Van Vleuten ganó un increíble oro y completa su mejor temporada ciclista de la historia

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No. Se suponía que la historia no iba a seguir ese camino. Pero Annemiek Van Vleuten no sigue la historia, la hace. Con el codo destrozado, tras no ser una de las más fuertes de la carrera e incluso trabajando, se proclamó campeona del mundo. Un único ataque final que vale maillot arcoíris y que cierra el mejor año de la historia del ciclismo femenino, con el triplete Giro-Tour-Vuelta y el Mundial de Australia.

No me lo puedo creer. Estaba esperando que viniera el momento en que me dijeran que esto no era realidad. ¡Pero si yo estaba trabajando para Marianne! Era nuestra líder. Yo salía de gregaria y aquí estoy, campeona del mundo, comentó la corredora de Movistar en meta en declaraciones recogidas por EFE.

Todo había cambiado. Van Vleuten jugaba con otras reglas tras el accidente de la crono por naciones. Y el circuito no permitía fiestas. Incluso, los Países Bajos no podían ejercer su tiranía. Sí que mostraron más trabajo en equipo, cosa que no suele ser fácil de ver en las neerlandesas, y con Van Dijk cerraron el primer intento de Lippert, Niewiadoma, Longo Borghini, Moolman-Pasio y Uttrup-Ludwig.

Las mismas cinco se movieron en el último Mt. Pleasant, pero el guion varió. Menos explosividad, menos diferencia… En esas rampas Van Vleuten corría diferente. A su ritmo, buscando a Vos -descartada- y entrando entre las perseguidoras. Pero las cinco más fuertes no tendrían tanto gas, y las suizas Reusser y Chabbey abrirían un kilómetro final con más invitadas.

Pero no se esperaba a Van Vleuten, que desde atrás arrancaba en solitario. Cinco, diez metros… Y menos para el final. No levantaba los brazos, el dolor no se lo permitía. Pero cruzaba la meta primera, con una demostración de resilencia y grandeza. Casi más importante que el propio Mundial.

Ha sido un infierno. No podía levantarme sobre el sillín, como me gusta hacer, las piernas parecía que me iban a explotar en la subida y he tenido que correr completamente distinto a como lo suelo hacer porque yo quería arrancar en el Mount Keira (a 130 kms. de meta). Pero con lo del codo, era imposible, relató la campeona.

Kopecky fue plata, Persico bronce. Las más rápidas de un grupo que entró incrédulo y rendido a la mejor ciclista de todos los tiempos. Mavi García fue la mejor española entrando en el puesto 25.

Los pendientes de la suerte

En 2020 no pude disfrutar bien el arcoíris por la pandemia, ahora lo voy a saborear al máximo. Los dos títulos de ruta tienen una historia. He dudado esta mañana si ponerme los pendientes que me regaló mi padre, porque no pensé que pudiese tener opciones, pero he pensado: ‘bueno, si al final siempre me dan buena suerte’. Quería correr como en Yorkshire, pero no era posible por la lesión, y al final, aunque no han sido 105 km de ataque, ha sido un último kilómetro increíble. Dos arcoíris con algo que contar detrás, valoró Van Vleuten.

Mundial de Ciclismo

 

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