El No fue rotundo y con un claro mensaje al gobierno de Boric, a un gobierno que ya a los seis meses de iniciado se pueden ver algunos destellos que para muchos economistas no son de gran augurio. El No al proyecto, en muchos aspectos de concepciones extremas fue victorioso en todas las 16 regiones, demostrando así el pueblo chileno que es más maduro políticamente de lo que muchos imaginaron.
Recordemos que la composición de la asamblea constituyente fue hija del calor de las violentas manifestaciones aupadas por la extrema izquierda gansteril continental. Ese proyecto político fue rechazado en todas las 16 regiones del país, pero lo más trascendente es que fue rechazado abrumadoramente en las áreas más pobres de Chile, donde viven mayoritariamente aquellos chilenos que aun la ONU considera en estado de pobreza.
Pero pareciera que el presidente, no obstante su aparente alejamiento de Maduro y de otros líderes latinoamericanos de la izquierda continental, no ha entendido el mensaje de esa
inmensa mayoría que rechazó, no sólo el proyecto de la nueva constitución, ya que igualmente a Boric le dijeron de frente y sin ambigüedades: no queremos comunismo, no queremos que la historia del totalitarismo que comenzó con Allende y terminó con la dictadura de Pinochet se repita en nuestro país, en fin no queremos que los mapuches sean considerados ciudadanos de primera ni chilenos de segunda, queremos que todos los chilenos seamos de primera, sin importar el lugar del nacimiento ni los rasgos fisionómicos.
Boric deseamos que aquí, en este Chile democratico no haya espacio para la demagogia. Sin embargo el presidente, el mismo día lunes 5 en la mañana, 24 horas después del claro mensaje del pueblo chileno, convocó a los partidos que lo sostienen como a los de la oposición a una reunión con el fin de preparar una nueva Asamblea Constituyente. Por el resultado y también se podría interpretar que la mayoría del pueblo chileno no rechaza la actual constitución ni tampoco que es la fuente de las imperfecciones de la actual sociedad chilena.
La decisión del presidente Salvador Allende de reformar la sociedad chilena, utilizando modelos sociales, económicos y políticos, lejanos a las tradiciones del país austral, dio como resultado el 11 de septiembre del año 1973 la irrupción de los militares en el Palacio de La Moneda, muchos de ellos con concepciones fascistas, pero todos simplemente preocupados ante el avance de conceptos de estado distintos al sistema de libertades públicas, en las cuales Chile había transcurrido durante los últimos 70 años. Recordemos que en Chile desde que se inició el ciclo democratico en el año de 1890, sólo había vivido un corto periodo bajo un régimen de dictadura militar, fue con Carlos Ibáñez del Campo, entre 1927 y 1931 y curiosamente elegido democráticamente presidente de la república para el período 1952-1958. La dictadura de Pinochet, al ser reciente, todavía divide a los chilenos. Psicólogos, políticos, sociólogos, entre otros investigadores sociales, temen que el presidente Boric viva con el síndrome de revivir políticamente al presidente Salvador Allende.
No obstante la ya descrita derrota, tanto a Boric como a los redactores del proyecto, el carismático joven presidente, ante lo poco claro de las perspectivas actuales de la economía y ante ciertos hechos de absoluta realidad, los hacedores de la política económica del presidente Boric están en el buen camino, al menos en lo que a prevenir se refiere, ya que decidieron solicitar un crédito al Fondo Monetario Internacional, el cual fue inmediatamente concedido, visto la excelencia en materia económica y de constante avance que el gobierno de Piñera legó a Boric. Esta es la opinión y la razón por la cual el directorio del Fondo Monetario Internacional aprobó la solicitud en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF) por un monto de 13.954 millones de Derechos Especiales de Giros, aproximadamente USD 18.500 millones.
A comienzos de la Década de 2010, Chile poseía un Producto Interno Bruto (nominal) de $ U.S 218 313 millones. Para el año 2019, el PIB del país se situó en los $ U.S 305 556 millones. Hasta el cierre del año 2019, el mismo de las violentas manifestaciones inspiradas en la Izquierda gansteril y con Boric a la cabeza, menester es no olvidarlo, la economía chilena tuvo un crecimiento del 40,0% durante esta década con respecto al PIB del año 2010.
La revuelta iniciada el 18 de octubre de 2019, se originó por la decisión del gobierno nacional de incrementar el costo del pasaje del metro de Santiago de 800 a 830 pesos. Si efectivamente la crisis se desató cuando, por recomendación de un panel de expertos del transporte público, el gobierno del presidente Sebastián Piñera decidió subir el precio del pasaje del Metro en 30 pesos, llegando a un máximo de 830, dicho en otras palabras el aumento era de 17 céntimos de dólar como máximo, siendo también que en otros trayectos el aumento fuese solo de 3 céntimos de dólar aproximadamente. Las consecuencias de estas irresponsables manifestaciones fueron como un puñal que se clavó en el corazón, tanto en las instituciones chilenas como en su economía. Las pérdidas fueron cuantiosas tanto en lo concerniente a dinero y bienes en general, como en pérdidas humanas, que la presidencia de la república de Chile emitió un comunicado afirmando que el estallido produjo una pérdida de US $3 mil millones y de 34 fallecidos, sin incluir el número de heridos. Pasando el desempleo del 7 % al 10 % a nivel nacional. Definitivamente las consecuencias de las manifestaciones violentas del 18 de octubre fueron terribles para la sociedad chilena. www.latercera.com del 18 oct 2021.
Aquí me permito abrir un paréntesis para recordar a un personaje que no goza de buena reputación. Me refiero a Diosdado Cabello, el segundo del partido Partido Socialista Unido de Venezuela. Pues el día después de finalizar las manifestaciones en Santiago, el líder chavista saludó las violentas protestas realizadas con mucha alegría, afirmando que el presidente Sebastián Piñera era “un buen alumno de Pinochet”. Según confesó, varios países “van a reventar porque tienen una sobredosis de neoliberalismo”. Grave, muy grave es esa confesión. Manifestar alegría por las consecuencias de la violencia como la muerte y la desolación no es de personas que estén en sus cabales.
Así hemos llegado al inicio de la administración del presidente Boric y vemos y lo vemos viviendo un inicio de gobierno seguramente no deseado por ninguno de sus colegas. La inflación, en parte por razones externas, el aumento vertiginoso del dólar, signo de referencia para sus exportaciones e importaciones, un sector minero, el del cobre, su primer producto de exportación, no exento de la tormenta.
El peso chileno fue la moneda más depreciada en el mundo durante el mes de julio y, por tanto, el costo de vida ha ido en aumento. Si bien esa situación se explica —en parte, por factores internacionales, la incertidumbre a nivel nacional es un factor determinante, siendo el resultado del plebiscito como anotabamos una inmensa derrota para un presidente quien había ganado holgadamente la elección el pasado 20 de diciembre: 56 % contra el 44 % del candidato derechista Jose Antonio Kast.
No podemos el no observar que el proceso de deterioro de la que es la primera economía latinoamericana (sin considerar a la República Cooperativa de Guyana, la economía que crece con mayor rapidez en el mundo) con tendencia a desmejorar los índices en la formación de su riqueza. “El pasado 6 de julio cerró a 1000 pesos la unidad para rematar ocho días después, el 14 de julio a 1050 pesos por dólar. Un máximo jamás visto en la historia monetaria de Chile. Sin embargo, esa anomalía se ha convertido en una nueva constante. Pues durante el mes de julio se ha superado varias veces el umbral de los mil pesos, a pesar de que el Banco Central de Chile hizo una intervención el dia 14 de ese mes, cuando anunció su intervención en el mercado cambiario por 25.000 millones de dólares, en un intento de frenar la depreciación récord del peso, situación que no se observaba desde septiembre de 1999. www.latercera.com
El emisor no efectuaba una intervención de tal magnitud desde noviembre de 2019 (20.000 millones de dólares) cuando el peso alcanzó las 828,36 unidades por dólar y el país se encontraba sumido en la mayor crisis social de su historia reciente, con protestas, que dejaron algo más de una treintena de muertos y más de 3 mil millones de dólares en pérdidas materiales. Me atrevería a afirmar que las manifestaciones del 2019 marcaron un hito en el Chile contemporáneo. Antes con un Chile que crecía en forma sostenida en todas las manifestaciones de esa sociedad y después un Chile que con la victoria de Boric se llena de interrogantes.
Considero muy positivo para el futuro de Chile, no sólo a corto plazo, que el rechazo al texto de la nueva constitución detendrá, al menos provisoriamente, un proceso de deterioro social y económico, que de lo contrario estariá avanzando a pasos agigantados. Recuerdo que en el texto rechazado se preveía la reelección del presidente en forma inmediata. La victoria de Boric en diciembre no ha ayudado en la confianza necesaria de pasar de un gobierno harto exitoso en materia económica a un gobierno que no ha dejado de lado sus simpatías con la izquierda marxista que tanto daño le ha ocasionado al Chile de Don Andres Bello.
Es un hecho real que la economía chilena se está desacelerando desde principios de año. Pese a que el Índice Mensual de Actividad Económica en los 12 meses anteriores a abril 2022, creció en 6,9%, el índice desestacionalizado cayó en 0,7% en el primer trimestre de este año 2022, en comparación con el último trimestre del 2021. El Banco Central de Chile, reflejando los datos del Imacec relativos al mes de julio, informa que la producción de bienes cayó 1,8%, resultado explicado por el desempeño de la minería y la industria, que presentaron variaciones de -6,4% y -3,9%, respectivamente, así como la actividad comercial que presentó una disminución de 11,1%. www.bcentral.cl
El presidente Boric se posesionó el 11 de marzo y para el 30 de ese mes el dólar se cotizaba en 771 pesos chilenos por unidad 6 meses después de que a Gabriel lo llamemos Señor Presidente, el billete verde cuesta 887 pesos, sin olvidarnos que antes de la intervención del Banco Central, el dólar se cotizó a 1050 pesos.
Y esto nos dice el Banco Mundial de Chile, en el informe sobre las perspectivas económicas al cierre del año del 2021: Chile ha sido una de las economías de más rápido crecimiento de América Latina en las últimas décadas, lo que ha permitido al país reducir significativamente la pobreza. Sin embargo, más del 30% de la población es económicamente vulnerable siendo la desigualdad de ingresos elevada.
Nadie le puede pedir al pobre que tenga paciencia, pero pasar a una nación donde las reglas las inventen poco competentes personas, como el caso de muchos de los componentes de la hoy fallecida y enterrada Asamblea Constituyente, sería como jugar con fuego y ya sabemos el riesgo que ese juego conlleva.
P.D En Chile 510.000 venezolanos son parte activa de esa sociedad, me refiero al 2.5 % de la población de la querida y admirada República de Chile.
En Anfi del Mar el 11 de septiembre del año 2022.