En el artículo pasado dejamos como tarea pendiente: cómo se estrecha ese amplio margen entre la Ciudadanía y Estado ¿Cómo nos acercamos? ¿Cómo logramos que el gobierno o los partidos políticos esten cerca de la gente? Intermediando, apoyando… Por qué necesitamos un ¿Estado que se apellide Ciudadano? ¿Cómo será la Política en ese Estado?
¿Podría desarrollar lograr entendimiento entre los diferentes actores sociales, en temas que nos beneficien a todos? Hay quien dice que: no. Pero sí puede ser. Cuando reviso en mi mente las reuniones, talleres o charlas que hemos realizado en las comunidades de la zona norte del estado Anzoátegui, donde presenciamos cómo personas de tendencias políticas diametralmente opuestas, que hasta comenzar la actividad se veían mal, por el rabo del ojo, como dicen, logran armonía, y además cómo la presencia del Estado, no de un partido político u otro, es importante para la gente porque siente fortaleza, siente que podemos estar todos.
De eso se trata de lograr espacios de encuentro. Por ello traigo a colación lo que ocurrió en el Sur de los Estados Unidos, en la década de los 70, cuando se vivió la mayor confrontación racial contra los negros. El Ku Kux Klan se conformó para defender la raza blanca de los inferiores negros, que no merecían vivir con ellos. El enfrentamiento era tal, que se buscó un mecanismo de encuentro denominado charrettes, que implicaba una serie de asambleas y elecciones entre diferentes sectores de la sociedad buscando minimizar los polos confrontados. Esta metodología se empleó en un pueblo Durhan en Carolina del Norte, una historia de la vida real recreada en la película de Netflix Hablando se entiende la gente ¿no?
En Venezuela no hemos llegado a enfrentamientos tan violentos como los generados por el Ku Klus Klan, pero los niveles de confrontación política y la división social, frenan el avance de la sociedad. Por una parte el gobierno se empeña en que todos seamos del PSUV, fuera de ese partido no acepta nada, y los otros partidos políticos halan para que la gente, no sólo los siga, sino que confronte. Es la lucha poder político que cuando se ejerce se desnaturaliza.
El que no quiera estar en la confrontación es excluido inmediatamente ¿Será por eso que cada día crecen los llamados Ni-NI?
Esta división social se agrava con un hecho significante: Cuando se pretende utilizar a la sociedad como bandera política. Lo cual, me hace recordar la frase de Antonio Leocadio Guzman, cuando dijo: ¿Quién ha dicho que el venezolano es liberal? Si ni siquiera saben qué es eso. Nosotros decimos que somos liberales porque los otros son la oligarquía, si ellos dijeran: liberales nosotros: oligarquía. Ahora es la Sociedad, todos quieren organizar a la sociedad, estructurar a la sociedad… pero para sus fines. Esa forma de hacer política calculada y utilitarista ha hoyado el corazón de los venezolanos.
Esa sociedad dividida y fragmentada lo que necesita es unidad y armonía, no que la utilicen, para seguir dominada por quienes mueven la cuna.
En efecto, Venezuela es un país de cúpulas y entre cúpulas se han disputado el poder. Cada uno con una bandera sin entender ni comprender lo ello significa. El que gana arrasa con todo y aplastaa al otro “…le vamos a dar una paliza…”, un liderazgo político que no termina de responder al espíritu de los tiempos, que tienda puentes con el adversario. Siempre en el antagonismo: (1830-1935) oligarcas, liberales, federales, centralistas; (1935-1959) militaristas, dictatoriales, demócratas, comunistas; (1959-1999) demócratas, liberales, comunistas; (1999-2022) demócratas liberales, demócratas socialistas, comunistas.
Esa realidad nos lleva a concientizar en cuanto a la unidad en la diversidad. Pero, a mí juicio, para que esa unidad se geste debe articularse desde el Estado. Entendiendo que el Estado impone el orden (Lechner). Sólo un Estado que atienda la necesidad de organización social para sus fines propios, para ser libres, y no para satisfacer los intereses de los partidos políticos. Sólo un Estado Ciudadano, podrá debilitar esos cogollos y abrir los espacios para la deliberación y el encuentro ciudadano. Allí está la Política.