La Liga española es un duopolio del Real Madrid y Barcelona, si ambos equipos marchan bien. El Atlético de Madrid ha logrado salir campeón en momentos en los que el Barcelona estaba de capa de caída (sus títulos de Liga coincidieron con el Barça del «Tata’ Martino y de Ronald Koeman). El Real Madrid tampoco es que estuvo en un nivel excelso, y fueron ligas de puntuaciones bajas.
En esta situación de dominio casi absoluto por parte de estos equipos, resulta admirable que otros equipos sean capaces de mostrar un buen juego y conseguir resultados por encima de lo que uno presupone que permiten sus presupuestos. Ya se ha mencionado el caso del Atlético de Madrid, que ha ganado esas dos ligas y eso tiene su mérito. El Real Betis de Manuel Pelligrini es un digno merecedor de halagos. Pero estas últimas dos temporadas, el Rayo Vallecano —recién ascendido de segunda división de la mano de un entrenador joven como es Andoni Iraola— ha logrado ofrecer espectáculo y obtener muy buenos resultados. Todo esto, con un presupuesto humilde.
Y es que ya a sus 40 años, Iraola tiene en sus haberes el haber logrado una histórica semifinal de la Copa del Rey con el modesto Mirandés. Cuando el Rayo Vallecano le fichó, en agosto de 2020, Iraola demostró que aquello no fue un accidente y ascendió al equipo madrileño a la primera división en su primer intento. Con un equipo lleno de jugadores que no habían jugado en la primera división, el equipo empezó el 2022 en zona de acceso a la Liga de Campeones.
¿Qué ha hecho de este Rayo un equipo tan entretenido y competitivo? Iraola, en una entrevista con el diario As, contaba que él simplemente está copiando a aquellos equipos que tienen una superioridad en la intensidad física con la que presionan y atacan al rival. Esto se ha convertido en el rasgo que identifica al Rayo Vallecano cuando se planta en el campo de juego. Esto se ve especialmente a la hora de intentar recuperar el balón, fase del juego en la que buscan asfixiar al rival con una presión alta.
A la hora de atacar son un equipo vertical. Pero no por ello son un conjunto que se encierra atrás. Buscan ganar la posesión del balón en zonas altas del campo para llegar a la portería rival con mayor facilidad y con el rival recomponiéndose de una pérdida. Y aunque efectivamente es un equipo que se siente cómodo atacando mientras el rival se repliega, también se ven buenas maneras en ataque.
Iraola tuvo como entrenador a Ernesto Valverde, quien algo de juego posicional entiende. El ahora entrenador del Rayo estuvo a las órdenes de Valverde en las inferiores del Athletic de Bilbao, y luego debuta en el primer equipo gracias al propio extremeño. Años más tarde, Valverde se reencontraría con un Iraola veterano en una segunda etapa en el Athletic. Por último, el entrenador Guipuzcoano también ha admitido que haber jugado a las órdenes de Patrick Vieira, un entrenador que claramente se decanta por el juego posicional. Todo esto se nota en un equipo que es muy vertiginoso a la hora de atacar. Sin embargo, hay que reconocer que hay orden y armonía en estos ataques de vértigo.
Si se añade a esta intensidad del estilo de juego la intensidad que aportan los aficionados del Rayo Vallecano en cada partido como local, se tiene a un equipo que es sumamente difícil de ganarle, y que muy probablemente sea capaz de estar en la mitad de la tabla de La Liga, o incluso algo por encima. Esta intensidad también tiene como ventaja de local que el campo de juego en Vallecas es más pequeño, lo cual hace que los rivales tengan que ser mucho más precisos a la hora de jugar.
Si un día se quiere ver fútbol, pero no se sabe cuál partido ver, un partido en el que esté el Rayo Vallecano siempre será entretenido. De eso no hay duda.
Periodista deportivo – Es editor del portal web Línea de Tres – @GusFrancoH