La prensa del mundo a mediodía nos sorprende con una noticia seguramente para no muchos prevista: como en la guerra Rusa Ucraniana se ha operado ayer entre los Estados Unidos de América y el gobierno de facto de Venezuela, presidido por Maduro, un intercambio de prisioneros. El gobierno venezolano (de facto) ha liberado a 7 ciudadanos americanos mantenidos en las mazmorras del Sebin en calidad de rehenes mientras que el gobierno americano presidido por el demócrata Biden liberó a 2 ciudadanos venezolanos sentenciados a 18 años de prisión.
Esta sentencia, la de los ciudadanos venezolanos, están incursos en el grave delito de tráfico de cocaína, sentencia esta que fue dictada por jueces apegados a las leyes con todas las garantías necesarias para la defensa de los acusados. Estos dos prisioneros estaban pagando una condena de 18 años, al ser encontrados culpables de los delitos de los cuales eran acusados. Es muy importante recordar que estos dos prisioneros liberados a través de lo que se conoce como una Executive Order del presidente de los Estados Unidos, no son 2 prisioneros cualquiera, son sobrinos de la pareja presidencial (de facto) de la República de Venezuela. Mientras los 7 prisioneros americanos estaban en Venezuela en total estado de indefensión.
De estos 7 ciudadanos americanos, 5 eran funcionarios de la empresa Citgo empresa en su totalidad propiedad del tesoro de la República de Venezuela, quienes fueron acusados de delitos de corrupción agravada y nunca probados ya que el juicio desde el inicio hasta el final no tuvo un mínimo de respeto por las leyes nacionales y menos aún por el respeto de los derechos humanos universales. Además de dos ciudadanos acusados de banalidades y mantenidos en un limbo jurídico. Este es el mayor intercambio de ciudadanos detenidos jamás realizado por el gobierno del presidente Joe Biden.
El fiscal (de facto) de Venezuela, Willian Saab, aseguró que eran culpables, nunca los calificó de sospechosos, ya que en práctica, ya desde el primer día de su detención se había dictado sentencia: culpables y sujetos a ser mantenidos con destino aún no definido.
La acusación del gobierno de facto es que estos directivos firmaron en julio del año 2017 un acuerdo para refinanciar la deuda de Citgo en condiciones contrarias a los intereses de Venezuela y que dejaba a la refinería en una posición comprometida, al poner sus instalaciones como garantía de la operación. Citgo, cuyo cuartel general está en Houston, es la sexta empresa petrolera de Estados Unidos y posee refinerías en los estados de Luisiana, Illinois y Texas y unas 6.000 de estaciones de servicios por todo el país. Tiene una capacidad para refinar 749.000 barriles al día.
Estos cinco funcionarios del grupo de empresas petroleras de la CITGO fueron traídos a Caracas bajo engaño con la balurda intención, según algunos expertos, de obtener rehenes para operaciones como la vista durante el día de ayer.
Ahora bien, este procedimiento “El canje de prisioneros o intercambio de prisioneros es un acuerdo entre dos o más partes beligerantes” dentro de un conflicto bélico para liberar un número determinado de personas, por lo general de manera equitativa por ambos bandos: prisioneros de guerra, espías, rehenes, etc. (convenios de Ginebra sobre intercambio de prisioneros de guerra) el cual es utilizado como un mecanismo efectivo para mantener la paz, una tregua o firmar un armisticio.
Este acuerdo entre los Estados Unidos de América y la República Bolivariana de Venezuela es por lo menos curioso. En el comunicado del Departamento de Estado americano dice que el intercambio se ha efectuado en un tercer país respetando las normas previstas en el segundo acuerdo de Ginebra del año 1949, como fue la verificación de las identidades de los prisioneros y el acuerdo de aceptación del intercambio por parte de las potencias involucradas.
Entonces Venezuela y los Estados Unidos realizan un intercambio de prisioneros en un país neutral del cual no se revela el nombre y después de la verificación de las identidades se firma un memorándum de conformidad. Todo conforme al primero (1929) y al segundo acuerdo de Ginebra del 12 de agosto de 1949.Para activar este procedimiento “Intercambio de prisioneros se utilizan los mecanismos previstos por el derecho internacional público y relativos a los acuerdos de Ginebra”. Vale recordar que estos mecanismos se aplican para el intercambio de prisioneros de potencias beligerantes.
¿Entonces es que la República Bolivariana de Venezuela está en guerra con los Estados Unidos de América? No lo sabía ¿Y ustedes apreciados lectores? Concluyo expresando mi alegría por la liberación de esos siete seres humanos, quienes veían pasar sus días con tristeza acompañados de malos tratos y siempre esperando lo peor.
¿Por los sobrinos? Me da igual, poco cambia tener dos delincuentes más o dos criminales menos en prisión, ya que realmente el problema de Venezuela no es si los sobrinos de Maduro y de Cilia están presos o no. La realidad es más grave, infinitamente más grave y por lo que podemos ver los encargados de sacarnos de este atolladero, nuestros dirigentes políticos, ellos no parece que estén conscientes de lo profundo de la grieta.
Están todos ocupados con sus pre-candidaturas presidenciales.
Campobasso, Italia el 2 de octubre del año 2022.