Con mucha insistencia se habla sobre un supuesto crecimiento económico en Venezuela. Acostumbrados como estamos a leer cifras relacionadas con el descenso continuo de la producción nacional, cualquier dígito en sentido contrario genera la sensación que estamos saliendo del sótano donde se encuentra hoy nuestra economía nacional. Por supuesto, la mayoría de los medios de comunicación, casi todos allegados al régimen, o sumisos a éste, se han hecho eco de los gargarismos que al efecto está haciendo la cúpula gubernamental. ¡Cuidado con este encandilamiento!
Ni corto ni perezoso, con la audacia, la habilidad y la inescrupulosidad que lo caracteriza, cada vez que se refiere a temas de producción y desarrollo, pretende atribuirse logros en los cuales ni siquiera ha pensado alguna vez. Es imposible que un tipo como él, activista del comunismo primitivo, pueda promover con sinceridad una política de desarrollo nacional, cuya realización sea protagonizada por la empresa privada, como lo indican las ciencias y la lógica de la economía.
Sí es verdad que los indicadores económicos del último año acusan un repunte al respecto, calculado hasta ahora en un porcentaje de un dígito alto; pero ha sido por el esfuerzo heroico y patriótico de la empresa privada, dada la vocación venezolanista de los productores del campo y de la ciudad, quiénes se empinaron por encima de las trabas y los controles gubernamentales, se pusieron a Venezuela sobre sus hombros y la están sacando apenas del tercer sótano. Ninguna ley, ningún decreto, ninguna normativa de las que han impedido el desarrollo económico del país han sido derogados. ¡Allí los tiene Nicolás Maduro, como espada de Damocles, para dar la estocada cuando a él le venga en gana!
En resumen, lo que pretende hacer quien usurpó el alto cargo que ejerce el 10 de enero de 2013, es ganar indulgencias con escapularios ajenos, para utilizar este recurso desde ya con fines electorales; específicamente con relación a las elecciones presidenciales de 2024. ¡Cuidado con olvidar los 23 años de sufrimiento, sólo porque en los últimos doce meses “comimos mejor”!
El punto final de este artículo se redondea con esta síntesis: Nicolás Maduro pretende utilizar el esfuerzo y el sacrificio empresarial, como si fuesen logros suyos, con fines a la campaña electoral de 2024. ¡Cuidado con la trácala!
Educador – Escritor – urdaneta.antonio@gmail.com – @UrdanetaAguirre