Bahram Ghadim y Shekoufeh Mohammadi: Clamor popular con voz femenina en Irán

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Bajo la protección de gritos que hieren la noche, una mujer se quita el pañuelo de la cabeza y mientras baila lo tira al fuego que llamea en la calle para que desde el corazón de más de cuatro décadas de opresión y represión, se abra un camino hacia la luz, libertad y justicia.

Son muchos estos fuegos e innumerables son estas mujeres que alimentan las llamas con el velo que les ha impuesto el régimen de la República Islámica de Irán como un código de vestimenta con el fin de someterlas. Así, impávidas, tejen con sus cabellos una soga de consciencia y resistencia para burlar el cerco de la prisión que nos ha apresado por años con muros de pobreza, techos de humillación y ventanas hechas de mentira.

La chispa de estos fuegos se encendió cuando se borró la sonrisa de una mujer kurda llamada Mahsa (Gina) Amini. Una joven de 22 años que había viajado a Teherán con su hermano para visitar a sus familiares: la Policía Moral de la República Islámica la detuvo con el pretexto que no observaba correctamente el código de vestimenta y durante la detención un agente de esta policía la golpeó en la cabeza, causando que perdiera conciencia. Mahsa fue hospitalizada y pocas horas después murió. Desde las mismas horas de espera y acciones de protesta frente al hospital Kasra en Teherán, la familia de Mahsa Amini no estuvo sola; las madres de los demás allanadores del camino hacia la libertad les acompañaron para que esta lucha se convierta en una estrella más del cielo de esta noche oscura que desde hace años gesta el sueño de un horizonte luminoso, con la insurgencia de Los Hambrientos en el invierno de 2008, con las protestas del otoño de 2009, con el levantamiento de Los Sedientos (protestas por escasez de agua) en el verano de 2021 y con cientos de protestas y huelgas de obreros, maestros, jubilados, universitarios y sindicalistas en todo Irán. Es de este modo que el grito de “muerte al dictador” y la consigna de “pan, trabajo, libertad” se vuelve una voz común de la que no pueden huir ya los oídos de los opresores…

Y nosotros no podemos dejar el celular ni un momento: Telegram es el cable que nos comunica con una patria que hemos tenido que dejar atrás hace años y que seguimos gestando la esperanza de volver a ella. A cada instante nos llegan noticias a través de nuestros amigos en Irán acerca de lo que está ocurriendo en diferentes ciudades y pueblos, una foto un video una noticia:

¡Una persona es detenida en Teherán!, todavía no hemos terminado de leer esta frase que llega la noticia del arresto de activistas en la provincia de Azerbaiyán… después Minu Majidi es asesinada con disparo directo de la policía en Kermanshah… los dormitorios de estudiantes de la Universidad de Shiraz son atacados… en Ashnaviyeh la policía mata a dos personas… en Izeh declaran Estado de Sitio… en todo Irán se alzan llamas de las barricadas de la gente en las calles… en Quchan prenden fuego a una sede del Ministerio Público… en Anzali la gente ha conquistado la ciudad… en Esfarayen despedazan los enormes banners con  imágenes de Jamenei y otras autoridades del régimen… en Ahvaz, donde la gente ha resistido por décadas la represión racista del Estado y las luchas obreras siguen con fuerza, solidarizarse con la gente que protesta en otras ciudades, especialmente con Kurdistán, convierte las calles en un campo de batalla… la ciudad de Qom, uno de los símbolos religiosos del régimen, se ha convertido en una zona de guerra y en la conservadora ciudad de Mashhad, una de las bases más importantes del Estado, la gente ataca una sede de la policía y la quema con todas las patrullas que están en su interior…. en Teherán, disparan a los manifestantes desde una sede policial y pocas horas después el mismo edificio arde en llamas…

La consigna de “mujer, vida, libertad” que fue el clamor de las primeras protestas espontáneas, sigue incluyendo las demandas más importantes del pueblo iraní. Debido a razones simbólicas, esta consigna, una de las más significativas de las mujeres de Rojava contra el machismo,  ha encontrado un fuerte eco en Irán: en la lengua kurda, Gina comparte raíz etimológica con la palabra Gian que significa vida. Al mismo tiempo es una consigna en contra del machismo estatal que por más de cuarenta años y en el nombre del islam, ha liderado en Irán los distintos mecanismos del capitalismo: privatización, creación de zonas de libre comercio y corredores industriales, explotación descontrolada, y destrucción de la vida de obreros y personas empobrecidas. A la vez, el asesinato de Gina es una muestra más del feminicidio apoyado por la República Islámica; y finalmente, en los últimos cuarenta y tres años, la libertad, tanto la política como la social, ha sido una de las demandas centrales en Irán.

Y nosotros seguimos expectantes de las noticias que llegan a cuentagotas debido al bloqueo nacional de acceso a Internet por el Estado iraní… y mientras tanto sigue creciendo el número de manifestantes heridos y asesinados…

 

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