Aunada a la merma de producción que han tenido las 2.200 fincas que se dedican a la agricultura en los municipios Jáuregui, José María Vargas y Uribante, la devaluación de la moneda ha generado una situación aún más crítica y preocupante. Los ferieros e intermediarios se proponen seguir pagando a crédito y en bolívares, mientras los agricultores se enfrentan a precios en divisas y casas de cambios ilegales que los mantienen al borde de la quiebra.
Gersy Sánchez, agricultor de la zona de montaña, insistió en que son los productores quienes llevan la carga de esos pagos en moneda devaluada y aparte de eso no tienen créditos en las casas comerciales, porque en estas todo es en pesos o en dólares, porque todos los insumos son importados.
Por esta razón, la Asociación de Agricultores y Productores de Papa, acordó exigir a los intermediarios y ferieros el pago en dólares o pesos, y si quieren pagar en bolívares el pago debe ser de contado. A nosotros ninguna casa comercial nos da crédito. Ellos se acostumbraron a que por más de 20 años le hemos echado la mano y la mayoría se toma un mes para pagar y con una inflación como la tenemos sería la quiebra total del campesino jaureguino y todos los valles altos del estado Táchira, añadió.
Los agricultores de la zona de montaña están costeando todos los insumos en divisas, además de la gasolina que también se paga en moneda extranjera. Además, de ello deben costear la mano de obra que es altamente costosa, sin contar que tras la pandemia hay muy poca mano de obra. Nosotros no nos estamos negando a recibir bolívares, lo que queremos es que los amigos ferieros entiendan que nosotros necesitamos la plata para poder sembrar.
Sabemos que del 30 al 40 por ciento de los pagos que reciben los ferieros son en divisas, entonces ellos agarran la divisa para ellos y para los agricultores que son los más débiles de la cadena, les dan los bolívares para que se devalúen.
Los ferieros en 8 días ven el dinero, los agricultores tardan 4, 5 y 6 meses para verlo. Tardamos 5 o 6 meses para sacar un cultivo de papa y luego 3 meses para que la paguen. Y la ganancia va a depender del rendimiento, dijo Sánchez.
Desde el 2013 o 2014 no entran semillas certificadas al país, entonces el rendimiento del productor hoy día es más bajo.
Deberían estar sacando 20 toneladas por hectárea, pero el promedio es de 12, y por estas les pueden quedar unos 4 mil dólares por hectárea. En este país los verdaderos socialistas somos los agricultores, añadió.
Enfrentados
Aunque los agricultores aseguraron que prefieren perder la cosecha antes de venderla en bolívares, Robert Maldonado, agricultor y vocero del gremio de ferieros, insistió en que la intención no es generar un enfrentamiento con los agricultores, es que ellos entiendan que el feriero está perdiendo cuando trae una cantidad enorme de bolívares del centro y oriente del país y debe cambiarlo en las casas de cambios ilegales que existen en Jáuregui, con una pérdida gigantesca.
Los ferieros que van y venden en el centro del país, en el oriente y allá reciben bolívares, ellos venden por punto de venta y sólo un 10 o 15 por ciento lo reciben en dólares y luego tienen que caer en las casas de cambio ilegales del Táchira para comprar y pagarle al productor. Y aquí es donde viene la pérdida, añadió.
Cuando el gremio de ferieros hace la propuesta, quienes tienen sus intereses en la casa de cambio la vieron mal, porque incluso al alcalde se le tocan los intereses cuando se habla de recibir los bolívares, indicó Maldonado.
A su juicio, el productor no está perdiendo porque pone su precio en dólar, y el día de pago, es decir, 8 o 10 días después, los ferieros le hacen la transferencia a como esté la tasa ese día. La moneda no se le está devaluando al productor, sino al feriero. El productor no pierde porque se le va a pagar es a la tasa nueva.
Entre más se demore el feriero en pagar, más le tendrá que transferir al productor porque debe ajustarse a la tasa del día de BCV.
Sin ley
Para Grey Guerrero, productora y feriera del municipio Jáuregui, la situación que aflige a ambos gremios tiene que ver con la devaluación de la moneda y la proliferación de casas de cambio ilegales. Uno de los grandes problemas es que ningún local comercial está aceptando bolívares, si uno va a cancelar en bolívares le hacen el cambio a la tasa que ellos consideran. Son cambistas ilegales. El agricultor y el intermediario no aceptan bolívares porque sabemos que a ellos tampoco se lo aceptan en ningún comercio y también pierden. Aquí no hay quién establezca un precio justo, ese es el problema, La Grita es un pueblo sin ley.
Los números
Según Gersy Sánchez, a los ferieros les va muy bien, han venido trabajando con el capital de los productores y hasta se compran sus buenos carros, pero el agricultor ya no puede seguir así. Personalmente, en el 2021 y parte de 2022 me fue mal, yo tuve que vender el carro de mi esposa para seguir sembrando, mientras que los ferieros andan en buenos carros, que sacrifiquen algo o ellos pretenden que nosotros nos sigamos sacrificando.
Detalló que el agricultor tiene una rotación de dinero 2 veces al año, porque en una finca máximo se logran hacer tres cosechas en el mismo lote de tierras. Pero el feriero le da una rotación al dinero de 40 o 50 veces al año, porque lo hacen semanal. Nosotros sólo lo hacemos dos veces, si perdemos una cosecha, tenemos que esperar de 6 a 8 meses a ver si nos recuperamos.
Explicó que con un solo camión de 10 mil kilos de hortalizas, el feriero saca 5 mil dólares y eso cuesta un carrito pequeño. El agricultor ve el dinero mucho después y tiene que invertir el dinero para poder sembrar.
El representante de los ferieros, explicó que la cantidad de dinero que se mueve en esa zona de montaña es importante, incluso no se registra en ningún municipio. Los 550 ferieros de Jáuregui y José María Vargas movilizan cada semana 5 millones 500 mil kilos de hortalizas a otras zonas del país, esto equivale a 2 millones 750 mil dólares o 21 millones 725 mil bolívares, una suma importante que ningún otro municipio mueve, a excepción de Bailadores, Mucuchíes en Mérida o La Puerta en Trujillo.
A juicio de Maldonado, los agricultores tienen que estar claros en la cantidad de dinero que se está dejando de mover si deciden negarse a cobrar en bolívares.
Debilidad
Los agricultores tienen desventajas porque no cuentan con más comerciantes que los ferieros, si estos deciden ir a cargar a otra parte ellos van a perder su cosecha, porque no hay quién se las compre. Incluso, los productores saben que la bolsa agrícola cada domingo es el lugar donde pueden ofrecer su producto, en un negocio que hacen directamente con el feriero, pero si pierden la oportunidad de ofrecer su rubro o llegan tarde a la entrega el día pautado, entonces pierden la venta, añadió Maldonado.
Aunque la amenaza de ir a cargar a otro lado se mantiene latente entre los ferieros, en otros municipios de Mérida no existe esta figura y aunque aseguran que estos sí reciben bolívares, Alfonso Morales, productor de Bailadores, aseguró que en esta zona los pagos son en dólares y no han tenido problema con ello, incluso la preocupación de la zona en este momento no radica en el pago, sino en el bajo número de comerciantes que les compran sus cosechas.
Aunque se está produciendo mucho, el agricultor de Bailadores está preocupado porque cada vez hay menos comerciantes que llevan la cosecha. Estamos sembrando mucho, pero hay poco comercio, dijo el productor Morales.
Aseguró que si los ferieros quieren ir a cargar en la zona son bienvenidos, pero aquí todo está dolarizado. En una realidad como esta, es muy difícil no dolarizar.
Proliferan las casas de cambio ilegales en Jáuregui
Para Robert Maldonado, representante del gremio de ferieros, obligar a los comercios a recibir bolívares en transferencia o punto de venta y eliminar las casas de cambios ilegales podría ser parte de la solución a la situación que atraviesa el sector productivo del municipio Jáuregui.
Para Maldonado, el verdadero enemigo de las agricultores y los ferieros son las casas de cambios ilegales y quienes alimentan esas casas de cambio; las estaciones de servicio, la asociación que trae las gandolas de Pequiven y la misma alcaldía.
Los impuestos de las alcaldías de los municipios de montaña alta son cobrados en pesos. Una asociación de productores de La Grita trae tres gandolas de abono de Pequiven venezolano y se lo vende a los productores en dólares, y luego debe conseguir bolívares para pagarlo a la empresa.
Hay un reciclaje de dinero y detrás de eso hay muchos intereses. No es posible que al productor no se le vendan los insumos en bolívares, pero esas mismas tiendas de insumos son las casas de cambio.
Ferieros piden sacar del juego al peso colombiano
Sacar del juego al peso es una de las propuestas que están haciendo los ferieros, a fin de llegar a un acuerdo con los agricultores que sea de beneficio para ambas partes.
Según explicó el representante de los ferieros, el pago en pesos es una tendencia del Táchira. La moneda fuerte en el resto del país es el dólar. Tenemos más de 3 años comercializando en pesos, pero sólo en el Táchira y el estado no marca la tendencia económica del país. En el Táchira no se comercializa ni el 5% de las hortalizas que van hacia el resto del país. Insistió en que el peso está sufriendo una devaluación en La Grita, por ello es que están proponiendo precios en dólares y que los pagos se puedan realizar por transferencia en bolívares, según la tasa oficial.
Pedimos que trabajemos con bolívares, pero con los precios expresados en dólares y saquemos del juego al peso.
Una propuesta que aquí en el estado cae mal, porque ellos no están perdiendo lo que nosotros en las casas de cambio.
Jhoana Suárez – La Prensa Táchira