Las condiciones en las cuales hoy en día se encuentra nuestro país, en una crisis permanente para el ciudadano, requiere para su solución de un cambio político y del modelo económico de la supuesta revolución. Hace necesario que la conducción del país sea en consenso con un plan de transición, para de esta manera lograr la normalidad democrática y tener bases fuertes para el desarrollo económico y social cuyo resultado debe ser un estado del bienestar que elimine las desigualdades y sea de oportunidades para todos. A tal efecto, se necesita de un líder con características y condiciones que devuelvan la confianza, la esperanza a la gente de la Venezuela posible. Estas consideraciones anteriores, sumadas al producto del intercambio de opiniones, me motivaron a escribir:
La nación requiere de un nuevo liderazgo bajo la conducción de un venezolano o venezolana que tenga la suficiente capacidad y voluntad de devolver a su pueblo el ejercicio pleno de su democracia como sistema político, el absoluto respeto al orden constitucional y a las instituciones del país, la defensa y protección a los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y la atención al pasivo social heredado de la supuesta revolución, que sumió en la pobreza a la inmensa mayoría de la población, creando la más amplia brecha de desigualdad social que haya vivido nuestra amada patria.
Todo ello obliga al establecimiento de políticas y medidas que reactiven la economía para crear empleo, inversión, recuperar el poder adquisitivo del salario y llegar a un estado de bienestar aceptable para todos, con prioridad a los más desposeídos.
Las condiciones para el reto de la Venezuela posible requiere un líder para reconstruir y guiar al país con las siguientes condiciones:
· Amor por su país y su gente, para buscar los mayores logros para el beneficio común, con una comprensión y entendimiento real del país actual y de la crisis social que hoy viven la inmensa mayoría de los ciudadanos.
· Actuando desde la esfera del más alto poder político, su desempeño debe estar marcado por su capacidad de llegar a acuerdos por consenso, tener suficiente fortaleza para actuar en el ejercicio de sus funciones para tomar las decisiones necesarias y convenientes para el país.
· Debe tener una comprobada trayectoria de capacidad, honestidad, transparencia, y experiencia en la gestión pública.
· Conocer y ser consciente de las interrelaciones del complejo mundo globalizado que vivimos, con las implicaciones geopolíticas para Venezuela, en especial las relacionadas con el tema energético.
· Debe ser buen comunicador y cercano a la gente, con un sentido alegre y positivo para establecer ese vínculo emocional necesario en su gestión. Así mismo, tener capacidad de diálogo y voluntad de reconciliar a la nación para superar más de dos décadas de irracional confrontación entre hermanos venezolanos.
· Debe ejercer y desarrollar trabajo en equipo, identificar a las mujeres y hombres más capaces que compartan la misión de reconstruir a nuestra nación, con una visión de gestión eficiente, incorruptible, que permita una nueva Venezuela moderna, de paz, progreso, y oportunidades para todos.
Por último, el logro de la normalidad democrática en Venezuela hoy hace recaer en la sociedad civil, mediante el ejercicio de la ciudadanía, la responsabilidad de hacer política de manera distinta, para lograr el cambio indispensable que requerimos como nación. Somos una sociedad que tanto dentro como fuera de Venezuela contamos con gente capaz y preparada. El nuevo liderazgo que buscamos no es un conflicto generacional, es la búsqueda de los mejores para tener el mejor equipo y en eso el perfil de líder es fundamental.
@JFernandeznupa