Ángel Rafael Lombardi: La recuperación de Venezuela
¿Es posible? ¿En cuánto tiempo?
! Mueve el Diablo los hilos que nos dan movimiento
descubrimos encanto en lo más repugnante;
día a día al Infierno paso a paso bajamos
sin horror, a través de las tinieblas que hieden”.
Charles Baudelaire, “Las flores del mal”.
La reconstrucción de Europa luego de los escombros de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), sobretodo, de Alemania, Japón e Italia, las naciones derrotadas, tuvo como epicentro ayudas internacionales emblemáticas como el Plan Marshall y una mano de obra educada y calificada que bajo el incentivo de recuperar el orgullo nacional abatido se dieron a la tarea de alcanzar un milagro económico.
En el caso venezolano algunos economistas serios realizan proyecciones y especulan acerca de una recuperación de Venezuela con el chavismo-madurismo en el poder algo que nos luce incongruente. Primero vamos a mostrar algunos datos que se ofrecieron en un importante foro bajo los auspicios de la Universidad Católica de Venezuela y la Fundación Konrad Adenauer.
Venezuela ha tenido una contracción económica real de 75%-80% entre los años 2014-2020. La peor contracción desde la Guerra Federal (1859-1863) dónde hubo 200.000 fallecidos y reinaba la barbarie de los caudillos macheteros. El madurismo tiene en su hoja de servicios el peor desempeño económico/social en toda nuestra historia republicana iniciada en el año 1810.
El tamaño real de Venezuela en 2021 es equivalente al de 1963. Esto nos ubica a la retaguardia de América Latina en términos absolutos y por habitante. Ya estamos a nivel de Cuba, Haití y los países centroamericanos a excepción de Costa Rica.
Esta africanización de Venezuela se ha llevado a cabo por “diseño”: no es un asunto de la negligencia o bloqueos imperiales. La Variación interanual del PIB real cuando mandaba el caudillo Antonio Guzmán Blanco en 1871 hasta los aciagos días del presente 2020 son elocuentes y dibujan el abismo de la tragedia social en la que nos encontramos: 1871-1920: 3,4%; 1921-1970: 8,6% y 1971-2020: -0,2%. Ya hoy no hay crecimiento económico en Venezuela con su economía en estado vegetal o negra y sin la confianza para una inversión virtuosa de capitales frescos.
Sin acceso a financiamiento externo y una erosión permanente de capital físico, financiero y humano. El resultado inevitable es una baja productividad y competitividad de la industria local. Situación que nos lleva a unir la economía con la política para entender la raíz del problema. Estos expertos venezolanos, muchos de ellos en el exterior, señalan que una transición electoral del actual sistema político cerrado a uno abierto está condicionado a la Fragilidad Estatal y a la persistencia de un Estado Fallido.
¿Es Venezuela un Estado fallido? “Se refiere a estructuras débiles o fallidas y a situaciones en las que se rompe el contrato social debido a la incapacidad o falta de voluntad del Estado para ocuparse de sus funciones básicas, cumplir con sus obligaciones y responsabilidades con respecto al estado de derecho, la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales, la seguridad y seguridad de su población, reducción de la pobreza, prestación de servicios, gestión transparente y equitativa de los recursos y acceso al poder”. Unión Europea, 2007.
En conclusión la recuperación de Venezuela sólo será posible cuando se pueda restablecer la Democracia, el más estricto respeto a la Constitución, volvamos a la separación de los poderes y descolonización de las instituciones. ¿En cuánto tiempo? Eso solo lo sabe Dios. Lo que sí será rápido y muy esperanzador, cuando llegue a producirse, será el reencuentro y reconciliación de una Venezuela rota por sus cuatro costados.
@Lombardiboscan