Las ambiciones de chinas en el ámbito digital

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China siente que Estados Unidos domina el sistema internacional y que la creciente oposición de Occidente a China es una amenaza a la seguridad permanente del Partido Comunista Chino (PCC).

Los líderes chinos han articulado con claridad que ellos piensan que los países occidentales, y especialmente Estados Unidos, han podido ejercer dominio global ya que ellos poseen lo que China denomina “el poder del discurso”, un tipo de habilidad de establecimiento-de-agenda enfocado a remodelar la gobernanza global y los valores y las normar que legitiman y facilitan la expresión del poder del estado.

China ha identificado el ámbito digital y los países del Sur del Globo cómo áreas de oportunidad para avanzar sus objetivos con la finalidad de adquirir una ventaja en el poder-del-discurso sobre Estados Unidos.

Para el Partido Comunista Chino (PCC) adquirir el poder del discurso se traduce en la habilidad de aumentar el poder geopolítico de China a través de la creación de un consenso de un orden alterno, dirigido por China. Este sería uno que privilegia la soberanía del estado sobre las libertades civiles y que subordina los derechos humanos a la seguridad del estado.

El poder del discurso

El liderazgo chino ha sido absolutamente transparente en el planteamiento de sus objetivos y las estrategias a seguir. Académicos del gobierno chino consideran que el poder del discurso incluye dos componentes que se refuerzan mutuamente: el “poder para hablar” o articular una visión coherente para el orden mundial y el “poder para ser escuchado” o disponer de audiencias que estén expuestas y que posteriormente compren dicho mensaje. Esto involucra incrustar valores que terminen estructurando las relaciones entre los estados – tanto en términos subjetivos (como en lo referido a las normas) y en términos objetivos (como en lo relacionado a reglas y estándares). Para hacer operativas sus estrategias, China ha realizado una reestructuración mayor del partido-estado para asegurar que el Comité Central del PCC retiene supervisión directa sobre las unidades responsables de llevar a la práctica los objetivos del discurso-del-poder.

Para ganar el poder del discurso, China se concentra en mensajes dirigidos y en la búsqueda del apoyo para su marco normativo a través de diversas audiencias. Adicionalmente, los líderes chinos no creen que la perspectiva china será “oída” a menos que exista un terreno fértil global que haya sido preparado previamente. La estrategia de China, alrededor del poder del discurso, no debe ser vista como un intento de convertir al mundo en un escenario autoritario. China enfatiza su agnosticismo con respecto a las características políticas de los gobiernos con lo que se vincula. Por ello, para China es menos importante que los países apoyen la “cíber soberanía” por cuanto ofrece más libertad en la determinación de su futuro o si los gobiernos lo apoyan como una oportunidad de restringir las libertades en Internet.

Ganar poder a través del ámbito digital

Las publicaciones oficiales y académicas china demuestran que el PCC ha identificado el campo digital como crucial en su estrategia de poder-del-discurso, considerando las oportunidades que brinda la Revolución del Conocimiento (4ª. Revolución Industrial) al ofrecer una posibilidad para la disrupción de la hegemonía occidental. Beijing ha manifestado sus intenciones de liderar el mundo digital, anunciando su meta de dominar para el año 2.025 la tecnología-avanzada de manufactura, de liderizar en el establecimiento de estándares internacionales para el 2.035 y de ser una “ciber superpotencia” para el 2.050.

Cómo tal, China se ha embarcado en una estrategia concertada para ganar poder del discurso a través del ámbito digital. Lo está realizando en diversos países a través de varios mecanismos: conformando los sistemas de información locales a través plataformas de redes sociales y digitales, promocionando las normas aprobadas por el PCC para la gobernanza digital y los estándares internacionales desarrollados por China y con la oferta a costo razonable y sin condicionamientos en su uso de la infraestructura digital y de Internet.

Ganar poder en el Sur del Globo

China también considera el Sur del Globo como un ente potencialmente receptor de sus normas y principios de gobernanza y como un mercado atractivo para las ofertas de infraestructura digital. Las narrativas de la propaganda externa de China disfrazan las actividades de Beijing en la esfera digital dentro del supuesto objetivo de permitirles mayor poder a los países sobre el desarrollo y la dirección de sus economías digitales.

China ha promovido la norma de “cíber soberanía” – en la definición china, se trata del derecho de cada país para ejercer control sobre Internet dentro de sus fronteras. Este trabajo lo ha venido realizando en diversas organizaciones internacionales, en órganos de establecimiento de estándares y en las relaciones comerciales con países interesados en productos chinos. En sus mensajes externos de propaganda, lo hace frecuentemente con narrativas que erosionan la legitimidad del marco democrático liberal y que resuenan con la experiencia local; como ejemplo, el mensaje chino de cooperación digital en el Sur del Globo enfatiza la desconfianza compartida hacia los gobiernos occidentales o la experiencia común como países “en desarrollo”. La cíber seguridad contrarresta el intento de universalización de las normas occidentales (referidas a privacidad, libertad de expresión, derecho al acceso a la información y el rol de la regulación) que es el default del actual sistema operativo.

El reto del mundo democrático

Mientras que China ha avanzado en su presencia y estrategias en los cuerpos de establecen estándares, en los espacios normativos, en el ecosistema de información digital y en la provisión de infraestructura física, el enfoque occidental ha sido fragmentado y reactivo. Los líderes chinos han apostado al exceso de confianza occidental en sus sistemas y han construido en forma silenciosa una estrategia relativamente exitosa de penetración con el poder del discurso chino. Para contrarrestar esto se requiere la reconexión del mundo occidental en esos espacios, la definición de estrategias conjuntas en los ámbitos industriales, comerciales y geopolíticas y en la creación de un sistema colaborativo, inclusivo y con múltiples stakeholders.

Laszlo Beke – Lapatilla.com

 

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