Chile encara el plebiscito del domingo sobre la propuesta de nueva Constitución, una de las votaciones más importantes de los últimos años, que puede tener como resultado un profundo cambio en su modelo de país.
Los centros de votación -más de 3.000 en todo el territorio- comenzaron a recibir desde la noche del viernes las urnas y las papeletas, en las que los 15,1 millones de electores tendrán que marcar la opción «Apruebo» o «Rechazo» el nuevo texto.
Los locales electorales, que por ley estarán custodiados por más de 26.000 militares, abrirán a las 8.00 hora local (11.00 GMT) y cerrarán a las 18.00 horas (21.00 GMT), aunque si aún hay personas en la fila esperando para votar al momento del cierre, podrán hacerlo.
Preparativos plebiscito Chile
Está todo en orden y las Fuerzas Armadas se están desplegando para tomar control de los locales de votación en las próximas horas para que todas y todos tengamos un buen proceso, dijo este sábado la ministra de Defensa, Maya Fernández.
Fernández recorrió junto a otras autoridades el Estadio Nacional de Santiago, uno de los centros de votación más masivos, donde pueden votar más de 13.000 personas.
Va a trascender
El resultado, que se espera muy ajustado, se conocerá un par de horas después del cierre y está previsto que el presidente chileno, Gabriel Boric, ofrezca un discurso en cadena nacional por la noche, independientemente de la opción que gane.
De aprobarse, el texto sustituirá a la actual Carta Magna, heredada de la dictadura (1973-1990) -aunque reformada parcialmente en democracia- y vista por una parte de la sociedad como el origen de las desigualdades del país por fomentar la privatización de servicios básicos.
De rechazarse, seguirá vigente la actual Ley Fundamental, aunque Boric ya anunció que convocará un nuevo proceso constituyente y que se cumplirá con el mandato del plebiscito de octubre de 2020, en el que casi el 80 % de los chilenos pidió un cambio constitucional.
El gobernante, partidario de enterrar la Constitución de Pinochet, viajó el viernes a su natal Punta Arenas, a más de 3.000 kilómetros al sur de Santiago, para sufragar a primera hora de la mañana y regresar luego al palacio La Moneda.
«Que sean los chilenos y chilenas quienes por primera vez decidan democráticamente respecto del contenido y forma de una nueva Constitución es un hecho que, sin duda, pase lo que pase el domingo, es un hecho que va a trascender», dijo a su llegada al sur.
Confío en la sabiduría del pueblo de Chile, agregó.
Los últimos sondeos revelaron que se mantiene la tendencia a rechazar el texto, pero los expertos alertan que el escenario está abierto porque por primera vez el voto es universal y obligatorio y hay una gran bolsa de votantes que llevan años ausentes de las urnas.
El nuevo texto, redactado durante un año por una convención de tendencia progresista y con paridad entre hombres y mujeres, declara a Chile un «Estado social de derecho» y es uno de los más vanguardistas del mundo en materia de lucha contra la crisis climática e igualdad de género.
EFE
Chile vota dividido el destino de la nueva Constitución
Unos 15,1 millones de electores están convocados obligatoriamente este domingo a las urnas, en un plebiscito que se resolvería por un margen estrecho
Chile vive este domingo una jornada electoral que marcará su destino durante las próximas décadas. A casi tres años del estallido social de octubre de 2019 que abrió paso a un proceso constituyente, unos 15,1 millones de electores están convocados obligatoriamente a las urnas para aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución. El texto, redactado por una convención elegida especialmente, busca transformar profundamente la institucionalidad chilena. Tanto, que el resultado no convoca a las grandes mayorías que se esperaban cuando arrancó el proceso, hace casi dos años.
Con aspectos clave como la definición de un Estado social y democrático y la incorporación de nuevos derechos económicos y sociales, la propuesta asegura la igualdad entre el hombre y la mujer en diversos ámbitos y tiene un marcado acento ecológico. Pero posee también aspectos que han dividido a la sociedad chilena. En un país con un 13% de indígenas, los críticos consideran que la introducción del concepto de plurinacionalidad exacerba la identidad de los pueblos originarios. Hay dudas además sobre los cambios en el sistema político, que incluye el reemplazo del Senado por un órgano de menos nivel y un Poder Judicial que pasaría a llamarse Sistemas de Justicia.
El País de España