo que puedan recaudar a través de la venta de cartones a un dólar cada uno. ¿Lograrán el objetivo de conseguir una ambulancia para Chacopata?
Nayrobis Rodríguez – El Estímulo