Carolina Jaimes Branger: Rescatando a Lilit

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¿Sabían ustedes que Eva no fue la primera mujer? Yo me enteré la semana pasada y quedé tan abismada que le pregunté a mi querido amigo el rabino Pynchas Brener, quien me lo confirmó. Me envió un texto de Wikipedia del que copio parte:

Līlīṯ es una figura femenina en la mitología mesopotámica y judaica, alternativamente la primera esposa de Adán y supuestamente la demonio primordial. Se cita a Lilith como «desterrada» del Jardín del Edén por no cumplir y obedecer a Adán. Se la menciona en el hebreo bíblico en el Libro de Isaías, y en la Antigüedad tardía en la mitología mandaeana y fuentes de la mitología judía desde el año 500 d.C. en adelante. Lilith aparece también en “historiolas” (encantamientos que incorporan una breve historia mítica) en varios conceptos y localidades, que dan descripciones parciales de ella. Se la menciona en el Talmud de Babilonia (Eruvin 100b, Niddah 24b, Shabat 151b, Baba Bathra 73a), en el Libro de Adán y Eva como la primera esposa de Adán, y en el Zohar Levítico 19a como «una mujer ardiente y sensual que cohabitó por primera vez con hombre».

Según el folKlore judío antiguo, Lilit fue la primera esposa de Adán, expulsada del Edén porque durante la cópula ella quería estar encima de él y no debajo (en la llamada “posición del misionero”). Según, ella decía que habían sido creados iguales, de la tierra. Yahveh la expulsó del jardín de Edén y creó a otra mujer más sumisa, Eva, de la costilla de Adán.

Hay muchas interpretaciones del origen de su mito. Entiendo que hay judíos que niegan su mención en la Biblia. De hecho, no aparece en la mayoría de las traducciones bíblicas comunes, como KJV y NIV. Pero hay otras versiones, quizás menos conocidas, donde la referencia a Lilit aparece en Isaías, 34:14. Los comentaristas e intérpretes a menudo visualizan su figura como un peligroso demonio de la noche, sexualmente lascivo. Incluso hay textos que hablan de que tiene pelo de cuervo, se alimenta de bebés recién nacidos indefensos y seduce a hombres desprevenidos. Hay un cuadro del pintor prerrafaelita John Collier, donde representa a Lilit como una mujer en todo el esplendor de su belleza, desnuda, con el pelo suelto y una culebra enrollada alrededor de su cuerpo.

El tema lo traigo a colación porque desde el asesinato en Irán de Mahsa Amini, solo por no llevar su hiyab “correctamente”, he estado indagando de dónde viene ese dominio que, durante prácticamente toda la historia de la Humanidad, ha tenido el hombre sobre la mujer. Y por desgracia, la respuesta está en las religiones. Todos los libros religiosos, sin excepción, han hecho hincapié en la sumisión, la mansedumbre y la pureza de la mujer como valores primordiales. Aquellas que se desvíen de ese camino, son calificadas de demonios, brujas, o prostitutas, entre otros calificativos.

Durante el devenir histórico, las mujeres que se han destacado lo han hecho porque han asumido actitudes, roles y oficios masculinos. Solo de unos ciento cincuenta años para acá (y más después de la I Guerra Mundial) es que una parte de las mujeres occidentales han empezado a igualarse a los hombres en términos de igualdad de género. A las orientales les ha tomado más tiempo y sin resultados equiparables.

Hace miles de años, los libros sagrados recogieron el mito de una mujer que fue creada de la tierra, como el hombre, a imagen y semejanza de Dios. Eso parece que a algunos no les gustó y no solo enterraron su leyenda, sino que crearon otra de una mujer creada a partir de la costilla del hombre. Una que “no desobedeciera a Adán”. ¿No les parece que es hora de rescatar la figura de Lilit, como símbolo de la igualdad entre los sexos?

@cjaimesb

 

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