La OTAN dice que la escalada rusa es una muestra de debilidad

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Lo que estamos viendo es una señal de debilidad. La realidad es que Rusia no puede progresar en el campo de batalla. Están perdiendo el campo de batalla, cediendo territorio porque no tienen la capacidad de detener el avance de las fuerzas ucranianas. Sólo pueden responder mediante ataques indiscriminados contra ciudades, golpeando a civiles e infraestructuras crítica. Causan sufrimiento, daño a Ucrania, pero en muchos sentidos eso únicamente refleja la falta de alternativas del presidente Putin. Están perdiendo terreno, han perdido el impulso, y han tenido que volver a los ataques con misiles y ataques aéreos. Ese es el análisis del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, tras los ataques de los últimos días por toda Ucrania, que han dejado decenas de muertos y cientos de heridos, casi todos civiles.

La OTAN cree que los ataques rusos son una muestra de debilidad, la demostración de que Vladimir Putin está sobrepasado, sorprendido, y de que las fuerzas rusas no son capaces de mantener el terreno invadido. Las amenazas nucleares, en ese contexto, no dejarían de ser para la Alianza Atlántica, una especie de reconocimiento de que las cosas se han hecho muy mal desde el inicio. Sus amenazas son peligrosas e irresponsables. Rusia sabe que una guerra nuclear no puede ser ganada y por tanto nunca debe tener lugar, aseguró el secretario general este martes en Bruselas.

Los ministros de Defensa de la organización se reúnen esta semana en su cuartel general para analizar lo que está ocurriendo sobre el terreno. Participará también el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, y el jueves Stoltenberg dirigirá un encuentro del llamado Grupo de Planificación Nuclear, para repasar toda la inteligencia acumulada estas semanas. El objetivo fundamental de la disuasión nuclear de la OTAN siempre ha sido preservar la paz, evitar coerción y disuadir de agresiones, ha dicho el político noruego, recordando que la semana que viene están previstos unos ejercicios específicos sobre la cuestión, queriendo dejar claro que no es una respuesta ad hoc a lo que hace el Kremlin.

Reticencias por los ejercicios militares

Algunas capitales han mostrado ciertas reservas sobre los ejercicios. Entienden que son necesarios, quizá más que nunca antes en décadas, pero al tiempo recalcan que es un momento especialmente delicado y cualquier malentendido, error, imprecisión, puede tener consecuencias terribles. La Alianza insiste en que los ejercicios están planificados desde antes incluso de la invasión, y Moscú lo sabe perfectamente. Ahora es el momento adecuado para ser firmes y dejar claro que la OTAN está ahí para proteger y defender a todos los Aliados. Éste es un ejercicio planeado desde hace mucho tiempo, antes de la invasión de Ucrania, es un ejercicio rutinario para garantizar que nuestra disuasión nuclear siga siendo segura y eficaz. Hemos sido abiertos sobre el ejercicio y creo que enviaría una señal muy equivocada si de repente canceláramos un ejercicio de rutina planificado desde hace mucho tiempo debido a la guerra en Ucrania. Esa sería absolutamente la señal equivocada para enviar. Tenemos que dejar claro que el comportamiento firme y predecible de la OTAN, nuestra fuerza militar, es la mejor manera de evitar una escalada. No podemos mandar una señal equivocada, no puede haber un error de cálculo en Moscú sobre nuestra voluntad de proteger y defender a todos los Aliados, porque eso aumentaría de verdad el riesgo de una escalada y eso es lo último que queremos y haremos, ha dicho el noruego.

La cuestión de la acción y reacción será principal en la reunión de los ministros y lo está siendo estos días en los pasillos de la OTAN. La inteligencia americana está indicando que los ataques de los últimos días no responden específicamente a la destrucción del Puente de Crimea, sino a un cambio en la forma de gestionar la guerra y al nuevo responsable ruso, curtido en la destrucción de Siria. Pero Stoltenberg sí cree que la retórica, la narrativa, los mensajes y el simbolismo son una respuesta a la frustración de Putin tras ver cómo sus soldados son derrotados y obligados a retroceder en casi todos los frentes.

Ucrania sigue acumulando victorias significativas mientras que Rusia recurre cada vez más a ataques horribles e indiscriminados contra civiles e infraestructura críticas. El presidente Putin está fracasando en Ucrania. Sus intentos de anexión, movilización parcial y la retórica nuclear imprudente e irresponsable representan la escalada más significativa desde el comienzo de la guerra y demuestran que las cosas no van como tenía planeado, ha explicado Stoltenberg en una comparecencia.

El Mundo de España

 

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