La recesión continuará golpeando a Wall Street y los grandes se rindieron

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La Reserva Federal elevó 75 puntos básicos la tasa de interés y no manifiesta intenciones de aflojar la marcha, hasta que la inflación no retroceda.

El mercado está asistiendo a una importante presión bajista y la pregunta que se intenta responder es cuándo frenará y hasta dónde llegarán los estragos.

Las principales firmas de Wall Street están dando la espalda a la renta variable. En pocas horas, Goldman Sachs y BlackRock han redoblado su discurso bajista y aconsejan mantenerse al margen de la bolsa americana. Coinciden en el principal argumento, «todavía no está descontada una recesión global».

Los estrategas de Goldman Sachs han recomendado esta semana a sus clientes infraponderar la bolsa de cara a los próximos tres meses y aumentar la liquidez. «Es posible que los niveles actuales de las valoraciones de las acciones no reflejen completamente los riesgos relacionados con un aumento de intereses real y podrían tener que ajustarse más para alcanzar el suelo del mercado», reproduce Bloomberg de una nota el pasado lunes.

El banco de inversión contempla en su modelo de recesión la probabilidad por encima del 40% tras la reciente liquidación de bonos, «que históricamente ha indicado un riesgo elevado de caída de las acciones».

La pasada semana, Goldman Sachs recortó su objetivo de fin de año para el índice S&P 500 a 3.600 puntos desde los 4.300, por el daño de la subida de las tasas de interés sobre las valoraciones de la renta variable estadounidense. El escenario de tasas más altas en el modelo de valoración de Goldman respalda un múltiplo de precio-beneficio (PER) de 15 veces, frente a las 18 veces anteriores.

Por su parte, la mayor gestora de fondos del mundo, BlackRock, está aconsejando a los inversores que «rechacen la mayoría de las acciones». Los expertos de la entidad, también, aseguran que el riesgo de recesión no está contemplado por el mercado. «No vemos un aterrizaje suave de la economía en el que la inflación vuelva rápidamente al objetivo sin aplastar la actividad», comentan Jean Boivin y Wei Li. «Eso significa más volatilidad y presión sobre los activos de riesgo», reseña elEconomista.es

Los bancos centrales han desplegado una fuerte batalla contra la inflación. En especial, la Reserva Federal. La semana pasada elevó 75 puntos básicos la tasa de interés y no manifiesta intenciones de aflojar la marcha, hasta que la inflación no retroceda de forma definitiva.

Sin embargo, Morgan Stanley y JP Morgan ya habían advertido las semanas anteriores sobre el riesgo de que la Fed y el resto de bancos centrales se pasen de la raya con la subida de las tasas de interés y terminen dañando a la economía. El nerviosismo por este tema se ha instalado en el mercado.

Banca y Negocios

 

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